Además surgieron dudas sobre la negligencia de los servicios de seguridad, con agencias como la CIA, el FBI o la NSA, consideradas de las más eficientes del planeta, que actuaron inexplicablemente con poca eficacia, sobre todo cuando se sabe que desde el año 2000, por lo menos, tenían indicios de que Osama estaba preparando un atentado grande contra EEUU.
Unas semanas antes no hicieron caso a las advertencias confidenciales de un emisario del régimen talibán respecto a que Al Qaeda estaba planeando un ataque a gran escala. Tampoco consideraron peligroso que varios estudiantes islámicos se inscribiesen en escuelas de vuelo estadounidenses. Pero es que en 1995 un detenido de Al Qaeda comunico que se estaba planeando secuestrar un avión comercial y estrellarlo contra un edificio importante yanqui. Incluso en el verano del 2001 diversas informaciones alertaron de la posibilidad de secuestros aéreos para realizar ataques. ¿Por qué no hicieron caso a todos estos avisos?
El 6 de agosto de 2001, el Informe Presidencial Diario (PDB) informaba al presidente de que “miembros de Al Qaeda –entre ellos algunos ciudadanos estadounidenses- llevan años viviendo en Estados Unidos o visitándolo, y al parecer el grupo mantiene una estructura de apoyo que podría contribuir a posibles atentados (…) La información del FBI desde entonces indica patrones de actividad sospechosa en ente país que concuerdan con preparativos para secuestros de aviones y otros tipos de atentados, como por ejemplo la reciente vigilancia a edificios federales de Nueva York” (Fuente aquí )
Pero hay mucho más. Esto es lo que dijo Bush Jr. sobre el momento de los ataques: “Estaba sentado fuera de la clase (estaba en un colegio de Saratosa, Florida), esperando el momento de entrar, y vi un avión que chocaba contra la torre. Y como yo mismo he sido piloto, me dije, pues vaya, que mal piloto. Dije, debe tratarse de un horrible accidente. Pero me llevaron y no tuve tiempo de pensar en eso. Estaba pues sentado en el aula y Andy Card, mi secretario general, que pude ver sentado allí, entro y me dijo “un segundo aparato se ha estrellado contra la torre, Norteamérica está siendo atacada”.
(El contenido de esto podía ser visto en la página web de la casa blanca, según menciona Santiago Camacho en su libro “20 grandes conspiraciones de la historia. Hoy en día la pagino existe)
Bush mintió: no pudo ver el choque del primer avión por televisión, ya que no se emitieron imágenes en directo. Además, después de ser informado por su secretario, continúo frente a los colegiales, aunque claramente aturdido, un cuento sobre una cabrita. Tardaría siete minutos en reaccionar.
Todo esto es sumamente extraño. Mas si tenemos en cuenta que la primera medida que toma el gobierno americano tras los atentados es invadir Afganistán, supuestamente en busca de Bin Laden y para derrotar a Al Qaeda. Pero, curiosamente, de los 19 secuestradores, 15 eran saudíes. ¿Por qué no atacaron Arabia Saudí en vez de Afganistán? Para empezar porque este país tiene unas cantidades enormes de dinero invertidas en EEUU, además su familia real tiene unas relaciones excelentes con la familia Bush. Pero todo esto es más inquietante si tenemos en cuenta que el gobierno Saudí impidió que el FBI hablase con los familiares de los 15 secuestradores, y que se negó a congelar los activos de los secuestradores. Raro, si tenemos en cuenta además que la familia Bin Laden al completo es saudí.
Entonces ¿Por qué atacar Afganistán? Supuestamente porque los talibanes estaban dando cobijo a Bin Laden y a sus secuaces. Pero resulta que estos talibanes, cuatro años antes, en 1997, enviaron una delegación a Texas, siendo George Bush Jr., gobernador en aquel entonces de dicho estado, con el objetivo de reunirse con ejecutivos de Unocal para negociar la construcción de un gaseoducto que pasase por Afganistán, desde Turkmenistán hasta Pakistán. El mismo día que se acuerda esto, Halliburton, una empresa dirigida por Dick Cheney, firmaba un contrato de perforación en el Mar Caspio, cerca de Turkmenistán.
Pero, en algún momento, las negociaciones con los talibanes de rompieron, parece ser que por los ataques a las embajadas yanquis en África. Eso no iba a parar a Bush, Cheney y compañía, que rápidamente empezaron a planear como ocupar militarmente el país asiático. Ahora los antiguos socios de negocios eran malos. Un mes antes de los atentados, el plan de guerra contra Al Qaeda estaba listo. Contenía punto por punto todos los pasos que se hicieron en la posterior invasión de Afganistán.
El 27 de diciembre de 2002 los líderes de Turkmenistán, Afganistán y Pakistán firmaron un acuerdo para la construcción del gaseoducto. (Aquí ) Unocal conseguía por fin construir su proyecto. Curiosamente dos de los consultores que negociaron el antiguo contrato con los talibanes tienen que ver con los hechos posteriores a la invasión: Hamid Karzai (foto de abajo), uno de los representantes de Unocal, fue elegido presidente interino del país. Zalmav Khalilzad, nombrado enviado especial a Afganistán, fue también otro de los negociadores de la empresa yanqui. Este señor dijo esto en 1997:
"El talibán no practica el estilo de fundamentalismo antiestadunidense practicado por Irán. Deberíamos... tener la voluntad de ofrecer el reconocimiento y la asistencia humanitaria y promover la reconstrucción económica internacional. Es hora de que Estados Unidos se comprometa de nuevo (con el régimen del talibán)".
Esto se dijo cuando ya conocíamos todos los abusos del régimen talibán y cuando ya se conocía que Bin Laden se había establecido en aquel país. (Más info aquí)
Hoy, casi nueve años después, Bin Laden sigue sin ser encontrado. Afganistán está totalmente destrozado tras décadas de guerras, invasiones y barbaries religiosas. Los yanquis, apoyados por diversas potencias europeas, como Francia o España (donde por cierto ahora mismo está en el candelero mediático nuestra presencia allí, tras el fallecimiento de dos guardias civiles), siguen allí, en mitad de un conflicto que no tiene atisbos de solucionarse y que provoco el puto dinero.
Como siempre.
Todo lo dicho da que pensar si el gobierno americano no aprovecho la coyuntura de los atentados del 11S para justificar su guerra contra Afganistán. Incluso se podría pensar que los atentados les vinieron que ni pintados… que no les interesaba demasiado evitarlos. En el proximo capitulo entraremos de lleno en las teorías de la conspiración…
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