Erich Fromm.
“La dificultad especial que existe en reconocer hasta qué punto nuestros deseos —así como los pensamientos y las emociones— no son realmente nuestros sino que los hemos recibido desde afuera, se halla estrechamente relacionada con el problema de la autoridad y la libertad. En el curso de la historia moderna, la autoridad de la Iglesia se vio reemplazada por la del Estado, la de éste por el imperativo de la conciencia, y, en nuestra época, la última ha sido sustituida por la autoridad anónima del sentido común y la opinión pública, en su carácter de instrumentos del conformismo. Como nos hemos liberado de las viejas formas manifiestas de autoridad, no nos damos cuenta de que ahora somos prisioneros de este nuevo tipo de poder.”
(Fragmento de El miedo a la libertad, Fromm.)
Este libro intenta explicar los aspectos de la crisis contemporánea de la civilización occidental relacionados con la libertad del hombre.
Expresa que nos hemos transformado en autómatas que viven bajo la ilusión de ser individuos dotados de libre albedrío.
Erich Fromm, psicólogo social nacido en Frankfurt, Alemania, en el 1900, desarrolla la teoría del cambio inconsciente en la psicología del ser humano a medida que los aspectos que lo rodean (económicos, políticos...) van evolucionando mientras que el hombre se desarrolla y la historia avanza.
El libro se compone de:
· Prefacio a la edición castellana
· Prefacio
· Capítulos
1. La libertad como problema psicológico
2. La emergencia del individuo y la ambigüedad de la libertad
3. La libertad en la época de la Reforma
4. Los dos aspectos de la libertad para el hombre moderno
5. Mecanismos de evasión
6. La psicología del nazismo
7. Libertad y democracia
· Apéndice
La crisis de libertad se puede observar claramente en todos los regímenes autoritarios, como los fascismos; especialmente el nazismo, el cual estudia Fromm mostrando la psicología tanto de su líder como de sus partidarios, y lo que estimuló a cada uno a obrar de ese modo.
También desarrolla los inconvenientes que crea la libertad en el hombre moderno, tratando el tema de la estandarización de los individuos y los patrones preestablecidos de comportamiento a los que lleva la democracia actual, impidiendo que cada uno se exprese libremente y exponga sus ideas. Así pues, el hombre actual tampoco es libre porque las ideologías preestablecidas lo obligan a perder su identidad personal, y su yo se ve completamente hundido y muestra lo que la sociedad le ha estipulado anteriormente.
Transcribo dos párrafos que contienen el mensaje del libro.
“En su esencia el yo del individuo resulta debilitado, de manera que se siente impotente y extremadamente inseguro. Vive en un mundo con el que ha perdido toda conexión genuina y en el cual todas las personas y todas las cosas se han transformado en instrumentos, y en donde él mismo no es más que una parte de la máquina que ha construido con sus propias manos.”
“ Piensa, siente y quiere lo que él cree que los demás suponen que él deba pensar, sentir y querer; y en este proceso pierde su propio yo, que debería constituir el fundamento de toda seguridad genuina del individuo libre.”
Interesante…
Fuente: http://krakenkreativo.blogspot.com/2011/01/el-miedo-la-libertad.html
http://www.entrelectores.com/libro/1542.el-miedo-a-la-libertad-erich-fromm/
http://es.wikipedia.org/wiki/Erich_Fromm
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Alejandra Pizarnik
“Tú haces el silencio de las lilas que aletean
en mi tragedia del viento en el corazón.
Tú hiciste de mi vida un cuento para niños
en donde naufragios y muertes
son pretextos de ceremonias adorables.”
A.P
Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, el 29 de abril de 1936 y fue una destacada poetisa argentina, eximia representante del surrealismo poético.
Fue la hija de Elías Pizarnik y de Rejzla Bromiker, ambos inmigrantes judíos rusos.
Su infancia fue muy complicada. Hablaba el español con marcado acento europeo y tartamudeaba. Tenía graves problemas de acné y una marcada tendencia a subir de peso. Estas eventualidades minaban seriamente su autoestima. La autopercepción de su cuerpo y su continua comparación con su hermana le complicaron de manera obsesiva.
Es posible que comenzara, por esta razón, a ingerir anfetaminas, por las que pronto desarrolló una fuerte adicción, que le provocaba prolongados períodos con trastornos del sueño, euforia e insomnio lo que más tarde desembocaría en un trastorno límite de la personalidad.
En 1954, tras el bachillerato, ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Permaneció como estudiante de la Facultad hasta 1957, tomando cursos de literatura, periodismo y filosofía, pero no acabó sus estudios. Paralelamente tomó clases de pintura.
Lectora profunda de muchos y grandes autores durante su corta vida, intentó ahondar en los temas de sus lecturas y aprender de lo que otros habían escrito. Así se motivó tempranamente por la literatura y por el inconsciente, lo que a su vez hizo que se interesara por el psicoanálisis.
Para contrarrestar los efectos de las anfetaminas, consumía con frecuencia fármacos para dormir. A los 36 años, en el año 1972, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico "Pirovano" de Buenos Aires, donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio.
Le faltó tiempo para la gran empresa literaria. Alejandra decía que tenía que escribir una novela y que habría de aprender una nueva gramática para llegar a ese fin que rondaba por su cabeza.
Dejó como legado una vasta obra, a pesar de su corta vida: un extenso poemario, así como muchos escritos y relatos cortos surrealistas, y alguna novela breve. Entre los principales se cuentan:
La tierra más ajena, 1955.
La última inocencia, 1956.
Las aventuras perdidas, 1958.
Extracción de la piedra de locura, 1968.
Nombres y figuras, 1969.
El infierno musical, 1971.
La condesa sangrienta, 1971.
El deseo de la palabra, 1975.
Prosa poética, 1987.
Poesía completa 1955-1972, 2000.
Prosa completa, 2002.
Poemas no recogidos en libros
Exilio
Otros poemas
Árbol de Diana
Los trabajos y las noches.
Fuente: Wikiédia, A media voz.
en mi tragedia del viento en el corazón.
Tú hiciste de mi vida un cuento para niños
en donde naufragios y muertes
son pretextos de ceremonias adorables.”
A.P
Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, el 29 de abril de 1936 y fue una destacada poetisa argentina, eximia representante del surrealismo poético.
Fue la hija de Elías Pizarnik y de Rejzla Bromiker, ambos inmigrantes judíos rusos.
Su infancia fue muy complicada. Hablaba el español con marcado acento europeo y tartamudeaba. Tenía graves problemas de acné y una marcada tendencia a subir de peso. Estas eventualidades minaban seriamente su autoestima. La autopercepción de su cuerpo y su continua comparación con su hermana le complicaron de manera obsesiva.
Es posible que comenzara, por esta razón, a ingerir anfetaminas, por las que pronto desarrolló una fuerte adicción, que le provocaba prolongados períodos con trastornos del sueño, euforia e insomnio lo que más tarde desembocaría en un trastorno límite de la personalidad.
En 1954, tras el bachillerato, ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Permaneció como estudiante de la Facultad hasta 1957, tomando cursos de literatura, periodismo y filosofía, pero no acabó sus estudios. Paralelamente tomó clases de pintura.
Lectora profunda de muchos y grandes autores durante su corta vida, intentó ahondar en los temas de sus lecturas y aprender de lo que otros habían escrito. Así se motivó tempranamente por la literatura y por el inconsciente, lo que a su vez hizo que se interesara por el psicoanálisis.
Para contrarrestar los efectos de las anfetaminas, consumía con frecuencia fármacos para dormir. A los 36 años, en el año 1972, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico "Pirovano" de Buenos Aires, donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio.
Le faltó tiempo para la gran empresa literaria. Alejandra decía que tenía que escribir una novela y que habría de aprender una nueva gramática para llegar a ese fin que rondaba por su cabeza.
Dejó como legado una vasta obra, a pesar de su corta vida: un extenso poemario, así como muchos escritos y relatos cortos surrealistas, y alguna novela breve. Entre los principales se cuentan:
La tierra más ajena, 1955.
La última inocencia, 1956.
Las aventuras perdidas, 1958.
Extracción de la piedra de locura, 1968.
Nombres y figuras, 1969.
El infierno musical, 1971.
La condesa sangrienta, 1971.
El deseo de la palabra, 1975.
Prosa poética, 1987.
Poesía completa 1955-1972, 2000.
Prosa completa, 2002.
Poemas no recogidos en libros
Exilio
Otros poemas
Árbol de Diana
Los trabajos y las noches.
Fuente: Wikiédia, A media voz.
EL ALEPH.
(B)
Borges.
" En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. "....
El Aleph es un cuento del escritor argentino Jorge Luis Borges publicado en la revista Sur en 1945 y en el libro homónimo en el año 1949.
Presenta numerosas posibles interpretaciones, entre ellas la que plantea una lectura desde el existencialismo, basada en la idea de la incapacidad del ser humano de enfrentarse a la eternidad, presente en muchos de los cuentos borgeanos, y en su lectura y manejo de autores preexistencialistas como Søren Kierkegaard, Franz Kafka, Momo Thomas y Arthur Schopenhauer.
En este cuento, que se ha convertido en casi un culto, se puede reconocer toda su literatura, de tal forma que se lo puede calificar como el cuento paradigmático de la vasta biblioteca borgeana, abrevando en la ironía, el juego con el lenguaje y la erudición, tanto verídica como ficticia.
Recomendable...
Borges.
" En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. "....
El Aleph es un cuento del escritor argentino Jorge Luis Borges publicado en la revista Sur en 1945 y en el libro homónimo en el año 1949.
Presenta numerosas posibles interpretaciones, entre ellas la que plantea una lectura desde el existencialismo, basada en la idea de la incapacidad del ser humano de enfrentarse a la eternidad, presente en muchos de los cuentos borgeanos, y en su lectura y manejo de autores preexistencialistas como Søren Kierkegaard, Franz Kafka, Momo Thomas y Arthur Schopenhauer.
En este cuento, que se ha convertido en casi un culto, se puede reconocer toda su literatura, de tal forma que se lo puede calificar como el cuento paradigmático de la vasta biblioteca borgeana, abrevando en la ironía, el juego con el lenguaje y la erudición, tanto verídica como ficticia.
Recomendable...
BARAKA.
(B)
TÍTULO ORIGINAL: Baraka
AÑO: 1992
DURACIÓN: 95 Min.
PAÍS: Reino Unido
DIRECTOR: Ron Fricke
GUIÓN: Ron Fricke, Genevieve Nicholas, Mark Magidsen, Bob Green
MÚSICA: Varios
FOTOGRAFÍA: Ron Fricke
PRODUCTORA: Magidson Films
Es un documental realizado en 24 países distintos que trata de captar la esencia de la cultura de la humanidad, las costumbres y la naturaleza.
Su realizador Ron Fricke propuso un experimento realizado a través de la grabación y manipulación de imágenes grabados en algunos rincones más exóticos del planeta. Sin narración, con tan solo con las imágenes y una música escogida para realzar la parte sensorial de las imágenes, Baraka es un documental que transporta al espectador a un mundo lleno de color y sonido.
Excelente fotografía y banda sonora para un documental que exprime como pocos la sensación de viaje espiritual como medio visual.
"Baraka" es una obra que muestra la fusión entre la sociedad y la naturaleza para completar un viaje a través de la cultura y sus más ancestras costumbres. Al mismo tiempo recoge como una serie de esplendorosas imágenes, enormes planos que muestran toda la belleza del mundo en donde vivimos.
Desde los rincones más alejados de la civilización, ceremonias religiosas, la fuerza de la naturaleza y el modo de la vida de la civilización moderna. Todo ello en una cascada de imágenes que componen un enorme mosaico que es la vida.
Se aleja de la narración tradicional de los documentales. Un experimento sociológico y naturalista sobre el planeta Tierra. Extraodinaria y magnífica obra de arte.
Debajo les pongo el video. Si enlazan con Youtube, encontrarán el resto de las partes.
Wikipedia.
TÍTULO ORIGINAL: Baraka
AÑO: 1992
DURACIÓN: 95 Min.
PAÍS: Reino Unido
DIRECTOR: Ron Fricke
GUIÓN: Ron Fricke, Genevieve Nicholas, Mark Magidsen, Bob Green
MÚSICA: Varios
FOTOGRAFÍA: Ron Fricke
PRODUCTORA: Magidson Films
Es un documental realizado en 24 países distintos que trata de captar la esencia de la cultura de la humanidad, las costumbres y la naturaleza.
Su realizador Ron Fricke propuso un experimento realizado a través de la grabación y manipulación de imágenes grabados en algunos rincones más exóticos del planeta. Sin narración, con tan solo con las imágenes y una música escogida para realzar la parte sensorial de las imágenes, Baraka es un documental que transporta al espectador a un mundo lleno de color y sonido.
Excelente fotografía y banda sonora para un documental que exprime como pocos la sensación de viaje espiritual como medio visual.
"Baraka" es una obra que muestra la fusión entre la sociedad y la naturaleza para completar un viaje a través de la cultura y sus más ancestras costumbres. Al mismo tiempo recoge como una serie de esplendorosas imágenes, enormes planos que muestran toda la belleza del mundo en donde vivimos.
Desde los rincones más alejados de la civilización, ceremonias religiosas, la fuerza de la naturaleza y el modo de la vida de la civilización moderna. Todo ello en una cascada de imágenes que componen un enorme mosaico que es la vida.
Se aleja de la narración tradicional de los documentales. Un experimento sociológico y naturalista sobre el planeta Tierra. Extraodinaria y magnífica obra de arte.
Debajo les pongo el video. Si enlazan con Youtube, encontrarán el resto de las partes.
Wikipedia.
ASÏ HABLÖ ZARATUSTRA.
(B)
Friedrich Nietzsche.
“….En algún lugar existen todavía pueblos y rebaños, pero no entre nosotros, hermanos míos: aquí hay Estados.
¿Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abrid los oídos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos.
Estado se llama al más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: “Yo el Estado, soy el pueblo”.
¡Es una mentira! Creadores fueron quienes crearon los pueblos y suspendieron encima de ellos una fe y un amor; así sirvieron a la vida.
Aniquiladores son quienes ponen trampas para muchos y las llaman Estado: éstos suspenden encima de ellos una espada y cien concupiscencias.
Donde todavía hay pueblo, éste no comprende al Estado y lo odia, considerándolo mal de ojo y pecado contra las costumbres y los derechos.
Esta señal os doy; cada pueblo habla su lengua propia del bien y del mal: el vecino no la entiende. Cada pueblo se ha inventado un lenguaje en costumbres y derechos.
Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente - y posea lo que posea, lo ha robado. Falso es todo en él; con dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entrañas.
Confusión de lenguas del bien y del mal: esta señal os doy como señal del Estado. ¡En verdad voluntad de muerte es lo que esa señal indica! ¡En verdad, hace señas a los predicadores de la muerte!
Nacen demasiados: ¡para los superfluos fue inventado el Estado!
¡Mirado cómo atrae a los demasiados! ¡Cómo los devora y los masca y los rumia!
“En la tierra no hay ninguna cosa más grande que yo: yo soy el dedo ordenador de Dios” - así ruge el monstruo. ¡Y no sólo quienes tienen orejas largas y vista corta se postran de rodillas!
¡Ay, también en vosotros los de alma grande susurra él sus sombrías mentiras! ¡Ay, él adivina cuáles son los corazones ricos, que con gusto se prodigan!
¡Si, también os adivina a vosotros los vencedores del viejo Dios! ¡Os habéis fatigado en la lucha, y ahora vuestra fatiga continúa prestando servicio al nuevo ídolo!
¡Héroes y hombres de honor quisiera colocar en torno a sí el nuevo ídolo! ¡Ese frío monstruo - gusta de calentarse al sol de buenas conciencias!
Todo quiere dároslo a vosotros el nuevo ídolo, si vosotros lo adoráis: por ello se compra el brillo de vuestra virtud y la mirada de vuestros ojos orgullosos.
¡Quiere que vosotros le sirváis de cebo par pescar a los demasiados! ¡Sí, un artificio infernal ha sido inventado aquí, un caballo de muerte, que tintinea con el atavío de honores divinos…”
Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie es una obra escrita entre 1883 y 1885 por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche.
