En Andalucía, desde el boom del turismo en los sesenta, los diferentes gobiernos de turno, se han pasado la protección del bello litoral de esta comunidad autónoma por el forro. Todo lo contrario: han permitido, fomentado, patrocinado e incluso subvencionado la construcción en toda la costa, destruyendo nuestras playas con paseos marítimos horteras, creando enormes zonas residenciales donde antes había hermosas laderas, construyendo edificios pegados al mar, a veces, incluso privatizando el uso de las playas colindantes y un largo etcétera de improperios y atentados contra el litoral mediterráneo.
El caso más bochornoso, por llamativo y por indignante, es el del Hotel “Azata del Sol” en la playa del Algarrobico, perteneciente al termino municipal de Carboneras (algún día os contare la leyenda negra de este pueblo, por ahora solo os digo que me referiré a él como “El Pueblico”…).
Se trata de una mole de 20 plantas, más de cuatrocientas habitaciones y enormes zonas ajardinadas. Lo chungo es que se encuentra INTEGRAMENTE dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Nijar, donde, en teoría no se puede construir.
Pero claro, la pela es la pela, y llegaron los listos del ayuntamiento del Pueblico en 1988 y aprobaron un plan urbanístico que declaró esos terrenos urbanizables. El problema es que el Plan de Ordenación de Recursos Naturales del parque se aprobó en 1995, pero el plan del ayuntamiento no se vio reformado.
Y de pronto llega un tal Chávez, (no el de Venezuela), presidente la Junta de Andalucía, y sus amiguitos de la Consejería de Medio Ambiente, y modifican en 1997 los planos del Parque Natural: la zona pasa a ser considerada “Aéreas de interés general”, por lo que ya se puede construir… aunque curiosamente estos cambios no sean hecho público en el BOJA, por lo que tienen validez.
En febrero de 2008, pese a diversas sentencias en las que se condena en empleo de estos nuevos planos donde la zona es urbanizable, la Junta de Chávez aprobó una nueva versión donde los terrenos figuran con el grado menor de protección posible. Aunque unos meses después un tribunal suspendió este cambio de nuevo.
Pero el hotel se construyó, comenzando las obras en 2003. En un Parque Natural, pero además, a menos de 14 metros del mar (el muro, el edificio está a unos cincuenta), pasándose totalmente por lo alto la ley de costas. Los promotores dicen que es legal porque el plan se aprobó antes de aprobarse la nueva ley de costas, pero es falso.
En 2006 un juez de Almería decretó la paralización cautelar de las obras. Desde entonces están paradas. Existe una maldita maraña legal, con un montón de procesos abiertos, sin demasiados atisbos de solucionarse algún día. Los vecinos del pueblo, engañados por la idea de que esta barbaridad va a mejorar la economía de la zona (gran mentira, porque lo único que va a mejorar es la cuenta bancaria de los dueños del hotel), defienden que se reanuden las obras, y que se acabe el hotel, apoyados por el ayuntamiento y la Junta de Andalucía (que ahora lo considera un mal menor).
Varios colectivos ecologistas, como Salvemos Mojácar, Ecologistas en Acción o Greenpeace, llevan años enfrentandose al ayuntamiento del Pueblico, a los vecinos, a los constructores y a la Junta de Andalucía.
No solamente no les hacen ni puto caso, si no que además son los malos de la película.
Y el daño ya está hecho.
Y las comisiones repartidas…
Mas info y fuentes aquí y aquí
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