En primer lugar hay que dejar claro que entre la Masonería antigua de los constructores del medievo y la Masonería moderna no existe una plena identidad:
- La primera era indiscutible y obligatoriamente católica, estando muy relacionadas con las cofradias de cada gremio (tenían que honrar al santa patrón de la cofradía a la que perteneciesen). En cambio la M. actual es basicamente deista o panteista, y en el orden práctico aboga por la indiferencia en temas religiosos.
- Por otro lado la M. Antigua era principalmente una organización profesional de constructores, oficio que en la epoca conllevaba un reconocimiento social elevado, mientras que la M. Moderna es filosófica y se presenta como una escuela ética, que solo (parece poco esto?) edifica la "catedral interior".
Asi queda claro que la M. Actual es heredera de la anterior, pero en un sentido meramente exterior y simbólico: el prestigio del gremio de constructores fue perdiendo su caracter edificador (con el fin del Gótico), a la vez que se abrían en su seno distintas corrientes de pensamiento -la alquimia, la magia, la cábala, el gnosticismo...- que fueron debilitando su identidad católica. Pero antes de que los gremios entrasen en decadencia, dado el citado prestigio social que tenían comenzaron a aceptar a miembros no vinculados al oficio, y este proceso se agudiza con la decadencia de los gremios, por lo que en el siglo XVI crece enormemente el numero de "aceptados" (nombre como se denomina, en el argot masónico, a los miembros ajenos a la profesión)
Tambien influye en este proceso la transformación doctrinal dentro de la iglesia de Roma: la implantación del protestantismo en Europa y su consolidación, primero con la Paz de Augsburgo (1555) y luego con los Pactos de Westfalia (1648), favoreció la explosión de corrientes esotéricas dentro de la incipiente M. Fue la epoca llamada de las Guerras de Religión, y la M. con la tolerancia religiosa que albergaba en su seno, se convirtió en una especie de santuario en el que buscar armonia y paz en medio del desastre sangriento de la guerra entre cristianos.
Así, muchos católicos, que se veían obligados a profesar su creencia en secreto, al vivir en zonas protestantes, vieron en la M. una especie de tierra de asilo, aunque, logicamente, al igual que ahora, el problema de la compatibilidad catolicismo-masonería eran un problema real, que luego se convertirá en un problema legal con la bula In Eminenti de 1738, que condenó a los masones a la excomunión.
Los masones modernos llamaron -sobre todo a partir del siglo XIX- a la masonería antigua "masonería operativa" y ellos mismos se autodenominaron "masonería especulativa". La razón salta a la vista: unos tallaban fisicamente las piedras para levantar catedrales y otros pulian la piedra bruta del hombre para levantar la catedral interior, la perfección humana, mediante simbolos, alegorías y trabajo.
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