¡BANG! LA TIERRA EN PELIGRO


La gente sabía de toda la vida que algo extraño había bajo el suelo de Manson, Iowa. En 1912, un hombre que estaba perforando para hacer un pozo en el suministro de agua informo que había encontrado mucha roca extrañamente deformada… pero tardaron cincuenta años en investigar el lugar, que resulto ser ciertamente anómalo. Atribuyendo las rocas deformadas a alguna actividad volcánica antigua no especificada. Pero hoy sabemos lo que sucedió…

En algún momento de la antigüedad, una roca de 2.4 kilómetros de anchura, que pesaba unas 10.000 millones de toneladas y se desplazaba unas doscientas veces más rápido que la velocidad del sonido, atravesó la atmosfera y se estrello contra el estado de Iowa, provocando un inmenso cráter de 4.8 kilómetros de profundidad y más de 32 de anchura. La piedra caliza quedo destruida y la sustituyeron las rocas del basamento impactado. Por desgracia, en los siguientes 2.5 millones de años placas de hielo pasajeras llenaron el cráter, rellenándolo poco a poco de rica arcilla glaciarica… y hoy en día no queda ni rastro del agujero.

Sea como sea, lo cierto es que, durante la década de los ochenta, Manson fue el lugar geológicamente más fascinante de la tierra. Aunque la historia comienza en los años cincuenta, cuando un brillante geólogo llamado EUGENE SHOEMAKER hizo una vista al Cráter del meteorito de Arizona (el punto de colisión más famoso de la tierra y una popular atracción turística yanqui), claro que en aquel momento se consideraba que había surgido por una explosión subterránea de vapor.

Shoemaker comprobó que había gran cantidad de materiales (principalmente delicados sílices anómalos y magnetita) que hicieron que propusiese como explicación la colisión de un aerolito del espacio exterior. Y para demostrarlo se puso a investigar el sistema solar, buscando objetos, sobre todo asteroides, cuyas trayectorias les hiciesen atravesar la órbita de la tierra. Lo que descubrió fue que había más peligro ahí afuera del que habían imaginado hasta entonces.

Los asteroides son objetos rocosos que orbitan en formación un tanto imprecisa en un cinturón situado entre Marte y Júpiter. Nadie conoce ni siquiera el número aproximado de asteroides que andan por ahí, pero se considera probable que sean más de mil millones. Se supone que el cinturón de asteroides está formado por los restos de un planeta que no llego a formarse, debido a las atracción gravitatoria desestabilizadora de Júpiter, que les impidió aglutinarse.

Hoy en día hemos contabilizado y bautizado a unos 26.000 asteroides del cinturón… pero esto no importa mucho. Identificar un asteroide no lo hace más seguro. Nadie puede asegurar las perturbaciones que podrían lanzar a cada uno de ellos hacia nosotros. No hay manera de saber qué es lo que van a hacer.

Piensa en la órbita de la tierra como una especie de autopista en la que somos el único vehículo, aunque, regularmente cruzan peatones tan ignorantes que no miran siquiera antes de lanzarse a cruzar. El 90% de esos peatones es desconocido para nosotros. Solo sabemos que de vez en cuando pasan a nuestro lado a más de 100.000 kilómetros por hora. Y son millones de peatones.

Se piensa en general que cruzan regularmente nuestra orbita unos dos mil asteroides lo suficientemente grandes para constituir una amenaza para la vida. Pero incluso un asteroide pequeño (del tamaño de una casa) podría destruir una ciudad. El numero de estos es casi con total seguridad de miles y posiblemente millones, y es casi imposible rastrearlos, incluso cuando pasan relativamente cerca. Un objeto de un centenar de metros de ancho no podría captarse por ningún telescopio con base en la tierra hasta que estuviese a solo unos días de nosotros, y eso, únicamente en el caso de que diese la casualidad de que se enfocase un telescopio hacia el…

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