La obra contiene las principales ideas de Nietzsche, expresadas de forma poética: está compuesta por una serie de relatos y discursos que ponen en el centro de atención algunos hechos y reflexiones de Zaratustra, personaje inspirado en el fundador del Zoroastrismo. Compuesta principalmente por episodios más o menos independientes, sus historias pueden leerse en cualquier orden.
Nietzsche se sirve de la figura de Zaratustra para desarrollar y enlazar los cuatro elementos principales sobre los que se asienta toda su obra y que son exhaustivamente tratados a lo largo de este libro: la muerte de Dios, el Übermensch, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo idéntico.
Zaratustra es un ermitaño que vive recluido en la montaña, donde a lo largo de su retiro reflexiona sobre la vida y la naturaleza del hombre. En cierto momento de su vida siente que es el momento adecuado y decide regresar al mundo para comunicarle el fruto de su conocimiento. Esto se manifiesta al principio del prólogo con la frase:
“Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan“.
La mención del “Súper hombre” es la tesis fundamental de este libro.
Los símbolos, alegorías y metáforas, son altamente utilizados a lo largo del texto para dar a conocer las transformaciones que el hombre “común y corriente” debe tener a lo largo de su andar intelectual, para poder llegar a lo que Zaratustra, protagonista y esencialmente único personaje en todo el texto, llama “súper hombre”.
Las paradojas son también muy frecuentes en el libro.
Según confesaría después el propio Nietzsche en su libro Ecce homo (1908) y en otros escritos autobiográficos, esta obra tuvo un especial origen, de carácter místico y contemplativo, en dos “visiones” que su autor tuvo en 1881 y en 1883.
El libro fue redactado de una manera muy rápida, bajo una elevada tensión creativa y fue terminado en agosto de 1884. Toda la obra posee un carácter poético y se encuentra llena de símbolos y metáforas, expresadas en un brillante estilo, raramente superado en la historia de la lengua alemana.
El autor concedió a su obra un carácter poético y dijo escribirla en el mismo tono en el que fueron escritos los Veda, o las obras de William Shakespeare. Sin embargo, dicho tono poético y simbólico, que hace difícil su lectura, no debe ocultar el mensaje positivo que Nietzsche pretendía transmitir con este libro. A lo largo de sus páginas queda expuesta la propia filosofía positiva de Nietzsche.
El libro Así habló Zaratustra es un libro que ha recibido muy buenas críticas en general, pues está considerado como uno de los libros más representativos de la doctrina filosófica del siglo XX, en el cuál están algunas de las tesis fundamentales de pensamiento nietzscheano más maduro.
El libro ha servido como base científica de muchos científicos y psicólogos, así como también ha tenido gran influencia en los movimientos literarios más importantes de finales del siglo XIX y principios del XX: naturalismo, expresionismo y teatro épico. El hecho de que Así habló Zaratustra haya sido reimpreso decenas de veces en numerosos países europeos y americanos habla por sí sólo de su aceptación.
Nietzsche mismo tenía conciencia de ello.
“Entre mis escritos ocupa mi Zaratustra un lugar aparte. Con él he hecho a la humanidad el regalo más grande que hasta ahora ésta ha recibido. Este libro, dotado de una voz que atraviesa milenios, no es sólo el libro más elevado que existe, el auténtico libro del de alturas - todo el hecho yace a enorme distancia por debajo de él-, es también el libro más profundo, nacido de la riqueza más íntima de la verdad, un pozo inagotable, al que ningún cubo desciende sin subir lleno de oro y de bondad. No habla en él un "profeta", uno de esos espantosos híbridos de enfermedad y de voluntad de denominados fundadores de. Es preciso ante todo oír bien el que sale de esa boca, ese sonido alcionio, para no ser lastimosamente injustos con el sentido de su sabiduría. "Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad, los pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo”.
Si no lo han leído, están tardando. Absolutamente recomendable…fascinante.
Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/As%C3%AD_habl%C3%B3_Zaratustra
http://ateneopangea.blogspot.com/2011/07/del-nuevo-idolo-asi-hablo-zaratustra.html
http://www.apocatastasis.com/asi-hablo-zaratustra-friedrich-nietzsche.php#axzz1Vu5WtwkR
Friedrich Nietzsche.
“….En algún lugar existen todavía pueblos y rebaños, pero no entre nosotros, hermanos míos: aquí hay Estados.
¿Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abrid los oídos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos.
Estado se llama al más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: “Yo el Estado, soy el pueblo”.
¡Es una mentira! Creadores fueron quienes crearon los pueblos y suspendieron encima de ellos una fe y un amor; así sirvieron a la vida.
Aniquiladores son quienes ponen trampas para muchos y las llaman Estado: éstos suspenden encima de ellos una espada y cien concupiscencias.
Donde todavía hay pueblo, éste no comprende al Estado y lo odia, considerándolo mal de ojo y pecado contra las costumbres y los derechos.
Esta señal os doy; cada pueblo habla su lengua propia del bien y del mal: el vecino no la entiende. Cada pueblo se ha inventado un lenguaje en costumbres y derechos.
Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente - y posea lo que posea, lo ha robado. Falso es todo en él; con dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entrañas.
Confusión de lenguas del bien y del mal: esta señal os doy como señal del Estado. ¡En verdad voluntad de muerte es lo que esa señal indica! ¡En verdad, hace señas a los predicadores de la muerte!
Nacen demasiados: ¡para los superfluos fue inventado el Estado!
¡Mirado cómo atrae a los demasiados! ¡Cómo los devora y los masca y los rumia!
“En la tierra no hay ninguna cosa más grande que yo: yo soy el dedo ordenador de Dios” - así ruge el monstruo. ¡Y no sólo quienes tienen orejas largas y vista corta se postran de rodillas!
¡Ay, también en vosotros los de alma grande susurra él sus sombrías mentiras! ¡Ay, él adivina cuáles son los corazones ricos, que con gusto se prodigan!
¡Si, también os adivina a vosotros los vencedores del viejo Dios! ¡Os habéis fatigado en la lucha, y ahora vuestra fatiga continúa prestando servicio al nuevo ídolo!
¡Héroes y hombres de honor quisiera colocar en torno a sí el nuevo ídolo! ¡Ese frío monstruo - gusta de calentarse al sol de buenas conciencias!
Todo quiere dároslo a vosotros el nuevo ídolo, si vosotros lo adoráis: por ello se compra el brillo de vuestra virtud y la mirada de vuestros ojos orgullosos.
¡Quiere que vosotros le sirváis de cebo par pescar a los demasiados! ¡Sí, un artificio infernal ha sido inventado aquí, un caballo de muerte, que tintinea con el atavío de honores divinos…”
Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie es una obra escrita entre 1883 y 1885 por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche.
La obra contiene las principales ideas de Nietzsche, expresadas de forma poética: está compuesta por una serie de relatos y discursos que ponen en el centro de atención algunos hechos y reflexiones de Zaratustra, personaje inspirado en el fundador del Zoroastrismo. Compuesta principalmente por episodios más o menos independientes, sus historias pueden leerse en cualquier orden.
Nietzsche se sirve de la figura de Zaratustra para desarrollar y enlazar los cuatro elementos principales sobre los que se asienta toda su obra y que son exhaustivamente tratados a lo largo de este libro: la muerte de Dios, el Übermensch, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo idéntico.
Zaratustra es un ermitaño que vive recluido en la montaña, donde a lo largo de su retiro reflexiona sobre la vida y la naturaleza del hombre. En cierto momento de su vida siente que es el momento adecuado y decide regresar al mundo para comunicarle el fruto de su conocimiento. Esto se manifiesta al principio del prólogo con la frase:
“Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan“.
La mención del “Súper hombre” es la tesis fundamental de este libro.
Los símbolos, alegorías y metáforas, son altamente utilizados a lo largo del texto para dar a conocer las transformaciones que el hombre “común y corriente” debe tener a lo largo de su andar intelectual, para poder llegar a lo que Zaratustra, protagonista y esencialmente único personaje en todo el texto, llama “súper hombre”.
Las paradojas son también muy frecuentes en el libro.
Según confesaría después el propio Nietzsche en su libro Ecce homo (1908) y en otros escritos autobiográficos, esta obra tuvo un especial origen, de carácter místico y contemplativo, en dos “visiones” que su autor tuvo en 1881 y en 1883.
El libro fue redactado de una manera muy rápida, bajo una elevada tensión creativa y fue terminado en agosto de 1884. Toda la obra posee un carácter poético y se encuentra llena de símbolos y metáforas, expresadas en un brillante estilo, raramente superado en la historia de la lengua alemana.
El autor concedió a su obra un carácter poético y dijo escribirla en el mismo tono en el que fueron escritos los Veda, o las obras de William Shakespeare. Sin embargo, dicho tono poético y simbólico, que hace difícil su lectura, no debe ocultar el mensaje positivo que Nietzsche pretendía transmitir con este libro. A lo largo de sus páginas queda expuesta la propia filosofía positiva de Nietzsche.
El libro Así habló Zaratustra es un libro que ha recibido muy buenas críticas en general, pues está considerado como uno de los libros más representativos de la doctrina filosófica del siglo XX, en el cuál están algunas de las tesis fundamentales de pensamiento nietzscheano más maduro.
El libro ha servido como base científica de muchos científicos y psicólogos, así como también ha tenido gran influencia en los movimientos literarios más importantes de finales del siglo XIX y principios del XX: naturalismo, expresionismo y teatro épico. El hecho de que Así habló Zaratustra haya sido reimpreso decenas de veces en numerosos países europeos y americanos habla por sí sólo de su aceptación.
Nietzsche mismo tenía conciencia de ello.
“Entre mis escritos ocupa mi Zaratustra un lugar aparte. Con él he hecho a la humanidad el regalo más grande que hasta ahora ésta ha recibido. Este libro, dotado de una voz que atraviesa milenios, no es sólo el libro más elevado que existe, el auténtico libro del de alturas - todo el hecho yace a enorme distancia por debajo de él-, es también el libro más profundo, nacido de la riqueza más íntima de la verdad, un pozo inagotable, al que ningún cubo desciende sin subir lleno de oro y de bondad. No habla en él un "profeta", uno de esos espantosos híbridos de enfermedad y de voluntad de denominados fundadores de. Es preciso ante todo oír bien el que sale de esa boca, ese sonido alcionio, para no ser lastimosamente injustos con el sentido de su sabiduría. "Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad, los pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo”.
Si no lo han leído, están tardando. Absolutamente recomendable…fascinante.
Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/As%C3%AD_habl%C3%B3_Zaratustra
http://ateneopangea.blogspot.com/2011/07/del-nuevo-idolo-asi-hablo-zaratustra.html
http://www.apocatastasis.com/asi-hablo-zaratustra-friedrich-nietzsche.php#axzz1Vu5WtwkR
DE CÓMO GULLIVER EXPLICA LA POBREZA INGLESA DEL SIGLO XVIII
(B)
(Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad…)
Le expliqué que los ricos gozaban el fruto del trabajo de los pobres, y los últimos eran como mil a uno en proporción a los primeros, y que la gran mayoría de nuestras gentes se veían obligadas a vivir de manera miserable, trabajando todos los días por pequeños salarios para que unos pocos viviesen en la opulencia. Me extendí en estos y otros muchos detalles encaminados al mismo fin; pero su señoría seguía sin entenderme, pues partía del supuesto de que todos los animales tienen derecho a los productos de la tierra, y mucho más aquellos que dominan sobre todos los otros. De consiguiente, me pidió que le diese a conocer cuáles eran aquellas costosas viandas y cómo se nos ocurría desearlas a ninguno. Le enumeré cuantas se me vinieron a la memoria, con los diversos métodos para aderezarlas, cosa ésta que no podía hacerse sin enviar embarcaciones por mar a todas las partes de la tierra, así como para buscar licores que beber y salsas y otros innumerables ingredientes. Le aseguré que había que dar tres vueltas por lo menos a toda la redondez del mundo para que uno de nuestros yahoos hembras escogidos pudiese tomar el desayuno o tener una taza en que verterlo.
Díjome que había de ser aquél un país bien pobre cuando no producía alimento para sus habitantes; pero lo que le asombraba principalmente era que en aquellas vastas extensiones de terreno que yo pintaba faltase tan por completo el agua dulce, que la gente tuviese precisión de ir a buscar que beber más allá del mar.
Le repliqué que Inglaterra -el lugar amado en que yo había nacido- se calculaba que producía tres veces la cantidad de alimento que podrían consumir sus habitantes, así como licores extraídos de semillas o sacados, por presión, de los frutos de ciertos árboles, que son excelentes bebidas, y que la misma proporción existe por lo que hace a las demás necesidades de la vida. Mas para alimentar la lascivia y la intemperancia de los machos y la vanidad de las hembras, enviábamos a otros países la mayor parte de nuestras cosas precisas, y recibíamos a cambio los elementos de enfermedades, extravagancias y vicios para consumirlos nosotros. De aquí se sigue necesariamente que nuestras gentes, en gran numero, se ven empujadas a buscar su medio de vida en la mendicidad, el robo, la estafa, el fraude, el perjurio, la adulación, el soborno, la falsificación, el juego, la mentira, la bajeza, la baladronada, el voto, el garrapateo, la vista gorda, el envenenamiento, la hipocresía, el libelo, el filosofismo y otras ocupaciones análogas; términos todos éstos que me costó grandes trabajos hacerle comprender.
Añadí que el vino no lo importábamos de países extranjeros para suplir la falta de agua y otras bebidas, sino porque era una clase de licor que nos ponía alegres por el sistema de hacernos perder el juicio; divertía los pensamientos melancólicos, engendraba en nuestro cerebro disparatadas y extravagantes ideas, realzaba nuestras esperanzas y desterraba nuestros temores; durante algún tiempo suspendía todas las funciones de la razón y nos privaba del uso de nuestros miembros, hasta que caíamos en un sueño profundo. Aunque debía reconocerse que nos despertábamos siempre indispuestos y abatidos y que el uso de este licor nos llenaba de enfermedades que nos hacían la vida desagradable y corta.
«Pero además de todo esto -agregué-, la mayoría de las personas se mantienen en nuestra tierra satisfaciendo las necesidades o los caprichos de los ricos y viendo los suyos satisfechos mutuamente. Por ejemplo: cuando yo estoy en mi casa y vestido como tengo que estar, llevo sobre mi cuerpo el trabajo de cien menestrales; la edificación y el moblaje de mi casa suponen el empleo de otros tantos, y cinco veces ese número el adorno de mi mujer.»
Fragmento de Un viaje al país de los Houyhnhnms, cuarta parte.
Los viajes de Gulliver, Jonathan Swift. 1726.
Aquí les dejo una página para leer el libro completo.
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/OtrosAutoresdelaLiteraturaUniversal/Swift/ViajesdeGulliver/primeraparte.asp
(Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad…)
Le expliqué que los ricos gozaban el fruto del trabajo de los pobres, y los últimos eran como mil a uno en proporción a los primeros, y que la gran mayoría de nuestras gentes se veían obligadas a vivir de manera miserable, trabajando todos los días por pequeños salarios para que unos pocos viviesen en la opulencia. Me extendí en estos y otros muchos detalles encaminados al mismo fin; pero su señoría seguía sin entenderme, pues partía del supuesto de que todos los animales tienen derecho a los productos de la tierra, y mucho más aquellos que dominan sobre todos los otros. De consiguiente, me pidió que le diese a conocer cuáles eran aquellas costosas viandas y cómo se nos ocurría desearlas a ninguno. Le enumeré cuantas se me vinieron a la memoria, con los diversos métodos para aderezarlas, cosa ésta que no podía hacerse sin enviar embarcaciones por mar a todas las partes de la tierra, así como para buscar licores que beber y salsas y otros innumerables ingredientes. Le aseguré que había que dar tres vueltas por lo menos a toda la redondez del mundo para que uno de nuestros yahoos hembras escogidos pudiese tomar el desayuno o tener una taza en que verterlo.
Díjome que había de ser aquél un país bien pobre cuando no producía alimento para sus habitantes; pero lo que le asombraba principalmente era que en aquellas vastas extensiones de terreno que yo pintaba faltase tan por completo el agua dulce, que la gente tuviese precisión de ir a buscar que beber más allá del mar.
