LAS LINEAS DE NAZCA, PARTE 8. LA HIPOTESIS DEL GLOBO AEROSTATICO


ByOskarele

Merece la pena mencionar una curiosa teoría, para cerrar nuestro análisis sobre el misterio de los geoglifos de Nazca. Se trata de una curiosa propuesta realizada por William F. Spohrer, (Bill Spohrer para los amigos). Este señor planteaba que era posible que los antiguos miembros de la Cultura Nazca pudieran elevarse en el aire por medio de globos de aire caliente.

Argumentaría su teoría con datos como estos: los tejidos de algunos ponchos precolombinos son más ligeros que el material sintético empleado en los globos modernos, según plantea este señor, claro.

También señala la costumbre que existe entre varios pueblos autóctonos de soltar pequeños globos llenos de aire caliente durante determinadas fiestas religiosas.

Y por último la extraña presencia de montoncitos de pequeñas piedras ennegrecidas encontradas en el extremo de muchas líneas. Según el serian los restos de enormes hogueras que se emplearon para calentar el aire del interior de los globos…

Además, investigando, descubrieron que existían varias leyendas americanas de personajes que habían podido volar, con métodos diferentes, entre ellos, globos de aire caliente. Es decir, por ejemplo, que los jefes nazca eran enviados a los cielos después de su muerte, y que se perdían en las alturas mientras el sol calentaba los globos que llevaban sus cuerpos. Otra leyenda decía que los dioses castigaron a los hombres por aprender a volar…

Otra leyenda curiosa es la de Antarqui, un niño del pueblo Aymara, que solía volar sobre las cabezas de los enemigos para recabar información sobre sus quehaceres. Viajaba de montaña en montaña deslizándose por el aire, gracias a un rudimentario parapente fabricado con telas de algodón o lana. El emblema nacional de la aviación peruana es Antarqui. El gobierno peruano ha levantado una estatua del pequeño héroe. Se le representa vestido con un poncho de varios colores y se encuentra en el lobby del Aeropuerto Internacional de Lima.

Bill Spohrer era miembro de la International Explorers Society (IES) de Miami, además de piloto de unas aerolíneas comerciales de Honduras. Logro convencer al IES para que investigaran sus curiosas teorías: el proyecto se aprobó y, después de conseguir el apoyo del ministerio de Turismo Peruano, emprendió la construcción de un enorme globo, bastante caro, por cierto: de unos treinta metros de alto por veinticinco de ancho, con una extraña forma de pirámide invertida y un volumen de 5 millones de litros.

La construcción tardó unos tres años. El globo fue confeccionado con algodón peruano, resultando una tela parecida a los finos textiles que se habían encontrado en yacimientos del litoral, de la cultura Paracas. El tejido de estos mantos, así como los de la Cultura Nazca posterior es finísimo y resistente. Un ingeniero de la empresa que estaba construyendo el Globo, Industrias Raven, de EEUU, especializada en la fabricación de globos y paracaídas, al analizar esos mantos dijo que tras 2000 años la tela estaba en condiciones increíbles, teniendo además una calidad excelente. Debajo del pesado globo se instaló una canastilla de mimbre, con forma de media luna, al estilo de las antiguas balsas de los pescadores del lago Titicaca, de unos dos metros de largo y confeccionada con maderas de la zona.

El globo fue bautizado como Cóndor I. Su velocidad de elevación era de unos cinco metros y medio por segundo.

 El viernes 28 de noviembre de 1975, a eso de las tres de la mañana, unos veinte invitados del IES se reunieron alrededor de una de aquellas míticas líneas. Prendieron una hoguera en uno de los cercanos y comenzaron a llenar el globo de aire caliente. Dos horas después estaba listo. Los tripulantes elegidos fueron Julian Nott, piloto británico de 31 años, campeón mundial de altura en globos cautivos (45,000 pies) y Jim Woodman, aeronauta estadounidense de 41 años.

Al despuntar el alba y en medio del júbilo general, el globo empezó su ascenso. Montados en la canastilla, con las piernas colgando, iban los dos tripulantes. Momentos después, una vez libre de los amarres, el Cóndor I comenzó a elevarse.

Al alcanzar la altura de 250 metros, el Cóndor 1 se estabilizó antes de empezar a planear horizontalmente. Después, repentinamente, una ráfaga de aire sacudió el globo. Los dos aeronautas alcanzaron a tirar rápidamente el lastre, aminorando la caída. El Cóndor 1 tocó tierra mientras los tripulantes saltaban al suelo. Libre de su excesiva carga, el aerostato volvió a elevarse en las alturas, alcanzando más de 500 metros. Estuvo en el aire 18 minutos, recorriendo unos tres kilómetros antes de posarse sobre el suelo de la pampa. El principal peligro fue el peso de dos adultos de unos 80 kilos cada uno.

La primera que llegó a felicitarlos fue la señora que barría el desierto, María Reiche.

No sabemos si las antiguas poblaciones pertenecientes a la Cultura Nazca sobrevolaron las pampas con globos aerostáticos.

Lo veo difícil porque creo que un hecho como ese hubiese quedado plasmado en las artes graficas (cerámicas, pinturas), y, sin embargo, no hay la mas mínima constancia. Aunque no sea acertado, el experimento no deja de ser curioso. Ya me gustaría a mí sobrevolar esas hermosas tierras…

Mas info y fuentes aquí, aquí, aqui y aqui.

2 comentarios:

  1. Nunca me hubiera imaginado que los antiguos peruanos serían tan ingeniosos. Estas investigaciones hacen que nos sintamos más orgullosos de ser peruanos.

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