BORIS ARTZYBASHEFF Y SUS MAQUINAS ANTROPOMORFAS.


Boris Artzybasheff, fallecido en 1965, fue un ilustrador ucraniano que desarrolló gran parte de su carrera en los Estados Unidos.

Suyas son ilustraciones para todo tipo de obras, desde novelas a libros técnicos, pero fue conocido sobre todo por sus geniales trabajos para revistas como Life, Time o Fortune o como publicista de grandes empresas como Xerox o Pan Am.

Ahora bien, si hoy nos visita es por algo especial. Boris siempre deseó imprimir en sus ilustraciones un toque psicológico muy marcado, y los resultados saltan a la vista, pero hay una colección en la que especialmente puede verse esa inclinación. Artzybasheff colaboró con el Departamento de Estado como asesor y dibujante durante la Segunda Guerra Mundial en un proyecto destinado a la guerra psicológica. El resultado fue una delirante, pero deliciosa, colección de parodias tecnológicas antropomorfas.

Su estilo inspirado en el surrealismo, destaca sobretodo por el antropomorfismo que convierte objetos, máquinas industriales y de guerra y miedos en figuras humanoides que rozan la monstruosidad y que cargan a las imágenes de gran expresividad.

Ejemplo de su técnica lo tenemos en sus tres series famosas: Diablerie: dedicada a la guerra y más concretamente a la II Guerra Mundial, Machinalia: en donde hace un alarde de imaginación y personificación de todo tipo de artefactos -él decía de las máquinas que le gustaban porque trabajaban siempre con la misma voluntad y precisión si importar lo ardua o monótona que fuera su tarea-, y Neurotica: miedos y fustraciones en mostruos alegóricos.

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