Le repliqué que Inglaterra -el lugar amado en que yo había nacido- se calculaba que producía tres veces la cantidad de alimento que podrían consumir sus habitantes, así como licores extraídos de semillas o sacados, por presión, de los frutos de ciertos árboles, que son excelentes bebidas, y que la misma proporción existe por lo que hace a las demás necesidades de la vida. Mas para alimentar la lascivia y la intemperancia de los machos y la vanidad de las hembras, enviábamos a otros países la mayor parte de nuestras cosas precisas, y recibíamos a cambio los elementos de enfermedades, extravagancias y vicios para consumirlos nosotros. De aquí se sigue necesariamente que nuestras gentes, en gran numero, se ven empujadas a buscar su medio de vida en la mendicidad, el robo, la estafa, el fraude, el perjurio, la adulación, el soborno, la falsificación, el juego, la mentira, la bajeza, la baladronada, el voto, el garrapateo, la vista gorda, el envenenamiento, la hipocresía, el libelo, el filosofismo y otras ocupaciones análogas; términos todos éstos que me costó grandes trabajos hacerle comprender.
Añadí que el vino no lo importábamos de países extranjeros para suplir la falta de agua y otras bebidas, sino porque era una clase de licor que nos ponía alegres por el sistema de hacernos perder el juicio; divertía los pensamientos melancólicos, engendraba en nuestro cerebro disparatadas y extravagantes ideas, realzaba nuestras esperanzas y desterraba nuestros temores; durante algún tiempo suspendía todas las funciones de la razón y nos privaba del uso de nuestros miembros, hasta que caíamos en un sueño profundo. Aunque debía reconocerse que nos despertábamos siempre indispuestos y abatidos y que el uso de este licor nos llenaba de enfermedades que nos hacían la vida desagradable y corta.
«Pero además de todo esto -agregué-, la mayoría de las personas se mantienen en nuestra tierra satisfaciendo las necesidades o los caprichos de los ricos y viendo los suyos satisfechos mutuamente. Por ejemplo: cuando yo estoy en mi casa y vestido como tengo que estar, llevo sobre mi cuerpo el trabajo de cien menestrales; la edificación y el moblaje de mi casa suponen el empleo de otros tantos, y cinco veces ese número el adorno de mi mujer.»
Fragmento de Un viaje al país de los Houyhnhnms, cuarta parte.
Los viajes de Gulliver, Jonathan Swift. 1726.
Aquí les dejo una página para leer el libro completo.
http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/OtrosAutoresdelaLiteraturaUniversal/Swift/ViajesdeGulliver/primeraparte.asp
LA GRAN COMILONA
Perpetrado por Oskarele
El otro día me quede muerto ante la visión de esta bizarra, extraña y perturbadora película película italo-francesa, dirigida por Marco Ferreri en 1973. Nada más acabar de verla decidí que tenía que escribir algo, más que nada para poder encauzar el torrente de reflexiones, de pensamientos y de idas de olla que me produjo la visión de esta obra que no dudo en recomendaros, eso sí, avisando de que es terrible, soez, extraña y tremendamente explicita. Una puta locura, pero genial.
La peli narra la historia de 4 varones de mediana edad, representantes de las capas pudientes de la sociedad italiana del momento, ejemplos de lo que supuestamente es el prestigio social: Marcello (Marcello Mastroianni), piloto de aviación civil, obsesionado con el sexo y clasista. Philippe (Philippe Noiret), un magistrado reprimido, que vive con la señora que le cuidaba de pequeño, Nicole, y que le sigue cuidando en la actualidad, hasta el punto de realizarle algún que otro favor sexual. Michel (Michel Piccoli), productor de cine homosexual, aunque es padre de una chica, que vemos en su presentación. Ugo (Ugo Tognazzi), esplendido chef, no demasiado aficionado al sexo.
Estos cuatro individuos se reúnen en una mansión propiedad de la familia de Philippe. Allí, no se sabe muy bien porque, se entregan a la gula desenfrenada, al exceso y al deseo de comer hasta morir, literalmente, aunque no es algo casual, sino que está planeado con antelación.
Y ya no os cuento mas. Buscadla por el emule, que está, y a vedla.
Excesiva, vulgar, escandalosa, bizarra, surrealista… se le puede definir con muchos adjetivos, pero si hay alguno que la explica y define en todo su esplendor es “transgresora”, hasta límites insospechados.
Perpetrada, porque no se puede aplicar otro verbo que este, por el genial guionista navarro Rafael Azcona y su compañero y amigo Marco Ferreri a las riendas, y por cuatro de los mejores actores europeos de su época.
Se proyecto en el festival de Cannes de 1973, produciendo una competición de abucheos y aplausos, entre sus defensores, no muchos, y una legión de detractores que la consideraban un autentico insulto cinematográfico al buen gusto y al “saber hacer”.
Lo que es cierto es que nadie quedo indiferente ante una experiencia de este tipo, y con el paso de los años, ningún espectador que haya osado a enfrentarse a semejante despropósito ha podido salir indemne del visionado de esta cinta: desagrada, provoca, excita, asquea… todo un manantial de sensaciones contrapuestas y desmesuradas, que no dejan indiferente a nadie, ni siquiera en nuestra actual post- postmodernidad, en la que el exceso y el caos como vehículo emocional esta a la orden del día.
Pero nada se ha inventado. Todo estaba ya aquí. Y quizá mucho antes.
El mismo Michel Piccoli en una entrevista en Cahiers du cinema, en noviembre de 2005 nos explica el caótico y anárquico rodaje:
“Ugo, Marcello y yo éramos grandes amigos y todos habíamos leído el guión. Pero durante el rodaje nadie volvió a abrirlo, inventábamos sin cesar, permaneciendo muy pendientes de Ferreri quien también estaba muy atento a nuestras travesuras. La escena de la imitación de Brando, por ejemplo, no estaba en el guion. Fue una propuesta de Ugo. Ferreri tenía un imaginario muy profundo, una vena antipsicológica constante. Era un hombre de gran libertad de creación y le daba mucho placer que uno entrara en su juego (…) Ferreri no me dirigió ni un segundo durante el rodaje. Solamente me daba indicaciones espaciales. Y yo trataba de interpretar ese solitario, esa soledad, ese eterno niño o ese renacimiento infantil de un hombre maduro, entre la desesperación, el suicidio, el insomnio y el sueño”
Así que Ferreri se limito a ser un mero coreógrafo en un baile desenfrenado de Derviches de la escena, una especie de chaman que controla los viajes iniciáticos protagonizados por un grupo de actores que sacaron a los niños que tienen dentro para que rodasen esta película.
Pero ¿Cómo definir esta película?
Podríamos decir que se trata de una crítica al hedonismo decadente de la aristocracia económica europea de los setenta, consecuencia del agotamiento de las filosofías libertarias y hippies de los 60, y especialmente de los movimientos políticos del 68 francés. Esto es en parte verdad, pero creo que la crítica que el tándem Azcona-Ferreri propone va bastante más allá, más adentro, introduciéndose en factores psicológicos.
Ante todo es una crítica al sistema del bienestar, establecido en la Europa rica desde los años 50, pero que gozó de su máximo esplendor en los 60 y 70, acompañado de esos movimientos contraculturales que sacudieron como un gigantesco terremoto las ruinas del antiguo régimen. Y es que precisamente estos movimientos políticos transgresores, como el famoso Mayo del 68 francés o el Movimiento Hippie de California, sucumbieron precisamente por la implantación masiva del estado del bienestar hedonista y autosatisfactorio de los años 70 y 80.
El Sistema de Bienestar, modelo político en el que el estado garantiza ciertos servicios o garantías sociales a la mayor parte de la población, se sostiene sobre dos fuertes pilares: La necesidad y la búsqueda humana del placer, una vez superados y asegurados los bienes de primera necesidad básicos para la subsistencia.
La necesidad de una economía marcada por el Consumo ilimitado, como motor económico de una sociedad, que solamente podría garantizar el placer y el bienestar gracias a los ingresos que se producen por el afán consumista.
Así se establece una formula curiosa: Bienestar = Placer + Consumo (Claro que esto solamente es aplicable a determinadas clases sociales que no tienen que plantearse que se van a echar a la boca todos los días. Esto solamente es aplicable para las clases pudientes). Lo curioso es que los placeres que se desarrollan en esta disyuntiva no son placeres basados en aspectos culturales o sentimentales: no se dedican a fomentar la cultura, a leer, a viajar, a disfrutar de un atardecer… eso no son placeres para los ricos europeos hedonistas de los 70, eso queda reservado para los vanguardistas reminiscentes de los hippies y para los culturetas universitarios de las clases medias. Las clases altas, desde su prepotente torre de Babel, desde la que ven al resto de la humanidad como meras hormigas, a las que pueden pisotear cuando quieran, buscan otros tipos de placeres. Y cuando los consiguen buscan otros, radicalizándose la búsqueda del placer hasta extremos surrealistas.
Y esto es precisamente lo que critica esta película: el placer por el placer, el placer sinsentido, encarnado en estos 4 señores, representantes simbólicos de unas clases pudientes que cuentan con el poder, con la riqueza económica y con el prestigio social, pero que, en su foro interno, están vacios, y pretenden llenar ese vacío con comida, con sexo, con placer, con lo que sea con tal de “llenarse” ... hasta morir, porque hasta la muerte es considerada por estos tipos un placer, un juego macabro en el que irán cayendo todos.
Es la atracción del placer, que no conoce clases sociales.
Para entenderlo mejor una metáfora: imagínense una escena en el Londres descrito por Dickens en sus obras.
Un chico de la calle, hambriento y trapajoso, ve desde detrás de la ventana de un restaurante como los acaudalados señores y señoras de las clases altas degustan suculentos manjares, que el muchacho no ha visto ni en pintura. Imagínense también que, por un giro del destino, al chico le dan la oportunidad de comer todo lo que quiera de una mesa gigante llena de toneladas de comida: probablemente el niño comería hasta reventar, o mejor dicho, hasta casi reventar, porque aun conservaría un mínimo de humanidad y de instinto de supervivencia que la haría saber cuando tiene que parar.
PACO IBAÑEZ
Por Bicho
Sus inicios
De padre valenciano y madre vasca, es el menor de cuatro hermanos. Pasa su primera infancia en Barcelona, lugar en el que reside actualmente. Tras la guerra civil, su familia se ve obligada a exiliarse a Francia puesto que su padre era un militante anarcosindicalista de la CNT. Entre el invierno de 1939 y el inicio de la ocupación alemana, residirán en París. Su padre, militante anarquista, es arrestado e internado en un campo de trabajo para republicanos españoles. Su madre regresa entonces con los cuatro hijos a San Sebastián para trabajar, viviendo en el caserío familiar de Aduna en Guipúzcoa hasta los 14 años. Más tarde, estos recuerdos de infancia en el caserío familiar los recoge en su disco Oroitzen —Recordando—, cantado en euskera. En 1948, la familia atraviesa clandestinamente la frontera y se reúne con el padre en Perpiñán. Paco aprende de su padre el oficio de ebanista, al tiempo que comienza a estudiar violín. Pronto sustituye el violín por la guitarra. Instalados definitivamente en París, a principios de los años cincuenta, descubre primero la música de Georges Brassens y de Atahualpa Yupanqui, referencias fundamentales para su formación artística e ideológica, e inmediatamente después a Léo Ferré y al movimiento existencialista francés, que se encontraba en pleno auge.
En 1956 la foto de una mujer andaluza vestida de negro le inspira su primera canción sobre el poema "La más bella niña", de Luis de Góngora. Con los poemas de Góngora a los que añade otros de García Lorca realiza su primera grabación en 1964. Un disco que, desde el mismo momento de su aparición, se convierte en un clásico utilizado por los profesores de lengua y literatura española como material pedagógico, y por los defensores de las libertades como un símbolo de resistencia cultural.
En 1958, una amiga de Paco y de Pierre Pascal, le lleva a Salvador Dalí, a Cadaqués, un disco de prueba con algunas canciones de Lorca y Góngora. Cuando Salvador Dalí lo escucha quiere conocer "al muchacho" que ha hecho el disco. Cuando se conocen, nace la idea de que el pintor realice el dibujo para la portada del disco y se inaugura así una estrecha relación de Paco, no sólo con el mundo de la poesía y de la literatura en general, sino también con el de las artes plásticas.
Paco Ibáñez y el activismo
En 1966, junto a diversos activistas culturales asentados en la capital francesa funda "La Carraca" donde se presentan espectáculos en lengua castellana (representaciones teatrales, exposiciones de pintura, coloquios literarios, manifestaciones musicales y proyecciones cinematográficas). En esa época la casa de los Ibáñez en París es un centro de paso y acogida de los muchos artistas, políticos e intelectuales españoles que pasan por la capital francesa, idas y venidas del exilio o simples escapadas para respirar aire fresco.
El segundo disco de la colección "España de hoy y de siempre" aparece en 1967 incluye poemas de Rafael Alberti, Luis de Góngora, Blas de Otero, Gabriel Celaya, Miguel Hernández y Francisco de Quevedo. Otro clásico. Esta vez el disco estará ilustrado por José Ortega.
En febrero de 1968 ofrece su primer concierto en España, en Manresa, durante la "Primera Trobada de Canço de Testimoni". A partir de ahí su actividad se extiende por diversas Universidades llegando a cantar en TVE el tema "Andaluces de Jaén", de Miguel Hernández. Inmediatamente después se instala en Barcelona donde contacta con José Agustín Goytisolo, amistad convertida en colaboración íntima.
En mayo de 1968, en una emisión de la TV francesa realizada en directo por Raoul Sangla, presenta el disco y Ortega las pinturas que lo ilustran. En esta emisión canta "La poesía es un arma cargada de futuro", de Gabriel Celaya y "Balada del que nunca fue a Granada", de Rafael Alberti.
Problemas con el franquismo
Con motivo del primer aniversario de la toma estudiantil, el 12 de mayo de 1969, realiza un concierto en La Sorbona. Un pequeño cartel amarillo realizado por los estudiantes y pegado en los árboles, en los cristales de los cafés, en los pasillos de las aulas, anuncian un concierto de “Paco Ibáñez, la voz libre de España”, en la sala Richelieu. Los universitarios franceses se identifican con él y le toman como uno de sus símbolos. En este mismo año edita su tercer disco con poemas de Rafael Alberti, Luis Cernuda, León Felipe, Gloria Fuertes, Antonio Machado, José Agustín Goytisolo. El autor de la pintura que ilustrará el disco es Antonio Saura. En diciembre, realiza su recordada aparición en el Olympia de París. Un doble álbum recoge esta velada. En el Olympia canta por primera vez una canción de Georges Brassens traducida al castellano.
En 1970, conoce a Pablo Neruda en París, que oye por primera vez sus poemas cantados. "Tú tienes que cantar mis poemas, tu voz está hecha para cantar mi poesía..." le dice el poeta.
Un año después, el gobierno español incluye a Paco Ibáñez en su larga lista de censurados, se le prohíbe cualquier actuación en el territorio español. Las dificultades para seguir viviendo en Barcelona le aconsejan regresar a París, desde donde viaja por todo el mundo, especialmente por los países de América Latina. En todos estos años entra en contacto con numerosos personajes del mundo de la cultura, como el escritor vallisoletano Blas Pajarero.
En el año 1975, tras la muerte del dictador Francisco Franco se levanta la censura sobre su música, pero se queda todavía en París. Durante esos años, en España se celebran conciertos multitudinarios y es invitado a participar, aunque generalmente rehúsa. Colabora también en algunos actos anarcosindicalistas de la recién legalizada CNT.
En la campaña electoral de 1982 realiza un concierto en Madrid ante miles de personas, en el cierre de campaña electoral del PSOE, que ganaría por primera vez las elecciones generales. (si no fuera por el público, seguro que se habrá arrepentido mil veces).
Las últimas décadas
El ministro de Cultura del Gobierno de Mitterrand, le otorga la Medalla de las Artes y las Letras en 1983. No la acepta: "Un artista tiene que ser libre en las ideas que pretende defender. A la primera concesión pierdes parte de tu libertad. La única autoridad que reconozco es la del público y el mejor premio son los aplausos que se lleva uno a casa." En 1987 Jack Lang le otorga por segunda vez la Medaille des Arts et des Lettres. Nuevamente la rechaza.
A principios de la década de los 90 publica un nuevo disco “Por una canción”. Se instala definitivamente en España, primero en Madrid, después en Aduna y desde 1994 en Barcelona.
