HISTORIA DE LA HERMANDAD MASÓNICA (PARTE 21) LAS REVOLUCIONES ESPAÑOLAS. EL TRIENIO LIBERAL.



Tras la derrota napoleónica en 1813, la masonería desaparece, prácticamente, en España, al ser considerada por muchos sectores como un instrumento de dominio del corso. Fernando VII, tras derogar la constitución liberal de 1812, tomo diversas medidas contra la masonería, siguiendo la línea de otro Borbón, Carlos III. Así en 1814 promulga un decreto en contra de las sociedades secretas. En 1815, el inquisidor general de España (con la iglesia hemos topao…) dictaba también un edicto anti-masónico.

Así los masones quedaron condenados a grupos minoritarios, perseguidos y, en casi todos los casos, exiliados. Pero resurgirán como abanderados del anti-absolutismo borbónico, con un carácter liberal y parlamentario (similar al que inspiro la Pepa), y tomo especial fuerza en el ejercito, a pesar de la dura represión que sufrían desde las propias fuerzas armadas (por ejemplo, en 1819 dos coroneles, Joaquín Vidal y Diego Calatrava, y otros mandos, todos masones, fueron condenados, y ahorcados, por preparar un golpe de estado)

En 1820, el militar masón Rafael de Riego, encargado de sofocar la sublevación de las colonias en América, se alzo para proclamar la constitución de 1812 (la Pepa) en Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Arengo a los suyos diciendo: “es de precisión para que España se salve que el Rey nuestro señor jure la constitución de 1812, afirmación legitima y civil de los derechos y deberes de los españoles. ¡Viva la constitución!”. A continuación marcho por diferentes ciudades andaluzas con la esperanza de iniciar un levantamiento anti-absolutista, anta la indiferencia popular.

El pronunciamiento de Riego no fue sofocado, pero tampoco logro el apoyo esperado, por lo que tienen que refugiarse en las montañas de Extremadura. Pero rápido obtuvieron el apoyo de otros militares masones de Galicia que proclamaron también la constitución, seguidos de otros levantamientos por el resto de España.

A pesar de que el rey parece ser que pudo cortar la sublevación, el general Ballesteros, al mando del ejército central declaro que no podía responder de la tropa, por lo que el rey decidió firmar un decreto en el que declara jurar la constitución, el 10 de marzo de 1820, en el que aparece la famosa frase “marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”.

Comienza así el Trienio Liberal.

Curiosamente, el famoso “himno de Riego” (que se llama así en honor al masón Rafael de Riego, antes mencionado) se convierte en este periodo en himno nacional, y lo serie de nuevo unos cien años después, en la Segunda República Española, que termino como todos sabemos, con la dictadura fascista del militar Franco y con la brutal persecución de la masonería.

Este periodo durara hasta 1823, fecha en la que sucumbe, tras un periodo difícil de inestabilidad política, causada sobre todo por el claro odio del monarca hacia el régimen constitucional liberal, pero también por disensiones internas dentro de los liberales.

Estos conflictos internos se plasmaron a través de los enfrentamientos entre los masones (liberales y moderados), la Sociedad del Anillo (moderada) y la confederación de caballeros comuneros (liberal exaltada), todas atizadas por el monarca, que en secreto negociaba con la Santa Alianza (formada por Prusia, Austria, Rusia y Francia) la invasión de España. Además había problemas con algunas guerrillas fernandistas (esbozos de lo que luego fueron los Carlistas), y con el pueblo llano, bastante descontento por la falta de reformas. Todo esto hizo que esta época dorada de los masones liberales entrase en una barrena definitiva.

La Santa Alianza manda en 1823 los llamados “Cien Mil Hijos de san Luis” (en realidad 95.000 franceses) para terminar con la aventura liberal, y de paso, crear la etapa más negra del reinado de Fernando VII (y una de las mas oscuras de la historia de España), la llamada Década Ominosa.

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