ByOskarele
Por la misma época en la que el cinematógrafo consigue salir del soso destino que le tenían pensado sus creadores los Lumière, gracias a gente como Méliès o Segundo de Chomón, encuentra también unos aliados geniales que le dotaran los medios industriales y comerciales que necesitaba para convertirse en la forma de espectáculo lucrativo que presintió Méliès. Fueron dos hombres, Léon Gaumont y Charles Pathé, que no estuvieron tentados de comprar el cacharro de los Lumière, si no que crearon patentes propias bastante competitivas.
El primero de ellos, Léon Gaumont, nacido en París, en 1864, fue un inventor e industrial francés, que fabricaba aparatos fotográficos e instrumentos de precisión. En 1893 se hizo con la patente del cronofotógrafo de Georges Demeny (un antiguo colaborador de Marey), pero no le presta demasiada atención hasta que el 22 de marzo de 1895 asiste invitado a la sesión organizada por la Sociedad de Fomento de la Industria Nacional, donde los Lumière presentarían su cinematógrafo.
Así se propone perfeccionar el ingenio de Demeny, lanzando en 1896 el Crono Gaumont, año en el que comienza a rodas las primeras películas, de las que se encargaría realmente Alice Guy, su secretaria, lo que demuestra la escasa importancia que le daba, inicialmente, al sector de la realización. Comenzarían a rodar juntos, Guamont produciendo, Alice dirigiendo, cientos de películas de las diversa temática.
En 1895 crea la “L. Gaumont et compagnie”, asociado con varios nombres ilustres, como el astrónomo y geógrafo Joseph Vallot, el banquero y filántropo Henry Besnier y, curiosamente, Gustave Eiffel, el mismo que hizo la famosa torre homónima parisina, que se convirtió en el primer presidente de la sociedad.
En 1905, los éxitos de su gran rival, Pathé, le hicieron plantearse la producción cinematográfica a gran escala. Así, en los alrededores de Buttes-Chaumont, cerca de Niza, construirá unos gigantescos estudios cinematográficos, los mas grandes de la época. También se decide a tirarse al sector de la distribución y la exhibición directa, creando un circuito de salas, iniciado por la primera, el “Gaumont Palace”, construido sobre el antiguo hipódromo parisino en 1911. En 1914 tiene 54 sucursales por todo el país.
Tras la salida de Alice Guy, los estudios fueron dirigidos por Louis Feuillade, contratando a otros directores como Etienne Arnaud, Emile Cohl o Jean Durand, aumentando las producciones en calidad y éxito. Mientras, Guamont, se dedicara a seguir estudiando e investigando mejoras para el cine. Así creo primitivos sistemas de combinación imagen-sonido y patento un sistema de cine en color.
Falleció en 1946.
El otro importante productor cinematográfico francés, fue Charles Pathé, un hombre muy diferente de su gran rival, Leon Gaumont, del que hablábamos hace un par de artículos. Nació en 1863 y falleció el día de navidad de 1957. Hijo de un pequeño comerciante de Vincennes, de la actual región de la Ille de France, tuvo una infancia complicada y problemática, por la escasez económica en la que vivió. Esto provoco que, una vez hizo el servicio militar, se embarcase rumbo al nuevo mundo, con la intención de mejorar su fortuna.
No tuvo suerte en el país de las oportunidades y, dos años después, regreso arruinado. Aun así consiguió levantar cabeza, ya que monto un restaurante y se caso. En 1894 quedo perplejo cuando asiste a una prueba de un fonógrafo de los inventados por Edison. Maravillado, adquirió uno y montó un negocio de venta de cilindros fonográficos y kinetoscopios . Poco después comenzaría a grabar y producir el mismo cilindros con música.
Por aquella misma época conoce al ingeniero Henry Joly, con quien construirá un aparato cinematográfico derivado del kinetoscopio de Edison, el Fotozootropo. En 1896 junto a sus hermanos Émile, Jacques y Theofile funda la compañía cinematográfica “Pathé Fréres” en septiembre de 1896. La sección fonográfica quedaría para su hermano Emile, quedándose el de encargado de pasear por las provincias su aparato. El símbolo de la empresa, un gallo, se convertiría en una referencia conocidísima incluso en la actualidad.
Emprenderá la producción de pequeñas cintas que no se diferenciarían en nada de las de los Lumière o de las de Alice Guy, haciéndose construir unos estudios cerca de Vincennes, cuya actividad se desarrollaría enormemente a raíz del encuentro con un director llamado Ferdinand Zecca (ver foto inferior), del que hablaremos más adelante. Su primera película se titula “La llegada del tren” (1897). Como en el caso de Gaumont, no eran artistas ni tenían una mente excesivamente creativa, estando más interesado en la parte comercial y tecnológica del tema.
Pathé tuvo la genial idea de que para ganar dinero de verdad tenía que crear agencias en otros países (algo similar haría su competidor Gaumont un tiempo después). En dos años creo agencias en un montón de sitios de Europa, incluida España, donde en 1906 se fundó “Hispano Film”, en Barcelona, dirigida por Segundo de Chomón. En 1910 da el gran salto a América y funda la filial estadounidense, Pathé América, vinculada al trust de la Motion Pictures Patent de Edison.
Como buen emprendedor quiso abarcar todo el proceso del campo cinematográfico: por un lado la producción, realización y distribución de copias de una misma película por todas sus salas. Pero también controlaba la fabricación de películas vírgenes, los aparatos para copiarlas y las salas de proyección.
En 1913 se separa del trust de Edison y funda la Pathé Exchange. La empresa es ya un enorme emporio internacional, con directores venidos de todo el mundo, como Albert Capellani, Georges Monca o Louis Gasnier, algunos de los cuales habrían de adquirir cierta fama, estando todos ellos tutelados por Zecca.
En 1930 Pathé decide retirarse los asuntos cinematográficos, tras ceder sus acciones a Bernard Natan, que la reconstruyo como una compañía plenamente francesa. Produjo sesenta películas entre 1930 y 1935, relanzo el noticiario Pathé-Journal e invirtió en el sector de la radio y en el reciente invento de la televisión. Además, aposto enormemente por el sonoro. Pero la compañía, liderada por Natan, se declaro en bancarrota en 1938, entre ruidosas manifestaciones nacionalistas y antisemitas (Bernard Natan era un judío rumano homosexual que en realidad se llamaba Natan Tenenzapf). Sería condenado por estafa en 1939 y en 1941. Nada más salir fue entregado a las autoridades nazis que no tardaron en mandarlo a Auschwitz, donde falleció.
Esta info me viene al pelo. Justo estamos viendo esto en historia del cine.
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