En el mes de agosto de 1998, Almenara, Sociedad Cultural Andaluza, le concede en Barcelona el Premio "Gerald Brenan" en reconocimiento a su larga trayectoria en pro de la libertad y la poesía, así como su esfuerzo de independencia de los poderes políticos, económicos y culturales; siguiendo su principio de no aceptar premios, lo rehúsa.En los últimos años ha colaborado con la actriz y poeta Tachia Quintanar.
Pondremos alguna de sus canciones en los comentarios.
Fuentes; Wikipedia
Bicho.
LA MAGIA del CIRCO
(B) .
El circo representa una importante parte de la cultura humana, una noble empresa construida a lo largo de muchos siglos, prácticamente desde que el hombre empezó a registrar sus hazañas, sus descubrimientos, sus ideas, sus creencias, resumiendo, su cultura.
La historia del Circo se remonta al legado cultural dejado por algunas de las civilizaciones antiguas, desde el lejano oriente (China, Mongolia, India, etc.), hasta el occidente próximo (Grecia, Roma, Egipto, etc.). En estas sociedades, aproximadamente 3.000 años atrás, algunas de las actividades que hoy relacionamos como parte del contenido circense, como la acrobacia, el contorsionismo o el equilibrismo, tenían una utilidad altamente relacionada con la preparación de guerreros, con los rituales religiosos y con las prácticas festivas.
Los derechos humanos y derechos de los animales han sido una parte integral de la evolución reciente de los circos y las artes circenses en general.
Por ejemplo, las deformaciones o condiciones especiales en animales o en humanos, eran parte de un espectáculo mórbido que, peyorativamente, se refería como fenómenos. Un caso famoso fue el del «Hombre elefante». Aunque vetados en muchas partes del mundo, en algunas otras, estos espectáculos continúan en una forma separada y paralela a algunas ferias o carnavales.
Respecto a los derechos de los animales, son numerosas las ONG de defensa de los derechos de los animales, ciudadanos y colectivos sensibilizados en el tema, como el de veganos que no sólo critican duramente el trato que se le da a los animales que son empleados en algunos circos, si no que desaprueban el hecho de sacar a los animales de su hábitat natural contra su voluntad, encerrarlos y usarlos como objetos para entrener. Por ello, hacen campaña para pedir a la gente que no vaya a circos en los que se haga uso de animales.
Uno de los circos más famosos de la actualidad es Cirque du Soleil.
La historia del Cirque du Soleil se remonta a 1984 cuando esta agrupación nace con ayuda del gobierno de Québec, en Canadá.
Fue creado específicamente por los ex artistas callejeros Guy Laliberté y Daniel Gauthier en Baie-Saint-Paul. El origen de su nombre se remonta a un día en que Laliberté admiró una puesta de sol en Hawai. Poco después, optó por usar el término en francés “soleil” (sol en español) y al buscarlo en el diccionario de símbolos, encontró que su significado es “juventud, dinamismo y energía”.
El concepto clave que el grupo buscaba era el de mezclar teatro y las artes del circo, sin dejar de lado los entretenimientos callejeros. Todo acompañado de ropajes extravagantes, mágicas luces, música original y una regla básica: nada de animales en el escenario.
La primera producción se presentó en la ciudad de Gaspé. Luego en 1985, comienzan a dar sus primeros pasos fuera de Canadá, mostrando su espectáculo en EU, en ciudades como Los Angeles, San Diego y Santa Mónica.
En el itinerario del Cirque du Soleil existen más de 10 espectáculos que han recorrido el mundo entero. Sin embargo, en la memoria de los seguidores son quizás éstos los que tienen el lugar más inamovible:
-Alegría (1994-vigente)
Deriva de una palabra en español y el show muestra lso cambios sociales de la humanidad en una puesta en escena que tiene lugar dentro de un castillo.
El espectáculo se apartó significativamente de la atmósfera circense brillante observada en anteriores producciones y es mucho más oscura.
Fue creada para celebrar el décimo aniversario del circo y narra una evolución histórica que incluye desde las monarquías medievales hasta las democracias recientes apoyado por personajes variopintos como reyes, presidentes, cortesanas, juglares y mendigos.
-Quidam (1996-vigente)
Quidam se estrenó en Montreal en 1996 y también es un espectáculo “oscuro”. Deriva del término en latín usado para “un transeúnte sin nombre”.
La historia cuenta sobre las imágenes que están en la mente de Zoe, una joven disgustada y con muchos sentimientos de angustia y fragilidad, de miedo y deseo.
La obra eleva la magia, el drama y la interpretación a nuevas dimensiones para reflejar artísticamente las emociones humanas.
-Mystère (1993- vigente)
A trevés de esta puesta en escena los artistas combinan el poder, la gracia y el atletismo en una representación teatral del tiempo en movimiento. Se trata de un viaje metafórico al ritmo de tambores Taikos japoneses.
El concepto para Mystère consistió en la exploración de los orígenes de la vida en nuestro universo; los temas que lo integran son un conglomerado de numerosas mitologías provenientes de diferentes culturas. Por otra parte, la musicalización fue radicalmente distinta al estilo previo y tradicionalista de Cirque, enfocándose más en ritmos étnicos de españoles, africanos y europeos.
· Saltimbanco (1992- vigente)
Una celebración de la vida. Saltimbanco fue creado como un antídoto contra la violencia y la desesperación típica del siglo XX.
Este espectáculo fantasmagórico propone una nueva visión del mundo urbano, inundado de optimismo y felicidad. Con una visión caleidoscópica rebosante de aventura, Saltimbanco es una producción donde cualquier cosa puede pasar. Con un lenguaje peculiar, esta obra llega al alma a través de la música, la voz y el cuerpo.
Idealista o no, la exhibición, cuyo título proviene del término francés “saltimbanqui” (en español, acróbata o artista de la calle) contiene unas coreografías impecables.
Con un total de 47 artistas en escena, el elenco se compuso de ciudadanos de 15 países diferentes. A la fecha, sigue siendo el show de mayor duración que Cirque du Soleil ha producido: más de 15 años.
Cabe resaltar que Cirque du Soleil incluye artistas locales en cada país que visita.
Un despliegue rico en creatividad, humor, acrobacia, danza y canto.
En todos los espectáculos la escenografía es toda una obra de arte.
El circo representa una importante parte de la cultura humana, una noble empresa construida a lo largo de muchos siglos, prácticamente desde que el hombre empezó a registrar sus hazañas, sus descubrimientos, sus ideas, sus creencias, resumiendo, su cultura.
La historia del Circo se remonta al legado cultural dejado por algunas de las civilizaciones antiguas, desde el lejano oriente (China, Mongolia, India, etc.), hasta el occidente próximo (Grecia, Roma, Egipto, etc.). En estas sociedades, aproximadamente 3.000 años atrás, algunas de las actividades que hoy relacionamos como parte del contenido circense, como la acrobacia, el contorsionismo o el equilibrismo, tenían una utilidad altamente relacionada con la preparación de guerreros, con los rituales religiosos y con las prácticas festivas.
Los derechos humanos y derechos de los animales han sido una parte integral de la evolución reciente de los circos y las artes circenses en general.
Por ejemplo, las deformaciones o condiciones especiales en animales o en humanos, eran parte de un espectáculo mórbido que, peyorativamente, se refería como fenómenos. Un caso famoso fue el del «Hombre elefante». Aunque vetados en muchas partes del mundo, en algunas otras, estos espectáculos continúan en una forma separada y paralela a algunas ferias o carnavales.
Respecto a los derechos de los animales, son numerosas las ONG de defensa de los derechos de los animales, ciudadanos y colectivos sensibilizados en el tema, como el de veganos que no sólo critican duramente el trato que se le da a los animales que son empleados en algunos circos, si no que desaprueban el hecho de sacar a los animales de su hábitat natural contra su voluntad, encerrarlos y usarlos como objetos para entrener. Por ello, hacen campaña para pedir a la gente que no vaya a circos en los que se haga uso de animales.
Uno de los circos más famosos de la actualidad es Cirque du Soleil.
La historia del Cirque du Soleil se remonta a 1984 cuando esta agrupación nace con ayuda del gobierno de Québec, en Canadá.
Fue creado específicamente por los ex artistas callejeros Guy Laliberté y Daniel Gauthier en Baie-Saint-Paul. El origen de su nombre se remonta a un día en que Laliberté admiró una puesta de sol en Hawai. Poco después, optó por usar el término en francés “soleil” (sol en español) y al buscarlo en el diccionario de símbolos, encontró que su significado es “juventud, dinamismo y energía”.
El concepto clave que el grupo buscaba era el de mezclar teatro y las artes del circo, sin dejar de lado los entretenimientos callejeros. Todo acompañado de ropajes extravagantes, mágicas luces, música original y una regla básica: nada de animales en el escenario.
La primera producción se presentó en la ciudad de Gaspé. Luego en 1985, comienzan a dar sus primeros pasos fuera de Canadá, mostrando su espectáculo en EU, en ciudades como Los Angeles, San Diego y Santa Mónica.
En el itinerario del Cirque du Soleil existen más de 10 espectáculos que han recorrido el mundo entero. Sin embargo, en la memoria de los seguidores son quizás éstos los que tienen el lugar más inamovible:
-Alegría (1994-vigente)
Deriva de una palabra en español y el show muestra lso cambios sociales de la humanidad en una puesta en escena que tiene lugar dentro de un castillo.
El espectáculo se apartó significativamente de la atmósfera circense brillante observada en anteriores producciones y es mucho más oscura.
Fue creada para celebrar el décimo aniversario del circo y narra una evolución histórica que incluye desde las monarquías medievales hasta las democracias recientes apoyado por personajes variopintos como reyes, presidentes, cortesanas, juglares y mendigos.
-Quidam (1996-vigente)
Quidam se estrenó en Montreal en 1996 y también es un espectáculo “oscuro”. Deriva del término en latín usado para “un transeúnte sin nombre”.
La historia cuenta sobre las imágenes que están en la mente de Zoe, una joven disgustada y con muchos sentimientos de angustia y fragilidad, de miedo y deseo.
La obra eleva la magia, el drama y la interpretación a nuevas dimensiones para reflejar artísticamente las emociones humanas.
-Mystère (1993- vigente)
A trevés de esta puesta en escena los artistas combinan el poder, la gracia y el atletismo en una representación teatral del tiempo en movimiento. Se trata de un viaje metafórico al ritmo de tambores Taikos japoneses.
El concepto para Mystère consistió en la exploración de los orígenes de la vida en nuestro universo; los temas que lo integran son un conglomerado de numerosas mitologías provenientes de diferentes culturas. Por otra parte, la musicalización fue radicalmente distinta al estilo previo y tradicionalista de Cirque, enfocándose más en ritmos étnicos de españoles, africanos y europeos.
· Saltimbanco (1992- vigente)
Una celebración de la vida. Saltimbanco fue creado como un antídoto contra la violencia y la desesperación típica del siglo XX.
Este espectáculo fantasmagórico propone una nueva visión del mundo urbano, inundado de optimismo y felicidad. Con una visión caleidoscópica rebosante de aventura, Saltimbanco es una producción donde cualquier cosa puede pasar. Con un lenguaje peculiar, esta obra llega al alma a través de la música, la voz y el cuerpo.
Idealista o no, la exhibición, cuyo título proviene del término francés “saltimbanqui” (en español, acróbata o artista de la calle) contiene unas coreografías impecables.
Con un total de 47 artistas en escena, el elenco se compuso de ciudadanos de 15 países diferentes. A la fecha, sigue siendo el show de mayor duración que Cirque du Soleil ha producido: más de 15 años.
Cabe resaltar que Cirque du Soleil incluye artistas locales en cada país que visita.
Un despliegue rico en creatividad, humor, acrobacia, danza y canto.
En todos los espectáculos la escenografía es toda una obra de arte.
MAITENA
(B) .
“Leer a Maitena es una auténtica experiencia. Sus viñetas son como un espejo de la vida cotidiana, pero hay algo más, lo que hace de ella una artista de genio: te hace pensar, y esa es la finalidad del arte. Todo arte es un intento de entender cómo somos, y Maitena es una artista en el sentido más profundo y absoluto de la palabra"
-Rosa Montero, periodista y novelista
Maitena Burundarena nació en Buenos Aires en el año 1962.,Es conocida simplemente como Maitena. Ella es una historietista argentina. Vive entre Argentina y Uruguay. Está casada y tiene tres hijos.
Es de ascendencia vasca por parte de padre y polaca por parte de madre. Maitena en vasco significa la más amada.
Maitena comenzó dibujando tiras eróticas en Argentina para Sex Humor, Fierro, Humor y Cerdos y Peces. Sus primeras publicaciones europeas fueron para Makoki, de Barcelona.
Fue ilustradora gráfica tanto para revistas y diarios como para publicaciones especializadas en textos escolares. Fue también guionista de televisión, propietaria de un restaurante y dueña de un bar.
Su primera tira, Flo, se publicó en Tiempo Argentino, un diario porteño. Esos trabajos se recopilaron luego en el libro Y en este rincón, las mujeres, publicado por Ediciones de la Flor.
Entre 1998 y 2003, Maitena publicó una tira diaria cómica en la sección de humor de La Nación, bajo el nombre de Superadas. La tira fue reproducida por otros diarios argentinos como La Voz del Interior, Córdoba, Los Andes y Mendoza, y por muchos diarios extranjeros.
Hacia finales de 2002, se publicó el primer libro recopilatorio de la tira, Superadas 1, al que seguirían "Superadas 2" y "Superadas 3".
Maitena dibuja, mucha gente lo hace. Pero ella, además, opina, apunta, señala, retrata la idiosincrasia de la mujer actual y su rol social haciendo uso de una ironía aguda y con mucho humor.
Así lo expresa ella: "Me gusta mucho retratar mujeres de todas las edades. No me siento parte del fenómeno Bridget Jones, con quien a veces me comparan. Puede haber 'Bridgets' en mi trabajo, pero hay mujeres de muchas edades. Me gustan mucho las adolescentes y me gustan mucho las viejas. Me gusta muchísimo el personaje de la gente grande: te pueden decir cualquier barbaridad. Y me gustan esas mujeres opinando del mundo, de las mujeres o de la familia desde ese lugar.
Cualquier persona más o menos aguda se da cuenta de que estoy siempre contando mi vida. No me parece tan absurdo contar cosas que me ubican. Todo lo que me pasa tiene que ver con lo que hago, pero eso no quiere decir que sea auto-referencial: no cuento lo que me pasa a mí, pero cuando hay un tema que me toca y me da vueltas, pienso en ello y en qué le pasa con ese tema a la gente que conozco.
Cada historieta es un tema, no tengo personajes. Tomo ese tema, pienso de qué lado lo tomo (eso se me da con el título) y después busco cuatro, seis u ocho cosas sobre el tema (necesito que sea par), saco la cosa que me parezca menos relevante y voy dejando seis, o dejo dos; en definitiva, hago un poco de síntesis."
Con su trabajo nos asomamos a las peculiaridades del mundo femenino, y a su relación con su entorno, con atención especial a los hombres (ya sean maridos, novios o amantes) y los hijos. Mujeres casadas, solteras, viudas, adolescentes, de 40, 30 o 20 años, feas, guapas, gordas, delgadas, con o sin novio, exitosas en su trabajo o en paro... todas aparecen reflejadas en las viñetas de Maitena.
“La mejor definición que se me ocurre para Maitena es que no tiene pelos en el plumín. Nada de personajes 'reflexivos' ni firuletes inútiles. Espontánea y divertida, Maitena no pretende ser un 'espejo que refleja la realidad'. Por el contrario: ella agarra la realidad, con espejo y todo, y nos lo tira por la cabeza."
Quino, historietista y humorista gráfico
Fuentes:
http://www.guiadelcomic.com/humor/mujere s-alteradas.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Maitena
“Leer a Maitena es una auténtica experiencia. Sus viñetas son como un espejo de la vida cotidiana, pero hay algo más, lo que hace de ella una artista de genio: te hace pensar, y esa es la finalidad del arte. Todo arte es un intento de entender cómo somos, y Maitena es una artista en el sentido más profundo y absoluto de la palabra"
-Rosa Montero, periodista y novelista
Maitena Burundarena nació en Buenos Aires en el año 1962.,Es conocida simplemente como Maitena. Ella es una historietista argentina. Vive entre Argentina y Uruguay. Está casada y tiene tres hijos.
