LAS CARAS DE BELMEZ. PARTE 4



El libro sobre las caras de Bélmez que mejor ha funcionado es Tumbas sin nombre (2003). Obra de Iker Jiménez y Luis Mariano Fernández, vincula el fenómeno con la Guerra Civil. Los autores defienden que algunos rostros corresponden a familiares de María Gómez Cámara muertos durante el asedio al santuario de la Virgen de la Cabeza.

Los periodistas admiten en el libro que, para dar con el parecido, en unos casos manipularon las dimensiones de la cara de cemento de turno, en otros la invirtieron horizontalmente y en algunos hicieron ambas cosas. El episodio más grotesco del estudio es el que se refiere a la semejanza entre la más famosa de las caras, La Pava (EN LA FOTO), y el guardia civil Miguel Chamorro, cuñado de la mujer. Se basa en una foto del militar que fue manipulada para ponerle un bigote y una boca que no eran los del original. Las pruebas están en Tumbas sin nombre, donde en una foto familiar aparece el guardia con el bigote engominado con las puntas hacia arriba. Para la comparativa con La Pava, se cogió esa imagen y se le puso un bigote con las puntas hacia abajo. Así, los dos rostros tenían un aire.

María Gómez falleció en febrero de 2004. Tras su muerte, Pedro Amorós, presidente de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) intentó "descubrir" si habría más teleplastias en la casa en la que ella nació. Así surgieron las nuevas caras de Bélmez. La forma de estas nuevas caras es más vaga, y su identificación como rostros humanos queda más supeditada a la interpretación que en los casos anteriores. De hecho, una de las manchas obtenidas por la SEIP, y que supuestamente representa a un hombre de perfil, tiene una semejanza apabullante con un gato de caricatura.

Varios diarios acusaron al ayuntamiento de la localidad de haber fabricado las caras en esta nueva casa al no conseguir adquirir, para explotarla turísticamente, la casa original de las caras.

La familia de María Gómez también ha sostenido que las caras no son negocio, lo cual resulta opuesto al hecho de que desde el 1 de julio de 2005 se le otorgó la titularidad de la denominación "Las caras de Bélmez" a doña Carmen Gómez Hervás, según consta en la web de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Curiosamente, se trata de la única marca registrada en esta oficina que incluye el topónimo "Bélmez".

¿VERDAD O TRUCO? SUPONGO QUE NUNCA LO SABREMOS A CIENCIA CIERTA, PERO ME IMAGINO QUE...

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