Los antropólogos e historiadores aun discuten sobre el origen de este pueblo, aunque existe cierto consenso en un origen Indio. Existen infinidad de leyendas, muchas mantenidas por ellos mismos, sobre sus orígenes: desde ser considerados descendientes de Caín (cainitas), o relacionados con la estirpe de Cam (camitas), a ser identificados con los Magos Caldeos de Siria, o con una de las tribus perdidas de Israel, perdida en Egipto y que no participo en el Éxodo. Incluso existe una antigua leyenda balcánica que los hace forjadores (o ladrones) de los clavos de Cristo, motivo por el cual habrían sido condenados a errar por el mundo, si bien no hay ninguna prueba que sitúe a los gitanos en Oriente Medio en esa época.
Los estudios lingüísticos parecen confirmar que los gitanos proceden de la India, posiblemente de la región de Punjab, aunque la causa de su éxodo sigue siendo un misterio. Algunos plantean que eran miembros de una casta inferior enviados a luchar contra la invasión musulmana. Otros plantean que los propios musulmanes los esclavizaron y trajeron al oeste (Esta última hipótesis se basa en un relato de Mahmud de Ghazni, que informa de 50.000 prisioneros durante una invasión turco-persa del Sindh y del Punjab)
Lo que sí parece cierto, sea cual sea la causa, es que en torno al año 1.000 los gitanos echaron a andar y atravesaron la frontera por Afganistán o Iran (parece ser que aquí aun quedan algunos representantes de esta etnia allí), aunque parece ser que existen algunas referencias anteriores: un texto relata cómo Santa Atanasia de Egina (ver aquí) repartió comida en Tracia a unos «extranjeros llamados atsigani» durante la hambruna del siglo IX, en plena época bizantina.
Incluso antes, a principios del mismo siglo, en el año 803, Teófanes el Confesor escribe que el emperador Nicéforo I echó mano de la ayuda de ciertos atsigani, que con su magia le habrían ayudado a contener una revuelta popular.
"Atsinganoi" fue un término usado también para referirse a adivinadores ambulantes y ventrílocuos y hechiceros que visitaron al emperador Constantino IX en 1054. Un texto hagiográfico (Vida de San Jorge anacoreta) refiere cómo los "atsigani" fueron llamados por Constantino para ayudarle a limpiar los bosques de fieras. Más tarde serían descritos como hechiceros y malhechores y acusados de intentar envenenar el galgo favorito del emperador. La extensión de ese término generaría los modernos sustantivos tzigane, Zigeuner, zingari y zíngaros.
Una de las cosas que más llamo la atención a los europeos es su lengua, muy diferente de las habladas en el viejo continente. La primera reproducción escrita del romaní se remonta a una enciclopedia de título “First Book of the Introduction of Knowledge” (Primer libro de introducción al saber) cuyo autor fue Andrew Boorde. Esta obra, completada en 1542 y publicada en 1547, recogía ejemplos de frases en lo que el autor llamaba Egipt speche (habla egipcia), dando por válida la creencia popular de que los gitanos procedían de Egipto.
A nivel académico, el descubrimiento del origen indio del romaní corresponde al alemán Johann Rüdiger, catedrático de la Universidad de Halle, quien en 1782 publicó un artículo de investigación lingüística, en el que estableció, mediante su comparación entre la descripción gramatical del indostaní y el habla de Barbara Makelin, una mujer gitana, que las similitudes entre ambas variedades lingüísticas evidenciaban un origen común.
Estudios subsiguientes de la lengua romaní han mostrado un estrecho parentesco con el panyabí y el hindi occidental, tanto en su vocabulario fundamental como en sus estructuras gramaticales y en los cambios fonéticos.
La manera más rápida y sencilla de encontrar el origen real de esta etnia es con un mapa genealógico de su ADN.
ResponderEliminarTantos estudios históricos se han equivocado que no vale la pena darle mas vueltas al asunto. Muestras de ADN y se descubre de donde han provenido los genes.
Cierto. De todos modos parece mas o menos claro el origen indio. SALUDOS.
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