LUCIANO DE SAMOSATA, EL JULIO VERNE SIRIO



Julio Verne es reconocido como un pionero de la ciencia ficción por atreverse a relatar un viaje a la Luna en un tiempo en el que incluso volar era considerado una locura. Sin embargo, alguien se le adelantaría a Verne por al menos unos 1600 años…

Este adelantado fue Luciano de Samosata, quien en el siglo II escribiera una novela corta titulada “Historia Verdadera” en la cual logra relatar una travesía hacia la Luna y el posterior encuentro con los Selenitas, seres sin ano y con asombrosos poderes.

Luciano nació en el punto de máxima gloria del Imperio Romano, un tiempo en el cual Marco Aurelio reinaba un contrariado, pero pujante estado. Si bien económica y militarmente Roma estaba segura de si, una epidemia traída por las legiones desde Oriente hacia estragos en la población similares a los de la Peste Negra. Es en este mundo tan ambiguo donde convivían el éxito económico y la muerte repentina del que Luciano se nutriría.

Aprendiz de abogado y escultor, viviría sus primeros años en un ambiente de cultura y estudios que le permitirían especializarse en sofística. Tras su preparación viajaría recorriendo todo el Mediterráneo y dando conferencias para terminar estableciéndose en Roma como retórico.

Fue durante sus viajes que comenzaría a pensar más allá de su mundo, imaginando viajes y travesías hipotéticas increíbles hasta para el pensamiento. Esto se refleja en su advertencia al lector, la cual dice lo siguiente:

“Concluí por no reprocharles mucho por todas las mentiras que encontré al leerlos, viendo que eso ya es algo habitual incluso entre los que prometen filosofar. Pero me extraña en ellos lo de que hubieran pensado que pasaría inadvertido que no escribían la verdad. Por lo que también yo, empeñándome por vanagloria en dejar algo a los venideros, para no ser el único desheredado con libertad para contar mentiras, puesto que nada verdadero tenía para contar –porque nada digno de mención me ha ocurrido–, me he dedicado a la ficción de un modo mucho más descarado que los demás. Y en una sola cosa seré veraz: en decir que miento.
Me parece que así escaparé a la acusación de los demás, al reconocer yo mismo que no cuento nada verdadero. Escribo, por tanto, acerca de lo que ni vi, ni comprobé, ni supe por otros y, es más, acerca de lo que no existe en absoluto ni tiene fundamento para existir. Por lo tanto, los que me lean no deben creerme en absoluto."

Con ésta premisa Luciano construye su “Historia Verdadera”.

El relato comienza con un viaje en barco que, por motivos misteriosos, es arrastrado por un oleaje con crestas extraordinarias hacia la Luna. Ya en el satélite natural nuestro protagonista comienza a ser testigo de sucesos increíbles, sin embargo, es el encuentro con los seres selenitas el de mayor rareza.

Estos seres, enigmáticos y llamativos, contaban con algunas de las más extrañas características físicas, como la carencia de un ano y la posibilidad de quitarse y ponerse los ojos a gusto y placer -suceso que impresiona en gran medida al protagonista-.

Así como sus rarezas corporales las destrezas y habilidades de los Selenitas eran absolutamente remarcables, como por ejemplo: la habilidad de hilar el vidrio y el metal, pudiendo construir armaduras livianas e impenetrables, y la posibilidad de beber zumos de aire. Durante su estancia en la Luna, además de sorprenderse con los selenitas, logra también presenciar un conflicto astronómico entre el Emperador Selenito y el Emperador Solar.

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