Es de ascendencia vasca por parte de padre y polaca por parte de madre. Maitena en vasco significa la más amada.
Maitena comenzó dibujando tiras eróticas en Argentina para Sex Humor, Fierro, Humor y Cerdos y Peces. Sus primeras publicaciones europeas fueron para Makoki, de Barcelona.
Fue ilustradora gráfica tanto para revistas y diarios como para publicaciones especializadas en textos escolares. Fue también guionista de televisión, propietaria de un restaurante y dueña de un bar.
Su primera tira, Flo, se publicó en Tiempo Argentino, un diario porteño. Esos trabajos se recopilaron luego en el libro Y en este rincón, las mujeres, publicado por Ediciones de la Flor.
Entre 1998 y 2003, Maitena publicó una tira diaria cómica en la sección de humor de La Nación, bajo el nombre de Superadas. La tira fue reproducida por otros diarios argentinos como La Voz del Interior, Córdoba, Los Andes y Mendoza, y por muchos diarios extranjeros.
Hacia finales de 2002, se publicó el primer libro recopilatorio de la tira, Superadas 1, al que seguirían "Superadas 2" y "Superadas 3".
Maitena dibuja, mucha gente lo hace. Pero ella, además, opina, apunta, señala, retrata la idiosincrasia de la mujer actual y su rol social haciendo uso de una ironía aguda y con mucho humor.
Así lo expresa ella: "Me gusta mucho retratar mujeres de todas las edades. No me siento parte del fenómeno Bridget Jones, con quien a veces me comparan. Puede haber 'Bridgets' en mi trabajo, pero hay mujeres de muchas edades. Me gustan mucho las adolescentes y me gustan mucho las viejas. Me gusta muchísimo el personaje de la gente grande: te pueden decir cualquier barbaridad. Y me gustan esas mujeres opinando del mundo, de las mujeres o de la familia desde ese lugar.
Cualquier persona más o menos aguda se da cuenta de que estoy siempre contando mi vida. No me parece tan absurdo contar cosas que me ubican. Todo lo que me pasa tiene que ver con lo que hago, pero eso no quiere decir que sea auto-referencial: no cuento lo que me pasa a mí, pero cuando hay un tema que me toca y me da vueltas, pienso en ello y en qué le pasa con ese tema a la gente que conozco.
Cada historieta es un tema, no tengo personajes. Tomo ese tema, pienso de qué lado lo tomo (eso se me da con el título) y después busco cuatro, seis u ocho cosas sobre el tema (necesito que sea par), saco la cosa que me parezca menos relevante y voy dejando seis, o dejo dos; en definitiva, hago un poco de síntesis."
Con su trabajo nos asomamos a las peculiaridades del mundo femenino, y a su relación con su entorno, con atención especial a los hombres (ya sean maridos, novios o amantes) y los hijos. Mujeres casadas, solteras, viudas, adolescentes, de 40, 30 o 20 años, feas, guapas, gordas, delgadas, con o sin novio, exitosas en su trabajo o en paro... todas aparecen reflejadas en las viñetas de Maitena.
“La mejor definición que se me ocurre para Maitena es que no tiene pelos en el plumín. Nada de personajes 'reflexivos' ni firuletes inútiles. Espontánea y divertida, Maitena no pretende ser un 'espejo que refleja la realidad'. Por el contrario: ella agarra la realidad, con espejo y todo, y nos lo tira por la cabeza."
Quino, historietista y humorista gráfico
Fuentes:
http://www.guiadelcomic.com/humor/mujere
http://es.wikipedia.org/wiki/Maitena
EL EPISODIO KUGELMASS
(B) Woody Allen
El profesor Kugelmass, quien dictaba clases de Humanidades en el City College, estaba infelizmente casado por segunda vez. Su esposa, Dafne Kugelmass, era una idiota. El también tenía dos hijos tontos de su primera esposa, Flo, y estaba hasta el cuello de deudas ocasionadas por los costos de la separación y manutención de los niños.
“¿Acaso yo sabía que las cosas iban a salir tan mal?”, se lamentó un día Kugelmass dirigiéndose a su analista. “Dafne era muy prometedora. ¿Quién podría sospechar que ella iba a abandonarse y a engordar como tonel? Además, ella tenía algunos dolarillos, lo que no es – por supuesto – razón suficiente para contraer nupcias pero tampoco viene mal, teniendo en cuenta los problemas “operativos” que tengo. ¿Entiende lo que le digo?
Kugelmass era calvo y tan peludo como un oso, pero tenía un gran corazón.
“Tengo que buscarme otra mujer”, agregó. “Necesito tener un affair. Es posible que no sea un buen partido pero soy un hombre que necesita vivir un romance.
Necesito sentir ternura, coquetear con alguien. Estoy envejeciendo y por ello es muy tarde para sentir el deseo de hacer el amor en Venecia, burlarse el uno del otro en el “21″ e intercambiar miradas tímidas sobre una copa de vino tinto a la luz de las velas. ¿Entiende lo que le digo?’’
El Dr. Mandel se movió en la silla y dijo: “No resolverá nada con una aventura amorosa. Usted es muy poco realista. Sus problemas son mucho más graves”.
“Debo tener una relación muy discreta”, seguía pensando en voz alta Kugelmass. “No puedo darme el lujo de divorciarme por segunda vez. Dafne me lo echaría en cara”
“Sr. Kugelmass – ”
“Sin embargo, no puede ser con nadie del City College porque Dafne también trabaja allí. De hecho, ninguna profesora de esa universidad vale gran cosa; sin embargo, alguna de las estudiantes …”
“Sr. Kugelmass – ”
“Ayúdeme. Anoche tuve un sueño. Estaba en una pradera y de pronto me puse a saltar con una cesta de comida y la cesta tenía un letrero que rezaba “Opciones”. Luego me di cuenta de que la cesta tenía un agujero”.
“Sr. Kugelmass, lo peor que puede hacer es representar de esa forma sus inhibiciones. Usted debe limitarse a expresar sus sentimientos para que los analicemos en conjunto. Usted ha estado en tratamiento el tiempo suficiente como para saber que no hay remedios instantáneos. Después de todo, soy un analista, no un mago”.
“Entonces, tal vez lo que necesite sea un mago”, dijo Kugelmass, levantándose de su asiento. Y con ello puso fin a su terapia.
Algunas semanas después, Kugelmass y Dafne se hallaban deprimidos en su apartamento como dos viejos muebles. De pronto, sonó el teléfono. Era de noche.
“Yo atiendo”, dijo Kugelmass. “Aló”.
¨Kugelmass?, se oyó al otro lado del teléfono. “Kugelmass, le habla Persky”.
“¿Quién?”
“Persky, ¿o debería decir “El Gran Persky?”
¿Perdón?
“He sabido que anda en búsqueda de un mago que le de una nota exótica a su vida. ¿No es así?”
“Chis!, susurró Kugelmass. “No cuelgue. ¿De dónde llama, Sr. Persky?”
Al día siguiente, por la tarde, Kugelmass subió por las escaleras de un decrépito edificio de apartamentos situado en el área de Bushwick, Brooklyn. Aguzando la mirada para romper la oscuridad del pasillo, Kugelmass finalmente encontró la puerta que buscaba y tocó el timbre. Voy a lamentarlo, pensó para sí.
Segundos después, era recibido por un hombre pequeño, delgado, con una mirada vidriosa.
¿Usted es Persky, el Grande?, dijo Kugelmass.
“El Gran Persky. ¿Quiere una tasa de té?
“No. Quiero vivir un romance. Quiero sentir la música, el amor y la belleza”.
“Pero no quiere tomar té. ¿Ah? Es raro. Muy bien, tome asiento”.
Persky se paró y fue al cuarto de atrás. Kugelmass oyó un movimiento de cajas y muebles. Persky reapareció, empujando un objeto de gran tamaño montado sobre unos patines con las ruedas chirriantes. Persky quitó algunos viejos pañuelos de seda que se encontraban en la parte superior y los sopló para quitarle el polvo. Se trataba de un armario chino mal laqueado y de tosca apariencia.
“Persky”, ¿qué se trae entre manos?, preguntó Kugelmass.
“Preste atención”, le respondió Persky. “Esto va a producir un bello efecto. Lo diseñé el año pasado para una ceremonia de los Caballeros de Pitia, pero el acto se suspendió por falta de público. Entre en el mueble”.
“¿Por qué? ¿Acaso va a atravesarlo con un montón de espadas o algo así?
¿Usted ve alguna espada?
Kugelmass puso cara de circunstancia y lanzando un gruñido se introdujo en el armario. El profesor no pudo evitar observar varias imitaciones de diamante de mala calidad pegadas en la madera contrachapada justo frente a su cara. “Esto es un chiste de mal gusto”, dijo.
“Tiene algo de broma. Bien, oiga lo que le voy a decir. Si lanzo una novela al interior del armario en el que usted se encuentra, cierro las puertas y toco tres veces, usted se verá proyectado en ese libro”.
Kugelmass hizo un gesto de incredulidad.
“Es mi varita mágica”, dijo Perksy. “Mi contacto con Dios. No sólo funciona con novelas. Puede ser un cuento, una obra de teatro, un poema. Podrá conocer algunas de las mujeres creadas por los mejores escritores del mundo. Sea cual fuere la mujer de sus sueños. Podrá hacer todo lo que desee como un verdadero triunfador. Luego, cuando haya vivido suficientes experiencias, pega un grito y volverá aquí al instante.
“Persky, ¿Usted está enfermo?
“Le estoy diciendo que todo estará bien”, expresó Persky.
Kugelmass mantuvo su escepticismo. ¿Lo que usted me quiere decir es que este cajón casero me puede transportar tal y como usted me lo ha descrito?
“Por apenas 20 dólares”.
Kugelmass buscó su billetera. “Ver para creer”, dijo.
Persky guardó los billetes en sus bolsillos y se dirigió a su biblioteca ¿A quién desea conocer? ¿A la Hermana Carrie? ¿Hester Prynne? ¿Ofelia? ¨Tal vez a algún personaje de Saul Bellow? ¿Qué le parece un encuentro con Temple Drake? Aunque para un hombre de su edad, ella sería una prueba muy difícil”
“A una francesa. Quiero tener un affair con una amante francesa”
“¿Nana?”
“No quiero tener que pagar por ello”.
¿Qué le parece Natacha de La Guerra y la Paz
“Le dije que una francesa. ¡Ya sé! ¿Qué le parece Emma Bovary? Me parece perfecta”.
“Muy bien, Kugelmass. Pegue un grito cuando esté harto”.
Persky introdujo en el armario una edición rústica de la novela de Flaubert.
“¿Está seguro de que esto no implica ningún riesgo?”, preguntó Kugelmass mientras Persky comenzaba a cerrar las puertas del armario.
“Seguro. ¿Hay algo seguro en este mundo tan loco?” Persky tocó tres veces el armario y luego abrió de par en par las puertas.
Kugelmass se había ido. En ese mismo instante, apareció en el dormitorio de la casa de Charles y Emma Bovary en Yonville. Ante él, se hallaba una hermosa mujer, de pie y dándole la espalda a Kugelmass mientras doblaba la lencería. No puedo creerlo, pensó Kugelmass, mirando a la cautivadora esposa del doctor. Esto es algo sobrenatural. Estoy aquí junto a ella.
Emma se volteó sorprendida. “Dios mío, me asustó”, expresó. “¿Quién es usted?” Emma habló en perfecto español como la traducción que aparecía en la edición rústica de Persky.
Esto es increíble, pensó Kugelmass. Luego, dándose cuenta de que era a él, a quien ella se había dirigido, respondió: “Disculpe. Soy Sidney Kugelmass, del City College. Soy profesor de Humanidades en una universidad neoyorquina, situada en las afueras de la ciudad. Yo … ¡no puedo creerlo!
Emma Bovary sonrió con coquetería y le preguntó: “¿Desea tomar algo? ¿Tal vez una copa de vino?
Es hermosa, pensó Kugelmass. ¡Qué diferencia con el troglodita con el que comparte la cama! Sintió un impulso repentino de tener entre sus brazos esta visión y decirle que era el tipo de mujer con el que había soñado toda su vida.
“Sí, un poco de vino”, contestó con voz ronca. “Blanco. No, tinto. No, blanco. Una copa de vino blanco”.
“Charles estará fuera todo el día”, expresó Emma, con voz insinuante.
Después del vino, fueron a dar un paseo por la encantadora campiña francesa. “Yo siempre había soñado con un misterioso extranjero que aparecería y me rescataría de la monotonía de esta aburrida existencia rural”, le confesó Emma, tomando su mano. Pasaron frente a una pequeña iglesia. “Me encanta la ropa que llevas puesta”, murmuró. “Nunca había visto un traje como ese. Es tan … tan moderno”.
“Lo llaman traje casual”, le explicó Kugelmass con voz romántica. “Estaba en oferta”. De pronto, la besó. Durante más de una hora, estuvieron recostados bajo un árbol, susurrándose frases al oído y expresándose ideas profundamente significativas con sus miradas. Luego, Kugelmass se incorporó. Acababa de recordar que tenía que encontrarse con Dafne en Bloomingdale’s. “Debo irme”, le dijo. “Pero no te preocupes, volveré”.
“Eso espero”, le dijo Emma.
Kugelmass le dio un abrazo apasionado y los dos caminaron de vuelta a casa. Acunó el rostro de Emma en las palmas de sus manos, la besó de nuevo y gritó: “Ya está bien, Persky”. Tengo que estar en Bloomingdale’s a las tres y media”.
Se produjo un ruido seco y Kugelmass volvió a Brooklyn.
“¿Y entonces? ¿Le mentí?, preguntó Persky, triunfante.
“Persky, se me hace tarde para encontrarme con mi mujer en la Avenida Lexington. Pero, ¿cuando puedo volver a viajar? ¿Mañana?
“Seguro. Sólo debe traer 20 dólares. Y no le mencione esto a nadie”.
“Por supuesto. Nada más llamaré a Rupert Murdoch”.
Kugelmass tomó un taxi que enfiló hacia la ciudad. Su corazón latía desenfrenadamente. Estoy enamorado, pensó, y tengo en mi poder un secreto maravilloso. Lo que él no se había dado cuenta era que en ese mismo momento los estudiantes de varios salones de clase del país le estaban preguntando a sus profesores: “¿Quién es ese personaje que aparece en la página 100?”. ¿Un judío calvo está besando a Madame Bovary? Un profesor de Sioux Falls, Dakota del Sur, suspiró y pensó: Dios mío, las cosas que se le ocurren a estos muchachos. Eso es culpa de la marihuana y de la coca.
Dafne Kugelmass se encontraba en el departamento de accesorios para baños en Bloomingdale’s cuando Kugelmass llegó jadeando. “¿Dónde estabas metido?”, preguntó molesta. “Son las cuatro y media”.
“Había mucho tráfico en la calle”, se excusó Kugelmass.
Al día siguiente, Kugelmass fue a visitar a Persky y a los pocos minutos había vuelto a viajar mágicamente a Yonville. Emma no pudo ocultar su emoción al verlo. Pasaron varias horas juntos, riendo y conversando sobre sus vidas. Antes de que Kugelmass partiera, hicieron el amor. ¡Dios mío, me acosté con Madame Bovary!” dijo entre dientes. “Yo, a quien le rasparon español en primer año”.
Transcurrieron los meses y Kugelmass fue a visitar a Persky en muchas oportunidades y desarrolló una íntima y apasionada relación con Emma Bovary. “Asegúrese de que siempre entre al libro antes de la página 120”, le dijo un día Kugelmass al mago. “Siempre tengo que encontrarme con ella antes de que Emma entre en contacto con el personaje de Rodolphe”,
“¿Por qué? ¿Acaso no puedes ganarle?”
“¿Ganarle?”. El pertenece a la aristocracia provinciana. Esos tipos no tienen nada mejor que hacer que flirtear con las mujeres y montar a caballo. Podríamos decir que él es uno de esos rostros que aparece en la revista Women’s Wear Daily, con un corte de pelo al estilo Helmut Berger. Sin embargo, para Emma es un galán irresistible”.
“¿Y su esposo no sospecha nada?”
“El no sabe ni donde está parado. Es un paramédico mediocre que comparte su vida con una bailarina. Siempre está listo para acostarse a las diez mientras ella se pone sus zapatillas de baile. Bueno, … nos vemos luego”.
