¿CUANDO SURGE LA FILOSOFÍA? 2/2
B) La hipótesis del origen griego.
Según esta hipótesis la filosofía sería una creación original del pueblo griego. Nos vamos a centrar en las explicaciones de historiadores del siglo XX, de las que destacamos la explicación de J. Burnet, de su obra “La Aurora de la filosofía griega”, (1915). Es la llamada tesis del "milagro griego". Según esta hipótesis la filosofía habría aparecido en Grecia de una manera abrupta y radical como fruto de la genialidad del pueblo griego. Esta hipótesis prescinde de los elementos históricos, socioculturales y políticos, por lo que termina por no explicar nada, cayendo en un círculo vicioso: Los griegos crean la filosofía porque son geniales, y son geniales porque crean la filosofía.
Otra explicación es la de Cornford, que defiende la tesis del desarrollo del pensamiento filosófico a partir del pensamiento mítico y religioso. Según esta hipótesis la filosofía sería el resultado de la evolución de las formas primitivas del pensamiento mítico de la Grecia del siglo VII antes de Cristo. Para Cornford existe "una continuidad real entre la primera especulación racional y las representaciones religiosas que entrañaba" de tal modo que "las maneras de pensar que, en filosofía, logran definiciones claras y afirmaciones explícitas ya estaban implícitas en las irracionales intuiciones de lo mitológico".
En su obra "De la religión a la filosofía", (1912), Cornford explica cómo la estructura de los mitos de Hesíodo en la "Teogonía" se mantiene en las teorías de los primeros filósofos, rechazando éstos solamente el recurso a lo sobrenatural y la aceptación de la contradicción. Destaca la influencia educativa de Homero y Hesíodo en la constitución y posterior desarrollo de la civilización griega, y analiza también cómo algunos de los conceptos que serán fundamentales posteriormente en la filosofía, [ moira (hado, destino), diké, (justicia), physis, (naturaleza), ley, dios, alma, etc.] proceden directamente del pensamiento mítico-religioso griego.
La explicación de J. P. Vernant, en su obra "Mito y pensamiento en la Grecia antigua", (1965), añade importantes elementos derivados del contexto sociocultural, político y económico de la época para explicar cómo este paso del mito a la racionalidad fue posible, y por qué se produjo en Grecia en lugar de en otra civilización de la época. La inexistencia de una casta sacerdotal, la figura del sabio, el predominio de la ciudad, la transmisión pública del saber, la libertad individual y el desarrollo de la escritura, hacen posible la puesta en entredicho de las explicaciones cosmológicas y su sustitución por una forma de pensamiento que no entrañe la creencia y la superstición propias de los pensamientos mítico y religioso.
Desde mi punto de vista esto no es del todo cierto. Creo que no se puede hablar, para empezar, de filosofía sino de filosofías. Y la diferencia radica precisamente en que unos (los griegos y sus sucesores europeos posteriores) otorgan preponderancia a la razón, como guía de la acción filosófica, y van poco a poco eliminando el sentimiento, la intuición, el instinto y la subjetividad.
En Oriente, en cambio, no se le dio ese poder a la razón: siempre primaron los sentimientos irracionales, las intuiciones y los instintos humanos, y el discurso siempre fue subjetivo, sin una búsqueda obsesiva por la objetividad.
Para unos esto no sería filosofía. Desde luego para mí, es una de las filosofías.
Ahora empezaremos a hacer un breve y sencillo esbozo de una historia filosofía didáctica y lejana de clichés academicistas sectarios y prepotentes. UNA FILOSOFÍA DE ANDAR POR CASA.
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