BUD POWELL (Earl Rudolph Powell).- (1924-1966) Pianista de Jazz



ByCineclásicajazz Pizcadelodemás

Aquella música de jazz en la que las notas se desbordaban y salían enloquecidas y frenéticas de los instrumentos, inundando la atmósfera de virtuosismo y velocidad, se llamaba Be Bop. Aquella del mítico Charlie Parker que intentaba desesperadamente tocar dos notas a la vez. El era la máxima figura de este movimiento que marco profundamente el devenir de todo el jazz posterior. Allí, de la mano del be bop crecieron como músicos personajes de la talla de Miles Davis o Dizzy Gillespie por decir alguno. Pero el caso es que tras Parker, la figura más importante del be bop no es otro que Bud Powell. Fue él quien dictó las leyes del piano en este estilo siguiendo la estela que marcaba "Bird" pero con una personalidad tan propia le salva de la sombra del saxofonista y puede brillar con luz propia. En su cabeza parecía haber una necesidad compulsiva de poder expresar completa y fielmente todas las ideas musicales que brotaban en su fecunda imaginación.

Como dijera el famoso Bill Evans: "Si yo tuviese que escoger a un solo músico por su integridad artística, por la incomparable originalidad de sus creaciones y también por la grandiosidad de su obra, este sería Bud Powell. Nadie puede llegarle a la suela de los zapatos".

Como todos los genios, su vida era un verdadero problema. Hijo y hermanos de músicos empezó a aprender piano clásico desde los seis años y desde los 15 ya tocaba con alguna formación decentita. Pronto quedaría atrapado en la red del be bop que escuchó en el Minton's Playhouse cuando apenas tenía 17 años. En 1944, Powell sufrió la primera de una serie de detenciones, esta por escándalo público y poco tiempo después sufrió una brutal paliza de la policía de Philadelphia que le dejo secuelas psicológicas de por vida. Desde entonces ya no sería el mismo. Las detenciones continuaron. Sus incipientes problemas psíquicos se agudizaron y terminó por ingresar en un Hospital Psiquiátrico lugar del que iria entrando y saliendo periódicamente.

Tenía un marcado carácter depresivo que las drogas y el alcohol no hacían sino empeorar. Entre las pausas de sus ingresos en los que incluso llegaba a recibir sesiones de electroshock, se las ingeniaba para revolucionar aquella música y grabar con los mejores. Su música jamás era complaciente, Powell buscaba los terrenos de la más profunda creación, logrando en sus piezas una nueva y esplendorosa expresión artística, rompiendo moldes y conquistando nuevos territorios musicales.

Una anécdota sobre la lucha titánica entre su genio creador y su depresión la cuenta Francis Paudras:
"Intente convencerle de que Bud volviera a tocar en el club (El club Blue Note), pero Ben Benjamin se negó en redondo:
-No- dijo, -Bud ya no puede tocar. Se queda dormido sobre el teclado. Una vez incluso vomitó sobre el piano. No hay discusión posible-. Johnny Griffin estaba de espaldas afinando cuando una voz cómplice sonó detrás: -Move. Uno, dos, tres, cuatro!- Saltó y dejó escapar un grito cuando reconoció a Bud Powell. En tres segundos una locomotora al rojo vivo volaba a toda velocidad. Johnny tocó el tema con Bud a un tempo endiablado. En el break Johnny saltó fuera del escenario y se sentó en una mesa a escuchar el largo solo de Bud. Terminó el tema con un atronador aplauso del público, mientras Powell atacaba Round Midnight, invitando de nuevo a Griffin a tocar. Cuando terminó el show se me acercó Ben Benjamin y me preguntó: -¿Crees que a Bud le gustaría volver a tocar aquí en el Blue Note?". Las cosas....
El mismo Paudras cuenta en su libro "Dance of the infidels": "Bud Powell tenía dos personalidades. Una le impulsaba a luchar y superar sus problemas, para tocar y crear música. La otra le arrastraba a la autodestrucción, a la falta absoluta de respeto hacia sí mismo y esta ultima ganaría la partida"

Como muchos otros músicos negros, fue en Europa donde encontró algo de respeto, lugar en el que era aclamado como toda una celebridad y era respetado. En Europa no tenía que entrar por la puerta de atrás de los locales donde después le aplaudían personas de raza blanca que sin embargo no le invitarían a la mesa. En el último de sus viajes a Europa formó un grupo con el que consiguió una regularidad notable en sus actuaciones durante un periodo de cinco años. Cuando volvió a Estados Unidos del que sentía una tremenda morriña, solo pudo hacer algunas actuaciones esporádicas antes de fallecer a causa del alcoholismo y la tuberculosis. Una de aquellas pocas actuaciones fue en el mítico "Birdland" donde su actuación fue recompensada con 7 minutos de aplausos ininterrumpidos, que le hicieron saber lo apreciado que era en su arte y que no había sido olvidado en su tierra tras sus años al otro lado del charco. Fue un bonito colofón, una gran certeza para un ser sumido en un océano de dudas vitales, que no artísticas.

Una de las grandiosas películas de cine que se han hecho sobre el universo del jazz, es "Round midnight" interpretada por Dexter Gordon. En ella se vuelcan experiencias vitales del propio Dexter, de Lester Young, pero principalmente el peso del guion descansa en la vida de Bud Powell. Muy recomendable!

La publicación original aquí, en la pagina de nuestro colaborador: http://www.facebook.com/group.php?gid=126815644036357

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