Kugelmass entró al armario y pasó instantáneamente a la casa de los Bovary en Yonville. ¿Cómo te va, mi adorada?, le dijo a Emma.
¡Oh, Kugelmass!, susurró Emma. “Las cosas que tengo que soportar. Anoche mientras cenaba, el Sr. Personalidad se adormeció mientras comíamos el postre. Le estaba expresando todos mis sentimientos sobre Maxim’s y el ballet e inesperadamente oí un ronquido”.
“No te preocupes, mi amor. Estoy aquí contigo”, le dijo Kugelmass, abrazándola. Me he ganado esto a pulso, pensó, mientras olía el perfume francés de Emma y hundía su nariz en el cabello de su amada. He sufrido mucho. He gastado mucho dinero en analistas. He buscado hasta el cansancio. Ella es joven y núbil y yo estoy aquí, algunas páginas después de Léon y poco antes de Rodolphe. Como he aparecido en los capítulos adecuados, he podido manejar perfectamente la situación.
De hecho, Emma irradiaba tanta felicidad como Kugelmass. Ella estaba ansiosa de emociones y los relatos que Kugelmass le contaba sobre la vida nocturna de Broadway, los automóviles veloces y las estrellas de la televisión y de Hollywood, embelesaban a la preciosa joven francesa.
“Dime algo sobre O. J. Simpson”, le imploró una noche, mientras ella y Kugelmass paseaban cerca de la abadía de Bournisien.
“¿Qué te puedo decir? Es un gran atleta. Ha establecido una gran cantidad de marcas como corredor de fútbol americano. Tiene un gran movimiento. Es muy difícil tocarlo”.
“¿Y qué me dices de los premios de la Academia?”, preguntó Emma con melancolía. “Daría cualquier cosa por ganarme un Oscar”.
“Antes que nada debes recibir una nominación”.
“Ya lo sé. Tú me lo explicaste. Pero estoy convencida de que puedo actuar. Por supuesto, quisiera tomar algunas clases. Tal vez con Strasberg. Luego, si tuviera el agente adecuado ….”.
“Ya veremos, ya veremos. Hablaré con Persky”.
Esa noche, luego de haber regresado a salvo al apartamento del mago, Kugelmass le propuso la idea de traerse consigo a Emma para que visitara la Gran Manzana.
“Déjeme pensarlo”, le dijo Persky. “Tal vez pudiera hacer algo al respecto. Han ocurrido cosas más extrañas”. Desde luego, a ninguno de ellos se les vino a la cabeza ninguna.
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“¿Dónde diablos has estado metido todo este tiempo?”, le gritó Dafne Kugelmass a su marido cuando él volvió tarde a su casa. “¿Tienes una madriguera en la que te emborrachas a escondidas?”
“Sí, claro. Soy un borracho”, contestó Kugelmass con tono de desgano. “Estaba con Leonard Popkin. Estábamos discutiendo sobre la agricultura socialista en Polonia. Tú conoces muy bien a Popkin. Es un fanático del tema”.
“Has estado muy raro en los últimos tiempos”, comentó Dafne. “Distante. Tu no te olvidas del cumpleaños de mi padre. Es el sábado, ¿no?
“Sí, claro”, contestó Kugelmass, dirigiéndose al baño.
“Irá toda mi familia. Podremos ver a los mellizos. Y al primo Hamish. Deberías ser más amable con el primo Hamish. Le caes bien”.
“Sí, los morochos”, dijo Kugelmass, cerrando la puerta del baño y apagando con ello la voz de su mujer. El profesor se apoyó en la puerta, y respiró hondo. En pocas horas, se dijo a sí mismo, volvería a Yonville, para estar con su amada. Y en esta oportunidad, si todo salía de acuerdo a lo previsto, se traería a Emma consigo.
A las 3:15 p.m. del día siguiente, Persky volvió a realizar su acto de magia. Kugelmass se apareció ante Emma, sonriente y ansioso. Ambos pasaron varias horas en Yonville con Binet y luego se montaron en el carruaje de los Bovary. Siguiendo las instrucciones de Persky, se abrazaron con fuerza, cerraron sus ojos y contaron hasta diez. Cuando los abrieron, el carruaje estaba cerca de la puerta lateral del Hotel Plaza, en donde Kugelmass había reservado ese mismo día y con un gran optimismo, una suite.
“¡Me encanta!, es tal y como lo había soñado”, dijo Emma mientras daba saltos de alegría por la habitación y veía la ciudad desde su ventana. “Allí está Schwarz. Y allá veo el Central Park y ¿cuál es Sherry? Ah, allí está . ¡Es maravilloso!
En la cama había varias cajas de Halston y Saint Laurent. Emma abrió una de ellas y sacó un par de pantalones de terciopelo negro que puso delante de su perfecto cuerpo.
“Esos pantalones son de Ralph Lauren”, dijo Kugelmass. “Lucirás estupenda. Anda, cariño. Dame un beso”.
“Nunca había estado tan feliz”, gritó Emma mientras se paraba frente al espejo. “Vamos a pasear por la ciudad. Quiero ir a ver el musical “Chorus Line”, visitar el Guggenheim y ver el personaje de Jack Nicholson del que siempre me has hablado. “¿Están presentando alguna de sus películas?”
“No puedo entender lo que está pasando”, expresó un profesor de Stanford. “En primer lugar, aparece un extraño personaje llamado Kugelmass y ahora ella ha desaparecido de la obra. Supongo que la principal característica de una obra clásica es que uno puede releerla mil veces y siempre hallar algo nuevo”.
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Los amantes pasaron un dichoso fin de semana. Kugelmass le había dicho a Dafne que él iba a participar en un simposio en Boston y que regresaría el lunes. Saboreando cada momento, Kugelmass y Emma fueron al cine, cenaron en Chinatown, pasaron dos horas en una discoteca y se acostaron viendo una película en la televisión. El domingo durmieron hasta el mediodía, visitaron el SoHo, y miraron de soslayo a un grupo de celebridades que estaban en Elaine’s. Comieron caviar y bebieron champagne en su suite el domingo por la noche y conversaron hasta el amanecer. Esa mañana en el taxi que los llevaba al apartamento de Persky, Kugelmass pensó que era una cosa de locos pero valía la pena vivirla. No puedo traerla muy a menudo, pero el tenerla en Nueva York de vez en cuando representará un cambio significativo con respecto a Yonville.
En casa de Persky, Emma se introdujo en el armario, arregló sus nuevas cajas de ropa y le dio un tierno beso a Kugelmass. “Este será mi lugar la próxima ocasión, dijo con un guiño. Persky tocó tres veces el armario, pero no ocurrió nada.
“Este …”, dijo Persky, rascándose la cabeza. Tocó el mueble de nuevo, pero la magia no resultó. “Algo está funcionando mal”, masculló.
“Persky, estás bromeando”, gritó Kugelmass. “¡Cómo es posible que no funcione?”.
“Tranquilícese. ¿Estás todavía ahí adentro, Emma?
“Sí”.
Persky golpeó el mueble, esta vez con más fuerza.
“Todavía estoy aquí, Persky”.
“Ya lo sé, querida. No te muevas”.
“Persky, tenemos que hacerla volver”, susurró Kugelmass. “Soy un hombre casado, y tengo clase en tres horas. En estos momentos, sólo estoy preparado para un affair muy discreto”.
“No puedo entender lo que está ocurriendo”, murmuró Persky. “Es un truco tan sencillo y confiable”.
Sin embargo, no pudo hacer nada. “Esto me va a tomar algún tiempo”, le dijo a Kugelmass. “Voy a desarmar el mueble. Lo llamaré luego”.
Kugelmass lanzó a Emma dentro de un taxi y la llevó de vuelta al Plaza. Apenas pudo llegar a tiempo a su clase. Todo el día estuvo llamando por teléfono a Persky y a su amante. El mago le dijo que tal vez tendrían que pasar algunos días antes de que pudiera llegar al fondo del problema.
“¿Cómo te fue en el simposio?”, le preguntó Dafne esa noche.
“Muy bien, muy bien”, le contestó el esposo, encendiendo la colilla de un cigarrillo.
“¿Qué te pasa? Estás sumamente tenso”.
“¿Yo?” Ja, ja!, eso es un chiste. Estoy tan tranquilo como una noche de verano. Voy a salir a dar un paseo”. Cerró con cuidado la puerta, llamó un taxi que lo llevó al Plaza.
“Estoy en problemas”, dijo Emma. “Charles me extrañará”.
“Ten paciencia, cariño”, le dijo Kugelmass. Estaba pálido y sudoroso. La besó de nuevo, corrió hacia el ascensor, llamó desesperadamente a Persky desde una cabina telefónica en la recepción del Plaza y llegó a su casa poco antes de la medianoche.
“Según Popkin, los precios de la cebada en Cracovia no habían mostrado tanta estabilidad desde 1971”, le dijo a Dafne mientras esbozaba una sonrisa y se acostaba junto a ella.
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Toda la semana transcurrió igual. El viernes por la noche, Kugelmass le dijo a Dafne que iba a participar en otra conferencia, esta vez en Syracuse. Salió disparado al Plaza, pero el segundo fin de semana no se asemejó en nada al primero. “Llévame de vuelta a la novela o cásate conmigo”, le dijo Emma a Kugelmass. “Mientras tanto, quiero conseguir un trabajo o estudiar porque estoy harta de ver televisión todo el día”.
“Me parece bien. Podremos utilizar el dinero”, le dijo Kugelmass. “Estás gastando una fortuna pidiendo servicio a la habitación del hotel”.
“Ayer conocí a un productor de Off Broadway en el Central Park y me dijo que podría encajar a la perfección en un proyecto que está realizando”, dijo Emma.
“¿Quién es ese payaso?”, le preguntó Kugelmass.
“No es un payaso. Es un hombre sensible, amable y lindo. Se llama Jeff … algo y es candidato a un premio Tony”.
Esa misma tarde, Kugelmass fue a visitar a Persky en estado de ebriedad.
“Cálmese”, le dijo el mago. “Puede enfermarse de las coronarias”.
“¿Tranquilizarme?, ¿Cómo me voy a calmar si tengo a un personaje de ficción escondido en un hotel y creo que mi esposa me está siguiendo con un detective privado?”
“Está bien. Sé que estamos metidos en un problema”, Persky se arrastró bajo el mueble y comenzó a golpear algo con una llave inglesa.
“Parezco un animal salvaje”, prosiguió Kugelmass. “Ando a escondidas por toda la ciudad y Emma y yo estamos hartos de la relación. Por no hablar de la cuenta del hotel que ya se parece al presupuesto de defensa”.
“¿Qué puedo hacer? Así es el mundo de la magia”, masculló Persky. “Todo es cuestión de matices”.
“Matices, un carajo. Esta muchachita lo único que consume es Dom Perignon y caviar. A eso hay que sumarle su vestuario, la inscripción en el Neighborhood Playhouse y un portafolios con fotos profesionales. Además de eso, Persky, el profesor Fivish Popkind, que enseña Literatura Comparada y siempre ha estado celoso de mí, me identificó como el personaje que aparece esporádicamente en el libro de Flaubert. Me ha amenazado con que le va a contar todo a Dafne. Ya me veo arruinado, pagándole la pensión alimentaria a mi mujer, y en la cárcel. Por el pecado de adulterio con Madame Bovary, mi esposa me convertirá en un mendigo.
“¿Qué quiere que le diga?” Estoy trabajando día y noche para resolver el problema. En lo que respecta a su angustia, no puedo hacer nada por usted. Soy un mago, no un psicoanalista”.
El domingo por la tarde, Emma se había encerrado en el baño y se negaba a responder a los ruegos de Kugelmass. El atribulado profesor miró la ventana del edificio Wollman Rink y contempló la posibilidad de suicidarse. Lo malo es que me encuentro en un piso muy bajo, pensó; de no ser por ello, me lanzaría en el acto. También podría huir a Europa y comenzar una nueva vida … Tal vez podría vender el International Herald Tribune como lo solían hacer esas muchachas.
En ese momento sonó el teléfono y Kugelmass lo llevó mecánicamente a su oído.
“Traiga a Emma”, dijo Persky. “Creo que reparé el defecto que tenía el mueble”.
El corazón de Kugelmass estuvo a punto de detenerse. ¿Está hablando en serio?, le dijo ¿Logró arreglarlo?”
“Tenía un problema en la transmisión. ¿Quién se lo iba a imaginar?
“Persky, usted es un genio. Estaremos allí en un minuto. En menos de un minuto.
Una vez más, los amantes corrieron al apartamento del mago y de nuevo Emma Bovary se introdujo en el armario con sus cajas. En esta oportunidad no hubo besos. Persky cerró las puertas, respiró fuertemente y tocó la caja tres veces. Se produjo el ruido habitual y cuando Persky echó un vistazo al interior el mueble estaba vacío. Madame Bovary había regresado a su novela. Kugelmass exhaló un suspiro de alivio y estrechó efusivamente la mano del mago.
“Se acabó”, dijo. “Aprendí la lección. Nunca volveré a faltarle a mi mujer. Se lo juro”. Estrechó de nuevo la mano de Persky e hizo la promesa mental de que le iba a enviar un corbatín.
Tres semanas después, al terminar una bella tarde de primavera, Persky escuchó el timbre y abrió la puerta. Era Kugelmass, con una expresión avergonzada en el rostro.
“Está bien, Kugelmass’’, ¿adónde quiere ir ahora?
“Sólo una vez más”, indicó Kugelmass. “El tiempo es tan encantador y yo sigo envejeciendo. Persky, ¿usted ha leído el libro La Denuncia de Portnoy. ¿Recuerda el personaje del Mono?
“Ahora el precio es 25 dólares, ya que el costo de la vida ha aumentado. Sin embargo, la primera vez podrá ir gratis, debido a todos los problemas que le causé”.
“Usted sí es buena gente”, le dijo Kugelmass, mientras se peinaba los pocos cabellos que le quedaban y entraba en el armario. ¿Está funcionando bien?”
“Eso espero. Sin embargo, no lo he probado mucho desde que ocurrió todo ese desastre”.
“Sexo y romance”, dijo Kugelmass desde el interior del armario. “Lo que uno tiene que hacer por una cara bonita”.
Persky lanzó al interior un ejemplar de “La Denuncia de Portnoy” y tocó tres veces la caja. En esta oportunidad, en lugar de hacer un ruido seco, se produjo una ligera explosión, seguida por una serie de chisporroteos y una lluvia de centellas. Persky saltó hacia atrás, sufrió un ataque cardiaco y cayó muerto. El mueble se incendió y, al final, se quemó todo el apartamento.
Kugelmass, que no tenía conocimiento de esta catástrofe, también estaba en aprietos. El no había ido a parar al libro “La Denuncia de Portnoy” ni a ninguna otra novela sobre el mismo tema. El profesor había sido proyectado a un viejo libro de texto llamado “Curso básico de Español” y estaba corriendo sobre un terreno árido y pedregoso para salvar su vida mientras la palabra tener, un verbo peludo e irregular, corría tras él gracias a sus larguiruchas piernas.
NOTA: El texto fue tomado de Sólamente tú (Nothing but you, Love Stories from The New Yorker), una selección de textos publicados en la revista The New Yorker, que editara Roger Angell en 1977.
El texto de Woody Allen (escrito en 1970) podría perfectamente haberse convertido en una película de este director, amante de las paradojas culturales que se mezclan y generan ocurrencias que pueden ser entendidas como dilemas universales.
El profesor Kugelmass, quien dictaba clases de Humanidades en el City College, estaba infelizmente casado por segunda vez. Su esposa, Dafne Kugelmass, era una idiota. El también tenía dos hijos tontos de su primera esposa, Flo, y estaba hasta el cuello de deudas ocasionadas por los costos de la separación y manutención de los niños.
“¿Acaso yo sabía que las cosas iban a salir tan mal?”, se lamentó un día Kugelmass dirigiéndose a su analista. “Dafne era muy prometedora. ¿Quién podría sospechar que ella iba a abandonarse y a engordar como tonel? Además, ella tenía algunos dolarillos, lo que no es – por supuesto – razón suficiente para contraer nupcias pero tampoco viene mal, teniendo en cuenta los problemas “operativos” que tengo. ¿Entiende lo que le digo?
Kugelmass era calvo y tan peludo como un oso, pero tenía un gran corazón.
