LE FAUX MYSTÈRE (PARTE 29) EL EXTRAÑO ENTIERRO DE SAUNIERE

ByOskarele
El entrañable Abad Sauniere falleció el 22 de enero de 1917. Como dijimos en el articula anterior, fallece sin recibir los últimos sacramentos. El, que se había apegado hasta el último instante al sacerdocio, se marcha como si de un infiel se tratase. Un hombre del que denegó su jerarquía superior, pero que jamás emplearía lo que sabía para vengarse de sus superiores. Un hombre, que posiblemente se ofreció como sacrificio para proteger la fe de los demás.

Marie, su amante y criada, con la ayuda de sus padres, consigue colocar su cuerpo inerte en un sillón con ruedas. Al morir ha manchado sus ropas por la noche y ella, para disimular la suciedad, lo tapa con lo primero que encuentra, el tapete de la mesa con pompones rojos. Lo llevan a la Villa Betania, donde tienen pensado hacer el velatorio. Los primeros visitantes se encuentran con el sacerdote sentado en un sillón y las mujeres se llevan de recuerdo un pompón. Este episodio ha dado lugar a una leyenda muy común en los libros sobre el misterio de RLC: se dice que a Sauniere lo expusieron en el mirador, sentado en un trono, recubierto de un chal de majestad y que los habitantes del pueblo desfilaron frente a el, uno a uno, llevándose cada uno un pompón. Incluso he leído que esto era la representación de un ritual merovingio que Sauniere había exigido.

La verdad es mucho menos magnifica. La verdad es que, después del paseo en sillón de ruedas con el ridículo tapete de pompones, es trasladado por unos mozalbetes del pueblo a su habitación de gala en la Villa Betania, donde es lavado y acicalado y donde recibirá las visitas de sus vecinos durante dos días, como era la costumbre en la época.

Hay otra leyenda repetida hasta la saciedad en muchos estudios y documentales sobre el tema. Se dice habitualmente que Marie había encargado y pagado el féretro de Sauniere unas semanas antes de su muerte, lo que da a entender que podía haber maquinado algo o incluso, que podía haber matado al abad. Pues bien, esto también es falso.

Lo cierto es que la fiel Marie encarga el féretro a Bousgarbies, el carpintero de Couiza, que había trabajado anteriormente para Sauniere. En el recibo emitido por este carpintero acepta haber cobrado ese dinero el 12 de junio de 1917. Esto quiere decir que Marie pago el ataúd cinco meses después de la muerte del abad.

En la mañana del 24 de enero se celebro el funeral en la iglesia que él había reconstruido. Por fin le fueron administrados los sacramentos. Claro que él se marcho convencido de que no los había recibido. Luego fue inhumado en la cripta en construcción para la cual había comprado al ayuntamiento una concesión a perpetuidad (ver foto de arriba). Años mas tarde la tumba se cambiaria de emplazamiento, poniendose en uno de los extremos de la finca (ver foto de abajo)

Fue enterrado mirando hacia Jerusalén, hacia la tumba de Cristo. Más adelante, Marie se unió a Berenger en el eterno reposo, pero mientras le quedaron unos años de dolor y de sufrimiento. Ya no llevara más los bellos trajes y adornos que su mentor le traía desde París. A partir de ahora, la Madona del cura, como era llamada despectivamente en el pueblo, ira vestida de negro todos los días del año. Y todos los días ira a la tumba de su amado, aunque, curiosamente, siempre de noche.


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