EL INCIDENTE CARRINGTON_ tsunami solar



bymoser

Richard observaba la configuración de unos extraños puntos negros en un extremo del Sol. Llevaban varios días evolucionando; los mismos días que él permanecía, prácticamente sin moverse, frente a la proyección de apenas unas 10 pulgadas que contenía la descomunal esfera de fuego.
En un momento dado, algunos de esos puntos, parecieron entrar en explosión; puntos blancos dentro de los negros que crecían hasta consumirlos; el suceso era extraordinario; Richard, q se encontraba solo, salió corriendo a buscar alguien con quien compartir tan singular hallazgo.

Cuando volvió acompañado apenas si, se observaba movimiento.

Aquella noche le costaba dormir cuando pasada la medianoche se percato de q el cielo, de la noche cerrada, se iluminaba.

Fueron infinidad los puntos del planeta donde se observaron auroras boleares la noche del 2 de septiembre de 1859; zonas muy alejadas de los polos donde este fenómeno es relativamente usual en otoño o primavera; los habitantes del Cuba, Hawái, Roma o Madrid atestiguaron el milagro al tiempo, q quedaban inutilizados los sistemas de electricidad y de telegrafía de medio mundo.

Este conjunto de fenómenos de escala mundial acaecidos los primeros días de septiembre de 1859 recibe el nombre de Incidente Carrington en reconocimiento a Richard Carrington, el privilegiado observador de aquellas “manchas” q a la postre serian responsabilizadas de los extraordinarios sucesos.

De manera muy simple q yo pueda entender; las conocidas como manchas solares son acumulos de masa solar a menor temperatura q el resto de la superficie; esto provoca enormes tensiones eléctricas que desembocan en la producción de tormentas solares; la “explosión” de la mancha y la “eyección de masa coronal” del Sol en forma de plasma solar compuesto por partículas solares y de enorme carga electromagnética.

Esto ocurre con frecuencia y podemos entender q se trata de parte del sistema de higiene natural del astro rey; la tierra recibe constantemente estas emisiones de las q nuestro campo magnético se hace cargo sin problemas; eso en condiciones normales; eso las cantidades habituales. Pero el ciclo de manchas solares del Sol varia; en ocasiones la eyección, como en el incidente Carrington, supera las resistencias de nuestro campo magnético llegando a deformarlo (de 60000 a 7000km) con la consiguiente entrada masiva de partículas ionizadas, haciendo caer los sistemas eléctricos (pueden llegar a fundir los generadores), y los sistemas de comunicaciones, sean por cable o satélite.

En 1859 el mundo dependía de la tecnología eléctrica y las comunicaciones a distancia solo de forma moderada; hoy en día, fenómeno tal, podría acarrear un caos cuyas dimensiones y extensión en el tiempo son difíciles de de calcular.

No ha sido el único registrado:
En 1972 en EEUU, en 1989 en Canadá o en 2005 a escala mundial se registra la interrupción de la corriente eléctrica y de las comunicaciones, durante horas, en regiones enteras, y en el último caso, se perdió la señal GPS en el planeta durante 10 minutos. Igual no dice mucho, pero es q el Carrington solo, origino la energía sumativa de todos los sucesos similares en los últimos 40 años.

Por suerte, se calcula q descargas así solo se producen cada 500 años aprox.

Claro, esto de cada 500 años es algo aventurado; poco sabe la ciencia del Sol y sus ciclos; sabe, al menos, q el Sol tiene miniciclos de 11 años con apogeo y caída de la actividad y las consiguientes manchas; sabe q el próximo apogeo se dará en 2012-2013; y constata q, de momento, el Sol se muestra inesperadamente tranquilo.

También se sabe, según el calendario maya, el mayor y más perfecto calendario solar jamás realizado, q el 5º Sol, morirá en esas fechas.

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