“Tengo que buscarme otra mujer”, agregó. “Necesito tener un affair. Es posible que no sea un buen partido pero soy un hombre que necesita vivir un romance.
Necesito sentir ternura, coquetear con alguien. Estoy envejeciendo y por ello es muy tarde para sentir el deseo de hacer el amor en Venecia, burlarse el uno del otro en el “21″ e intercambiar miradas tímidas sobre una copa de vino tinto a la luz de las velas. ¿Entiende lo que le digo?’’
El Dr. Mandel se movió en la silla y dijo: “No resolverá nada con una aventura amorosa. Usted es muy poco realista. Sus problemas son mucho más graves”.
“Debo tener una relación muy discreta”, seguía pensando en voz alta Kugelmass. “No puedo darme el lujo de divorciarme por segunda vez. Dafne me lo echaría en cara”
“Sr. Kugelmass – ”
“Sin embargo, no puede ser con nadie del City College porque Dafne también trabaja allí. De hecho, ninguna profesora de esa universidad vale gran cosa; sin embargo, alguna de las estudiantes …”
“Sr. Kugelmass – ”
“Ayúdeme. Anoche tuve un sueño. Estaba en una pradera y de pronto me puse a saltar con una cesta de comida y la cesta tenía un letrero que rezaba “Opciones”. Luego me di cuenta de que la cesta tenía un agujero”.
“Sr. Kugelmass, lo peor que puede hacer es representar de esa forma sus inhibiciones. Usted debe limitarse a expresar sus sentimientos para que los analicemos en conjunto. Usted ha estado en tratamiento el tiempo suficiente como para saber que no hay remedios instantáneos. Después de todo, soy un analista, no un mago”.
“Entonces, tal vez lo que necesite sea un mago”, dijo Kugelmass, levantándose de su asiento. Y con ello puso fin a su terapia.
Algunas semanas después, Kugelmass y Dafne se hallaban deprimidos en su apartamento como dos viejos muebles. De pronto, sonó el teléfono. Era de noche.
“Yo atiendo”, dijo Kugelmass. “Aló”.
¨Kugelmass?, se oyó al otro lado del teléfono. “Kugelmass, le habla Persky”.
“¿Quién?”
“Persky, ¿o debería decir “El Gran Persky?”
¿Perdón?
“He sabido que anda en búsqueda de un mago que le de una nota exótica a su vida. ¿No es así?”
“Chis!, susurró Kugelmass. “No cuelgue. ¿De dónde llama, Sr. Persky?”
Al día siguiente, por la tarde, Kugelmass subió por las escaleras de un decrépito edificio de apartamentos situado en el área de Bushwick, Brooklyn. Aguzando la mirada para romper la oscuridad del pasillo, Kugelmass finalmente encontró la puerta que buscaba y tocó el timbre. Voy a lamentarlo, pensó para sí.
Segundos después, era recibido por un hombre pequeño, delgado, con una mirada vidriosa.
¿Usted es Persky, el Grande?, dijo Kugelmass.
“El Gran Persky. ¿Quiere una tasa de té?
“No. Quiero vivir un romance. Quiero sentir la música, el amor y la belleza”.
“Pero no quiere tomar té. ¿Ah? Es raro. Muy bien, tome asiento”.
Persky se paró y fue al cuarto de atrás. Kugelmass oyó un movimiento de cajas y muebles. Persky reapareció, empujando un objeto de gran tamaño montado sobre unos patines con las ruedas chirriantes. Persky quitó algunos viejos pañuelos de seda que se encontraban en la parte superior y los sopló para quitarle el polvo. Se trataba de un armario chino mal laqueado y de tosca apariencia.
“Persky”, ¿qué se trae entre manos?, preguntó Kugelmass.
“Preste atención”, le respondió Persky. “Esto va a producir un bello efecto. Lo diseñé el año pasado para una ceremonia de los Caballeros de Pitia, pero el acto se suspendió por falta de público. Entre en el mueble”.
“¿Por qué? ¿Acaso va a atravesarlo con un montón de espadas o algo así?
¿Usted ve alguna espada?
Kugelmass puso cara de circunstancia y lanzando un gruñido se introdujo en el armario. El profesor no pudo evitar observar varias imitaciones de diamante de mala calidad pegadas en la madera contrachapada justo frente a su cara. “Esto es un chiste de mal gusto”, dijo.
“Tiene algo de broma. Bien, oiga lo que le voy a decir. Si lanzo una novela al interior del armario en el que usted se encuentra, cierro las puertas y toco tres veces, usted se verá proyectado en ese libro”.
Kugelmass hizo un gesto de incredulidad.
“Es mi varita mágica”, dijo Perksy. “Mi contacto con Dios. No sólo funciona con novelas. Puede ser un cuento, una obra de teatro, un poema. Podrá conocer algunas de las mujeres creadas por los mejores escritores del mundo. Sea cual fuere la mujer de sus sueños. Podrá hacer todo lo que desee como un verdadero triunfador. Luego, cuando haya vivido suficientes experiencias, pega un grito y volverá aquí al instante.
“Persky, ¿Usted está enfermo?
“Le estoy diciendo que todo estará bien”, expresó Persky.
Kugelmass mantuvo su escepticismo. ¿Lo que usted me quiere decir es que este cajón casero me puede transportar tal y como usted me lo ha descrito?
“Por apenas 20 dólares”.
Kugelmass buscó su billetera. “Ver para creer”, dijo.
Persky guardó los billetes en sus bolsillos y se dirigió a su biblioteca ¿A quién desea conocer? ¿A la Hermana Carrie? ¿Hester Prynne? ¿Ofelia? ¨Tal vez a algún personaje de Saul Bellow? ¿Qué le parece un encuentro con Temple Drake? Aunque para un hombre de su edad, ella sería una prueba muy difícil”
“A una francesa. Quiero tener un affair con una amante francesa”
“¿Nana?”
“No quiero tener que pagar por ello”.
¿Qué le parece Natacha de La Guerra y la Paz
“Le dije que una francesa. ¡Ya sé! ¿Qué le parece Emma Bovary? Me parece perfecta”.
“Muy bien, Kugelmass. Pegue un grito cuando esté harto”.
Persky introdujo en el armario una edición rústica de la novela de Flaubert.
“¿Está seguro de que esto no implica ningún riesgo?”, preguntó Kugelmass mientras Persky comenzaba a cerrar las puertas del armario.
“Seguro. ¿Hay algo seguro en este mundo tan loco?” Persky tocó tres veces el armario y luego abrió de par en par las puertas.
Kugelmass se había ido. En ese mismo instante, apareció en el dormitorio de la casa de Charles y Emma Bovary en Yonville. Ante él, se hallaba una hermosa mujer, de pie y dándole la espalda a Kugelmass mientras doblaba la lencería. No puedo creerlo, pensó Kugelmass, mirando a la cautivadora esposa del doctor. Esto es algo sobrenatural. Estoy aquí junto a ella.
Emma se volteó sorprendida. “Dios mío, me asustó”, expresó. “¿Quién es usted?” Emma habló en perfecto español como la traducción que aparecía en la edición rústica de Persky.
Esto es increíble, pensó Kugelmass. Luego, dándose cuenta de que era a él, a quien ella se había dirigido, respondió: “Disculpe. Soy Sidney Kugelmass, del City College. Soy profesor de Humanidades en una universidad neoyorquina, situada en las afueras de la ciudad. Yo … ¡no puedo creerlo!
Emma Bovary sonrió con coquetería y le preguntó: “¿Desea tomar algo? ¿Tal vez una copa de vino?
Es hermosa, pensó Kugelmass. ¡Qué diferencia con el troglodita con el que comparte la cama! Sintió un impulso repentino de tener entre sus brazos esta visión y decirle que era el tipo de mujer con el que había soñado toda su vida.
“Sí, un poco de vino”, contestó con voz ronca. “Blanco. No, tinto. No, blanco. Una copa de vino blanco”.
“Charles estará fuera todo el día”, expresó Emma, con voz insinuante.
Después del vino, fueron a dar un paseo por la encantadora campiña francesa. “Yo siempre había soñado con un misterioso extranjero que aparecería y me rescataría de la monotonía de esta aburrida existencia rural”, le confesó Emma, tomando su mano. Pasaron frente a una pequeña iglesia. “Me encanta la ropa que llevas puesta”, murmuró. “Nunca había visto un traje como ese. Es tan … tan moderno”.
“Lo llaman traje casual”, le explicó Kugelmass con voz romántica. “Estaba en oferta”. De pronto, la besó. Durante más de una hora, estuvieron recostados bajo un árbol, susurrándose frases al oído y expresándose ideas profundamente significativas con sus miradas. Luego, Kugelmass se incorporó. Acababa de recordar que tenía que encontrarse con Dafne en Bloomingdale’s. “Debo irme”, le dijo. “Pero no te preocupes, volveré”.
“Eso espero”, le dijo Emma.
Kugelmass le dio un abrazo apasionado y los dos caminaron de vuelta a casa. Acunó el rostro de Emma en las palmas de sus manos, la besó de nuevo y gritó: “Ya está bien, Persky”. Tengo que estar en Bloomingdale’s a las tres y media”.
Se produjo un ruido seco y Kugelmass volvió a Brooklyn.
“¿Y entonces? ¿Le mentí?, preguntó Persky, triunfante.
“Persky, se me hace tarde para encontrarme con mi mujer en la Avenida Lexington. Pero, ¿cuando puedo volver a viajar? ¿Mañana?
“Seguro. Sólo debe traer 20 dólares. Y no le mencione esto a nadie”.
“Por supuesto. Nada más llamaré a Rupert Murdoch”.
Kugelmass tomó un taxi que enfiló hacia la ciudad. Su corazón latía desenfrenadamente. Estoy enamorado, pensó, y tengo en mi poder un secreto maravilloso. Lo que él no se había dado cuenta era que en ese mismo momento los estudiantes de varios salones de clase del país le estaban preguntando a sus profesores: “¿Quién es ese personaje que aparece en la página 100?”. ¿Un judío calvo está besando a Madame Bovary? Un profesor de Sioux Falls, Dakota del Sur, suspiró y pensó: Dios mío, las cosas que se le ocurren a estos muchachos. Eso es culpa de la marihuana y de la coca.
Dafne Kugelmass se encontraba en el departamento de accesorios para baños en Bloomingdale’s cuando Kugelmass llegó jadeando. “¿Dónde estabas metido?”, preguntó molesta. “Son las cuatro y media”.
“Había mucho tráfico en la calle”, se excusó Kugelmass.
Al día siguiente, Kugelmass fue a visitar a Persky y a los pocos minutos había vuelto a viajar mágicamente a Yonville. Emma no pudo ocultar su emoción al verlo. Pasaron varias horas juntos, riendo y conversando sobre sus vidas. Antes de que Kugelmass partiera, hicieron el amor. ¡Dios mío, me acosté con Madame Bovary!” dijo entre dientes. “Yo, a quien le rasparon español en primer año”.
Transcurrieron los meses y Kugelmass fue a visitar a Persky en muchas oportunidades y desarrolló una íntima y apasionada relación con Emma Bovary. “Asegúrese de que siempre entre al libro antes de la página 120”, le dijo un día Kugelmass al mago. “Siempre tengo que encontrarme con ella antes de que Emma entre en contacto con el personaje de Rodolphe”,
“¿Por qué? ¿Acaso no puedes ganarle?”
“¿Ganarle?”. El pertenece a la aristocracia provinciana. Esos tipos no tienen nada mejor que hacer que flirtear con las mujeres y montar a caballo. Podríamos decir que él es uno de esos rostros que aparece en la revista Women’s Wear Daily, con un corte de pelo al estilo Helmut Berger. Sin embargo, para Emma es un galán irresistible”.
“¿Y su esposo no sospecha nada?”
“El no sabe ni donde está parado. Es un paramédico mediocre que comparte su vida con una bailarina. Siempre está listo para acostarse a las diez mientras ella se pone sus zapatillas de baile. Bueno, … nos vemos luego”.
Kugelmass entró al armario y pasó instantáneamente a la casa de los Bovary en Yonville. ¿Cómo te va, mi adorada?, le dijo a Emma.
¡Oh, Kugelmass!, susurró Emma. “Las cosas que tengo que soportar. Anoche mientras cenaba, el Sr. Personalidad se adormeció mientras comíamos el postre. Le estaba expresando todos mis sentimientos sobre Maxim’s y el ballet e inesperadamente oí un ronquido”.
“No te preocupes, mi amor. Estoy aquí contigo”, le dijo Kugelmass, abrazándola. Me he ganado esto a pulso, pensó, mientras olía el perfume francés de Emma y hundía su nariz en el cabello de su amada. He sufrido mucho. He gastado mucho dinero en analistas. He buscado hasta el cansancio. Ella es joven y núbil y yo estoy aquí, algunas páginas después de Léon y poco antes de Rodolphe. Como he aparecido en los capítulos adecuados, he podido manejar perfectamente la situación.
De hecho, Emma irradiaba tanta felicidad como Kugelmass. Ella estaba ansiosa de emociones y los relatos que Kugelmass le contaba sobre la vida nocturna de Broadway, los automóviles veloces y las estrellas de la televisión y de Hollywood, embelesaban a la preciosa joven francesa.
“Dime algo sobre O. J. Simpson”, le imploró una noche, mientras ella y Kugelmass paseaban cerca de la abadía de Bournisien.
“¿Qué te puedo decir? Es un gran atleta. Ha establecido una gran cantidad de marcas como corredor de fútbol americano. Tiene un gran movimiento. Es muy difícil tocarlo”.
“¿Y qué me dices de los premios de la Academia?”, preguntó Emma con melancolía. “Daría cualquier cosa por ganarme un Oscar”.
“Antes que nada debes recibir una nominación”.
“Ya lo sé. Tú me lo explicaste. Pero estoy convencida de que puedo actuar. Por supuesto, quisiera tomar algunas clases. Tal vez con Strasberg. Luego, si tuviera el agente adecuado ….”.
“Ya veremos, ya veremos. Hablaré con Persky”.
Esa noche, luego de haber regresado a salvo al apartamento del mago, Kugelmass le propuso la idea de traerse consigo a Emma para que visitara la Gran Manzana.
“Déjeme pensarlo”, le dijo Persky. “Tal vez pudiera hacer algo al respecto. Han ocurrido cosas más extrañas”. Desde luego, a ninguno de ellos se les vino a la cabeza ninguna.
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“¿Dónde diablos has estado metido todo este tiempo?”, le gritó Dafne Kugelmass a su marido cuando él volvió tarde a su casa. “¿Tienes una madriguera en la que te emborrachas a escondidas?”
“Sí, claro. Soy un borracho”, contestó Kugelmass con tono de desgano. “Estaba con Leonard Popkin. Estábamos discutiendo sobre la agricultura socialista en Polonia. Tú conoces muy bien a Popkin. Es un fanático del tema”.
“Has estado muy raro en los últimos tiempos”, comentó Dafne. “Distante. Tu no te olvidas del cumpleaños de mi padre. Es el sábado, ¿no?
“Sí, claro”, contestó Kugelmass, dirigiéndose al baño.
“Irá toda mi familia. Podremos ver a los mellizos. Y al primo Hamish. Deberías ser más amable con el primo Hamish. Le caes bien”.
“Sí, los morochos”, dijo Kugelmass, cerrando la puerta del baño y apagando con ello la voz de su mujer. El profesor se apoyó en la puerta, y respiró hondo. En pocas horas, se dijo a sí mismo, volvería a Yonville, para estar con su amada. Y en esta oportunidad, si todo salía de acuerdo a lo previsto, se traería a Emma consigo.
A las 3:15 p.m. del día siguiente, Persky volvió a realizar su acto de magia. Kugelmass se apareció ante Emma, sonriente y ansioso. Ambos pasaron varias horas en Yonville con Binet y luego se montaron en el carruaje de los Bovary. Siguiendo las instrucciones de Persky, se abrazaron con fuerza, cerraron sus ojos y contaron hasta diez. Cuando los abrieron, el carruaje estaba cerca de la puerta lateral del Hotel Plaza, en donde Kugelmass había reservado ese mismo día y con un gran optimismo, una suite.
“¡Me encanta!, es tal y como lo había soñado”, dijo Emma mientras daba saltos de alegría por la habitación y veía la ciudad desde su ventana. “Allí está Schwarz. Y allá veo el Central Park y ¿cuál es Sherry? Ah, allí está . ¡Es maravilloso!
