SAWNEY BEANE Y SU CLAN CANIBAL 1/2


Es frecuente encontrar entre los psychokillers de todos los tiempos comportamientos arcaicos que parecen supervivencias inconscientes de un pasado primitivo y lejano.

De estos, el que más escalofríos produce es el Canibalismo, uno de los comportamientos sociales más horribles, pero que, a pesar de ser tabú en muchas sociedades, ha permanecido como comportamiento ritual en otras.

Por eso no sorprende que en la Escocia de finales del siglo XVI, que emergía lentamente del caos de guerras y conflictos nacionalistas, y cuyas ciudades Edimburgo y Glasgow se encontraban ya entre los mayores centros culturales y económicos del Reino Unido, hasta el propio rey se sintiera horrorizado por las brutales hazañas antropófagas de Sawney Beane y su familia.

Hijo de un jardinero y nacido en las cercanías de Edimburgo, en el condado de East Lothian, Alexander Sawney Beane decidió que el trabajo no era para él, por lo que abandono su casa y se mudo a la cercana localidad de Ayrshire, donde conoció a Agnes Douglas, una prostituta con la que comenzó a convivir y que poco más tarde fue acusada de bruja. Dada la gravedad de los cargos tuvieron que huir, emprendiendo viaje rumbo al mar, con la intención de llegar a Irlanda.

En su huida, mientras atravesaban las llanuras desiertas de Galloway, cerca del litoral, fueron sorprendidos por una tormenta, por lo que tuvieron que buscar refugio en una cueva bastante profunda (se internaba cerca de un kilometro para adentro). Allí permanecerían durante 25 años.

Su vida en la cueva transcurrió con relativa tranquilidad durante los primeros años, dormían por el día y, por la noche para no ser descubiertos, asaltaban, robaban y después asesinaban a los viajeros que pasaban por las cercanías (era una de las rutas más transitadas para viajar a Irlanda). Pronto se dieron cuenta de que tenían que hacer algo con los cadáveres, y deciden esconderlos en el interior de una cueva, cada vez más parecida a una despensa.

¿Cuándo y porque exactamente decide Sawney Beane alimentarse única y exclusivamente de la carne de sus víctimas?

Con el tiempo se fueron haciendo cada vez más y más salvajes, comenzaron a tener hijos -seis niñas y ocho niños-, y con ellos la situación se tornó más acuciante, ya que había más bocas que alimentar. Si a ello sumamos los dieciocho nietos y catorce nietas fruto de las relaciones incestuosas entre los miembros del clan, es de suponer que con el tiempo deberían dar un paso más para sobrevivir.

Y lo dieron, pues a los asesinatos sumaron la antropofagia, llevando a sus víctimas a la cueva para despedazarlas y devorarlas.

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