LAS FIGURAS DE ACAMBARO.


En 1945 el arqueólogo alemán, Waldemar Julsrud encontró estas figuras de arcilla enterradas al pie del Cerro del Toro en las afueras de Acámbaro, Guanajuato, México. Eventualmente se encontraron 32,000 figuras y artefactos. Había similitud a los artefactos identificados con La Cultura Pre-clásica de Chupícuaro (de 800 A.C. a 200 D.C.) encontrado en los alrededores de esa área.La autenticidad de los hallazgos era desafiante porque la colección incluía dinosaurios. Debido a que muchos arqueólogos creen que los dinosaurios se extinguieron hace mas de 65 millones de años y la sabiduría humana de ellos ha sido limitada hacia los últimos años. Si eso es verdad, el ser humano posiblemente no pudo haberlos visto y modelado hace 4,500 años.
En 1954 el gobierno Mexicano mando cuatro arqueólogos bien conocidos para investigar. Un sitio diferente, pero cercano, fue seleccionado y una excavación meticulosa empezó. Encontraron numerosos ejemplares de figuras similares y concluían que el hallazgo era autentico. Sin embargo, tres semanas más tarde su reporte declaro que la colección era una estafa por la "fantástica representación de hombre y dinosaurio juntos".En 1955 Charles Hapgood, un respetado profesor de Antropología de la Universidad de Nueva Hamphsire, condujo y elaboro una investigación incluyendo una datación extensa de de radiometría. Interesantemente, su trabajo fue apoyado por Earl Stanley Gardner, antiguo procurador distrital de la ciudad de Los Ángeles, California y el creador de Perry Mason. Hapgood contesto a cargos que Julsrud manufacturo las figuras, excavaron debajo de la casa del jefe de la policía, la cual fue construida 25 años antes de la llegada de Julsrud. Cuarenta y tres ejemplares más del mismo tipo fueron encontrados, incluyendo dinosaurios. Tres pruebas con radiocarbono fueron efectuadas por Ios topos Incorporated de Nueva Jersey resultando fechas de 1600 A.C. y 1110 A.C.Dieciocho ejemplares fueron sujetos a la prueba de termo luminescencia por la Universidad de Pensilvania, todos dieron fechas aproximadamente 2,500 A.C. estos resultados fueron retirados subsecuentemente cuando se supo que algunos de las figuras eran de dinosaurios.

En 1990 una investigación fue dirigida por Neal Steedy, y un arqueólogo que vivía del sustento de trabajos contractuales del gobierno Mexicano. Arbitrariamente escogí un sitio de excavación considerablemente alejado del sitio de Julsrud. Encontraron solo piezas de cerámica pero ninguna figurilla. Encargo pruebas de radiocarbono para algunas muestras de la colección de Julsrud el cual dio una excursión de fechas, 4,000 años para un rostro humano y 1,500 años para un dinosaurio.

Las circunstancias de la "excavación" de las figuras son motivo de sospecha. Julsrud afirma que pagó a los campesinos por cada figura que les entregaron, por lo que es plausible que éstos fabricaran las estatuillas y las hiciesen pasar por auténticas reliquias.
En 1952, el arqueologo Charles DiPeso, afiliado a la "Amerind Foundation" de Arizona, visito la zona, estudio la colección y observo a los excavadores durante su trabajo. [2]

Según DiPeso, la superficie de las figuras evidenciaban que eran de nueva factura. No mostraban las características habituales de elementos que han permanecido enterrados durante miles de años. Si hubiesen sido auténticas reliquias estarían arañadas y rotas como el resto de artefactos encontrados en esa área de México. También reporto que la estratigrafía de las piezas, indicaba que habían sido enterradas y rellenada con tierra que mezclaba distintas etapas arqueologicas.

Dipeso además informo que conoció a una familia local que le indico que habían estado fabricando y vendiendo las piezas a Julsrud a peso cada una desde 1944, inspirándose en las películas que veian en el cine local.

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