ZECHARIA SITCHIN, EL 12° PLANETA, PARTE 34. CREANDO ANIMALES HUMANOS, 2/2

ByOskarele

Sitchin plantea que en los textos antiguos existen numerosas referencias a contactos entre los Nefilim y los homínidos pre-sapiens. Por ejemplo este relato sumerio: "Cuando la Humanidad fue creada, no sabían nada sobre comer pan, no sabían nada sobre ponerse prendas de vestir; comían plantas con la boca, como la oveja; bebían agua de una zanja." O en La Epopeya de Gilgamesh, donde se describe también a este ser humano medio animal, el coleguita del protagonista, llamado Enki-du: "Peludo es todo su cuerpo, dotado en la cabeza con una melena como la de una mujer... No sabe nada de gente ni de tierra; su atuendo es como el de uno de los campos verdes; come hierba con las gacelas; con las bestias salvajes se codea en el abrevadero; con las prolíficas criaturas en el agua su corazón se deleita.

Así que la base estaba disponible, el homo Erectus, pero era necesario hacer algunas modificaciones, tanto físicas, para poder adaptarse y rendir en el duro trabajo de las minas (sic), como mentales, para poder comprender las ordenes y las tareas que le asignasen. Pero ¿Como es posible que hubiese un ser en nuestro planeta tan parecido a los Anunnaki? Sitchin plantea que esto se debe a que, como la vida llegó aquí procedente de Nibiru, en la famosa colisión cósmica que ya os hemos contado, los principios de la vida, el ADN, son los mismos, y la evolución, por lo tanto ha de haber sido similar... Craso error, porque él mismo autor reconoce que los planetas son sumamente diferentes, y por lo tanto, la adaptación y la selección natural también debieron serlo.

Y se pusieron a saco con una producción masiva de nuevos trabajadores humanos. Al fin y al cabo, si creemos las teorías de Sitchin, esta gente debía disponer de grandes conocimientos en las ciencias de la vida, ya que eran capaces de viajar enormes distancias en navecicas espaciales, hecho que demuestra que tenían una tecnología bastante avanzada. Y aun así, con todo ese saber, los primeros ejemplares salieron "defectuosos": hombres con dos alas, algunos con cuatro y dos caras. Tenían un cuerpo, pero dos cabezas, una de hombre, otra de mujer. Del mismo modo, tenían tanto órganos masculinos como femeninos....patas y cuernos de cabra, pies de caballo, toros con cabeza de hombre...

De todo esto se conservaron imágenes en el templo de Belo en Babilonia, según Sitchin, que ve en las famosas quimeras experimentos científicos de los Nefilim.

Hasta que un día se logró crear el Ser humano perfecto, aunque era un hombre, y fue llamado Adapa (el Adán bíblico, el homo Sapiens de los científicos...), un ser muy similar a sus creadores, los Anunnaki Nefilim... que se dice pronto. Pero esto traerá algunos problemas: eran tan parecidos que eran genéticamente compatibles, tanto como para poder tener hijos mixtos.

El segundo capítulo del Génesis ofrece esta versión técnica:

"Y Yahveh, Elohim, formó el Adán
De la arcilla del suelo;
Y Él sopló en sus narices el aliento de vida,
Y el Adán se convirtió en una Alma viviente."

Al igual que la palabra acadia homologa adamatu (tierra roja oscura), el término hebreo adama y el nombre hebreo del color rojo (adom) provienen de las palabras empleadas para designar la sangre: adatnu, dam. Cuando el libro del Génesis nombra al ser creado por Dios "el Adán", emplea un juego de doble significado muy habitual en la lingüística sumeria: podía significar "el de la tierra" (terrestre), "el hecho de suelo rojo oscuro", y "el hecho de sangre"

Curiosamente, este primer humano, Adapa, fue engendrado dentro de Ninki, la mujer de Enki. Quizá esto explique el especial afecto que por él sintió el dios sumerio, como veremos más adelante.

Una vez realizado el humano-molde se hizo necesario confeccionar duplicados. Ahora bien, esta historia ya se va diferenciando de la versión bíblica del génesis, en la que se nos cuenta que Adán estuvo solo por un tiempo, hasta que la Deidad lo hizo dormir y elaboró una Mujer a partir de su costilla. Sin embargo no es del todo así, según Sitchin: este Adapa sumerio sirvió de molde para hombres y para mujeres. Eva se hacía también a partir de la "esencia vital de Adán" (según Sitchin el original "Ti" hebreo se puede traducir como costilla, pero también como "vida")

Y entonces, con el primer humano de modelo, se pusieron a saco en la producción en masa, comenzando con catorce diosas que sirvieron de madres de alquiler:

Pero pasaron los nueve meses y el décimo mes comenzó. "El período para que se abriera el útero había transcurrido", así que se decidieron por provocar el nacimiento mediante cesárea: "Al destinado 10° mes llamaron; la Dama Cuya Mano Abre llegó. Con el... ella abrió el útero. Su rostro brilló de alegría. Su cabeza fue cubierta;... hizo una abertura; lo que estaba en el útero salió."

Abrumada de alegría, la Diosa Madre dejó escapar un grito.

« ¡Yo he creado!
¡Mis manos lo han hecho!»

Las evidencias de los textos antiguos, según Sitchin, tanto mesopotámicos como bíblicos, sugieren que el proceso adoptado para mezclar las dos series de genes -los de un dios y los del Homo Erectus- implicaba el uso de genes masculinos como elemento divino y de genes femeninos como elemento terrestre.

Las leyendas y los mitos antiguos, la información bíblica y la ciencia moderna también son compatibles en un aspecto más. Al igual que los descubrimientos de los antropólogos modernos -de que el Hombre evolucionó y emergió en el sudeste de África-, los textos mesopotámicos sugieren que la creación del Hombre tuvo lugar en el Apsu- en el Mundo Inferior, donde se encontraba el País de las Minas, África.

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