En la cama había varias cajas de Halston y Saint Laurent. Emma abrió una de ellas y sacó un par de pantalones de terciopelo negro que puso delante de su perfecto cuerpo.
“Esos pantalones son de Ralph Lauren”, dijo Kugelmass. “Lucirás estupenda. Anda, cariño. Dame un beso”.
“Nunca había estado tan feliz”, gritó Emma mientras se paraba frente al espejo. “Vamos a pasear por la ciudad. Quiero ir a ver el musical “Chorus Line”, visitar el Guggenheim y ver el personaje de Jack Nicholson del que siempre me has hablado. “¿Están presentando alguna de sus películas?”
“No puedo entender lo que está pasando”, expresó un profesor de Stanford. “En primer lugar, aparece un extraño personaje llamado Kugelmass y ahora ella ha desaparecido de la obra. Supongo que la principal característica de una obra clásica es que uno puede releerla mil veces y siempre hallar algo nuevo”.
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Los amantes pasaron un dichoso fin de semana. Kugelmass le había dicho a Dafne que él iba a participar en un simposio en Boston y que regresaría el lunes. Saboreando cada momento, Kugelmass y Emma fueron al cine, cenaron en Chinatown, pasaron dos horas en una discoteca y se acostaron viendo una película en la televisión. El domingo durmieron hasta el mediodía, visitaron el SoHo, y miraron de soslayo a un grupo de celebridades que estaban en Elaine’s. Comieron caviar y bebieron champagne en su suite el domingo por la noche y conversaron hasta el amanecer. Esa mañana en el taxi que los llevaba al apartamento de Persky, Kugelmass pensó que era una cosa de locos pero valía la pena vivirla. No puedo traerla muy a menudo, pero el tenerla en Nueva York de vez en cuando representará un cambio significativo con respecto a Yonville.
En casa de Persky, Emma se introdujo en el armario, arregló sus nuevas cajas de ropa y le dio un tierno beso a Kugelmass. “Este será mi lugar la próxima ocasión, dijo con un guiño. Persky tocó tres veces el armario, pero no ocurrió nada.
“Este …”, dijo Persky, rascándose la cabeza. Tocó el mueble de nuevo, pero la magia no resultó. “Algo está funcionando mal”, masculló.
“Persky, estás bromeando”, gritó Kugelmass. “¡Cómo es posible que no funcione?”.
“Tranquilícese. ¿Estás todavía ahí adentro, Emma?
“Sí”.
Persky golpeó el mueble, esta vez con más fuerza.
“Todavía estoy aquí, Persky”.
“Ya lo sé, querida. No te muevas”.
“Persky, tenemos que hacerla volver”, susurró Kugelmass. “Soy un hombre casado, y tengo clase en tres horas. En estos momentos, sólo estoy preparado para un affair muy discreto”.
“No puedo entender lo que está ocurriendo”, murmuró Persky. “Es un truco tan sencillo y confiable”.
Sin embargo, no pudo hacer nada. “Esto me va a tomar algún tiempo”, le dijo a Kugelmass. “Voy a desarmar el mueble. Lo llamaré luego”.
Kugelmass lanzó a Emma dentro de un taxi y la llevó de vuelta al Plaza. Apenas pudo llegar a tiempo a su clase. Todo el día estuvo llamando por teléfono a Persky y a su amante. El mago le dijo que tal vez tendrían que pasar algunos días antes de que pudiera llegar al fondo del problema.
“¿Cómo te fue en el simposio?”, le preguntó Dafne esa noche.
“Muy bien, muy bien”, le contestó el esposo, encendiendo la colilla de un cigarrillo.
“¿Qué te pasa? Estás sumamente tenso”.
“¿Yo?” Ja, ja!, eso es un chiste. Estoy tan tranquilo como una noche de verano. Voy a salir a dar un paseo”. Cerró con cuidado la puerta, llamó un taxi que lo llevó al Plaza.
“Estoy en problemas”, dijo Emma. “Charles me extrañará”.
“Ten paciencia, cariño”, le dijo Kugelmass. Estaba pálido y sudoroso. La besó de nuevo, corrió hacia el ascensor, llamó desesperadamente a Persky desde una cabina telefónica en la recepción del Plaza y llegó a su casa poco antes de la medianoche.
“Según Popkin, los precios de la cebada en Cracovia no habían mostrado tanta estabilidad desde 1971”, le dijo a Dafne mientras esbozaba una sonrisa y se acostaba junto a ella.
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Toda la semana transcurrió igual. El viernes por la noche, Kugelmass le dijo a Dafne que iba a participar en otra conferencia, esta vez en Syracuse. Salió disparado al Plaza, pero el segundo fin de semana no se asemejó en nada al primero. “Llévame de vuelta a la novela o cásate conmigo”, le dijo Emma a Kugelmass. “Mientras tanto, quiero conseguir un trabajo o estudiar porque estoy harta de ver televisión todo el día”.
“Me parece bien. Podremos utilizar el dinero”, le dijo Kugelmass. “Estás gastando una fortuna pidiendo servicio a la habitación del hotel”.
“Ayer conocí a un productor de Off Broadway en el Central Park y me dijo que podría encajar a la perfección en un proyecto que está realizando”, dijo Emma.
“¿Quién es ese payaso?”, le preguntó Kugelmass.
“No es un payaso. Es un hombre sensible, amable y lindo. Se llama Jeff … algo y es candidato a un premio Tony”.
Esa misma tarde, Kugelmass fue a visitar a Persky en estado de ebriedad.
“Cálmese”, le dijo el mago. “Puede enfermarse de las coronarias”.
“¿Tranquilizarme?, ¿Cómo me voy a calmar si tengo a un personaje de ficción escondido en un hotel y creo que mi esposa me está siguiendo con un detective privado?”
“Está bien. Sé que estamos metidos en un problema”, Persky se arrastró bajo el mueble y comenzó a golpear algo con una llave inglesa.
“Parezco un animal salvaje”, prosiguió Kugelmass. “Ando a escondidas por toda la ciudad y Emma y yo estamos hartos de la relación. Por no hablar de la cuenta del hotel que ya se parece al presupuesto de defensa”.
“¿Qué puedo hacer? Así es el mundo de la magia”, masculló Persky. “Todo es cuestión de matices”.
“Matices, un carajo. Esta muchachita lo único que consume es Dom Perignon y caviar. A eso hay que sumarle su vestuario, la inscripción en el Neighborhood Playhouse y un portafolios con fotos profesionales. Además de eso, Persky, el profesor Fivish Popkind, que enseña Literatura Comparada y siempre ha estado celoso de mí, me identificó como el personaje que aparece esporádicamente en el libro de Flaubert. Me ha amenazado con que le va a contar todo a Dafne. Ya me veo arruinado, pagándole la pensión alimentaria a mi mujer, y en la cárcel. Por el pecado de adulterio con Madame Bovary, mi esposa me convertirá en un mendigo.
“¿Qué quiere que le diga?” Estoy trabajando día y noche para resolver el problema. En lo que respecta a su angustia, no puedo hacer nada por usted. Soy un mago, no un psicoanalista”.
El domingo por la tarde, Emma se había encerrado en el baño y se negaba a responder a los ruegos de Kugelmass. El atribulado profesor miró la ventana del edificio Wollman Rink y contempló la posibilidad de suicidarse. Lo malo es que me encuentro en un piso muy bajo, pensó; de no ser por ello, me lanzaría en el acto. También podría huir a Europa y comenzar una nueva vida … Tal vez podría vender el International Herald Tribune como lo solían hacer esas muchachas.
En ese momento sonó el teléfono y Kugelmass lo llevó mecánicamente a su oído.
“Traiga a Emma”, dijo Persky. “Creo que reparé el defecto que tenía el mueble”.
El corazón de Kugelmass estuvo a punto de detenerse. ¿Está hablando en serio?, le dijo ¿Logró arreglarlo?”
“Tenía un problema en la transmisión. ¿Quién se lo iba a imaginar?
“Persky, usted es un genio. Estaremos allí en un minuto. En menos de un minuto.
Una vez más, los amantes corrieron al apartamento del mago y de nuevo Emma Bovary se introdujo en el armario con sus cajas. En esta oportunidad no hubo besos. Persky cerró las puertas, respiró fuertemente y tocó la caja tres veces. Se produjo el ruido habitual y cuando Persky echó un vistazo al interior el mueble estaba vacío. Madame Bovary había regresado a su novela. Kugelmass exhaló un suspiro de alivio y estrechó efusivamente la mano del mago.
“Se acabó”, dijo. “Aprendí la lección. Nunca volveré a faltarle a mi mujer. Se lo juro”. Estrechó de nuevo la mano de Persky e hizo la promesa mental de que le iba a enviar un corbatín.
Tres semanas después, al terminar una bella tarde de primavera, Persky escuchó el timbre y abrió la puerta. Era Kugelmass, con una expresión avergonzada en el rostro.
“Está bien, Kugelmass’’, ¿adónde quiere ir ahora?
“Sólo una vez más”, indicó Kugelmass. “El tiempo es tan encantador y yo sigo envejeciendo. Persky, ¿usted ha leído el libro La Denuncia de Portnoy. ¿Recuerda el personaje del Mono?
“Ahora el precio es 25 dólares, ya que el costo de la vida ha aumentado. Sin embargo, la primera vez podrá ir gratis, debido a todos los problemas que le causé”.
“Usted sí es buena gente”, le dijo Kugelmass, mientras se peinaba los pocos cabellos que le quedaban y entraba en el armario. ¿Está funcionando bien?”
“Eso espero. Sin embargo, no lo he probado mucho desde que ocurrió todo ese desastre”.
“Sexo y romance”, dijo Kugelmass desde el interior del armario. “Lo que uno tiene que hacer por una cara bonita”.
Persky lanzó al interior un ejemplar de “La Denuncia de Portnoy” y tocó tres veces la caja. En esta oportunidad, en lugar de hacer un ruido seco, se produjo una ligera explosión, seguida por una serie de chisporroteos y una lluvia de centellas. Persky saltó hacia atrás, sufrió un ataque cardiaco y cayó muerto. El mueble se incendió y, al final, se quemó todo el apartamento.
Kugelmass, que no tenía conocimiento de esta catástrofe, también estaba en aprietos. El no había ido a parar al libro “La Denuncia de Portnoy” ni a ninguna otra novela sobre el mismo tema. El profesor había sido proyectado a un viejo libro de texto llamado “Curso básico de Español” y estaba corriendo sobre un terreno árido y pedregoso para salvar su vida mientras la palabra tener, un verbo peludo e irregular, corría tras él gracias a sus larguiruchas piernas.
NOTA: El texto fue tomado de Sólamente tú (Nothing but you, Love Stories from The New Yorker), una selección de textos publicados en la revista The New Yorker, que editara Roger Angell en 1977.
El texto de Woody Allen (escrito en 1970) podría perfectamente haberse convertido en una película de este director, amante de las paradojas culturales que se mezclan y generan ocurrencias que pueden ser entendidas como dilemas universales.
AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS
(B) Serrat.
Imagen: Hugo Vlad.
Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.
La cancion Aquellas pequeñas cosas del cantante Joan Manuel Serrat esta incluida en el disco Serrat sinfónico editado en el 2003.
Imagen: Hugo Vlad.
Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.
La cancion Aquellas pequeñas cosas del cantante Joan Manuel Serrat esta incluida en el disco Serrat sinfónico editado en el 2003.
EL ARTE de AMAR.
I
¿Es el amor un arte?
¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno "tropieza" si tiene suerte? Este libro se basa en la primera premisa, si bien es indudable que la mayoría de la gente de hoy cree en la segunda.
No se trata de que la gente piense que el amor carece de importancia. En realidad, todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay que aprender acerca del amor.
Esa peculiar actitud se basa en varias premisas que, individualmente o combinadas, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor. Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, tales como tener modales agradables y conversación interesante, ser útil, modesto, inofensivo. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para "ganar amigos a influir sobre la gente".
En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.
La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y difícil encontrar un objeto apropiado para amar para ser amado por él. Tal actitud tiene varias causas, arraigadas en el desarrollo de la sociedad moderna. Una de ellas es la profunda transformación que se produjo en el siglo veinte con respecto a la elección del "objeto amoroso". En la era victoriana, así como en muchas culturas tradicionales, el amor no era generalmente una experiencia personal espontánea que podía llevar al matrimonio. Por el contrario, el matrimonio se efectuaba por un convenio entre las respectivas familias o por medio de un agente matrimonial, o también sin la ayuda de tales intermediarios; se realizaba sobre la base de consideraciones sociales, partiendo de la premisa de que el amor surgiría después de concertado el matrimonio. En las últimas generaciones el concepto de amor romántico se ha hecho casi universal en el mundo occidental. En los Estados Unidos de Norteamérica, si bien no faltan consideraciones de índole convencional, la mayoría de la gente aspira a encontrar un "amor romántico", a tener una experiencia personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber acrecentado enormemente la importancia del objeto frente a la de la función.
Hay en la cultura contemporánea otro rasgo característico, estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. "Atractivo" significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características específicas que hacen atractiva a una persona, dependen de la moda, de la época, tanto física como mentalmente. Durante los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, una joven que bebía y fumaba, emprendedora y sexualmente provocadora, resultaba atractiva; hoy en día la moda exige más domesticidad y recato. A fines del siglo XIX y comienzos de éste, un hombre debía ser agresivo y ambicioso -hoy tiene que ser sociable y tolerante- para resultar atractivo. De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y, al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. Lo mismo que cuando se compran bienes raíces, suele ocurrir que las potencialidades ocultas susceptibles de desarrollo desempeñan un papel de considerable importancia en tal transacción. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el marcado de bienes y de trabajo.
El tercer error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre la experiencia inicial del "enamorarse" y la situación permanente de estar enamorado, o mejor dicho de "permanecer" enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer pronto la barrera que las separa, y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y excitante para la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas sin amor. Ese milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina o inicia con la atracción sexual y su consumación. Sin embargo, tal tipo de amor es, por su misma naturaleza, poco duradero. Las dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial. No obstante, al comienzo no saben todo esto: en realidad, consideran la intensidad del apasionamiento, ese estar "locos" el uno por el otro como una prueba de la intensidad del amor, cuando sólo muestra el grado de su soledad anterior.
Esa actitud -que no hay nada más fácil que amar- sigue siendo la idea prevaleciente sobre el amor, a pesar de las abrumadoras pruebas de lo contrario. Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tremendas esperanzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor. Si ello ocurriera con cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores -o renunciaría a la actividad-. Puesto que lo último es imposible en el caso del amor, sólo parece haber una forma adecuada de superar el fracaso del amor, y es examinar las causas de tal fracaso y estudiar el significado del amor.
El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte, tal como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o de la ingeniería.
¿Cuáles son los procesos necesarios para aprender cualquier arte?
El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos partes: una, el dominio de la teoría; la otra el dominio de la práctica. Si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos relativos al cuerpo humano y a las diversas enfermedades.
Una vez adquirido todo ese conocimiento teórico, aún no soy en modo alguno competente en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo después de mucha práctica, hasta que eventualmente los resultados de mi conocimiento teórico y los de mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la esencia del dominio de cualquier arte. Pero aparte del aprendizaje de la teoría y de la práctica un tercer factor es necesario para llegar a dominar cualquier arte – el dominio del arte deber ser de fundamental importancia: nada en el mundo debe ser más importante que el arte. Esto es válido para la música, la medicina. La carpintería y el amor. Y quizás radique ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura, a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en tan contadas ocasiones trata de aprender ese arte. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos, y muy poca a aprender el arte del amor.
¿Sucede acaso que sólo se consideran dignas de ser aprendidas las cosas que pueden proporcionarnos dinero o prestigio, y que el amor, que "sólo" beneficia al alma, pero que no proporciona ventajas en el sentido moderno, sea un lujo por el cual no tenemos derecho a gastar muchas energías? Sea como fuere, este estudio ha de referirse al arte de amar en el sentido de las divisiones antes mencionadas: primero, examinaré la teoría del amor - lo cual abarcará la mayor parte del libro, y luego analizaré la práctica del amor, si bien es muy poco lo que puede decirse sobre la práctica de éste como en cualquier otro campo.
Erich Fromm ( Alemania, 1900 - 1980 )
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