¿QUE ES LA PARURESIS?

ByOskarele

¿Nunca habéis oído a alguien decir que cuando va de viaje se pasa días sin defecar? Pues bien, es probable que sufra una fobia llamada Paruresis: se denomina así a la incapacidad para orinar o defecar en urinarios públicos, hoteles y demás, especialmente cuando hay gente cerca.

Se presenta en diferentes grados, que van desde una espera más o menos larga hasta el inicio de la micción o de la defecación, pasando por el vaciado incompleto de la vejiga o del recto, hasta la imposibilidad absoluta de orinar o defecar.

Se trata de un trastorno psicológico, una forma de fobia social, cuya denominación fue propuesta por G. W. Williams y E. T. Degenhardt en 1954. A pesar de ser bastante común (se calcula que un 5% de humanos la padecen), el concepto es bastante desconocido, incluso por los afectados, existiendo pocas publicaciones científicas al respecto.

Aunque parezca una chorrada, la paruresis se considera la segunda forma más frecuente de fobia social, tras la fobia a hablar en público y por delante de la ereutofobia (miedo a sonrojarse en público)

Quienes sufren esta fobia temen llamar la atención con el sonido y olores que conlleva hacer estas necesidades o sufren vergüenza cuando hacen publica su necesidad de orinar/defecar o piensan que se burlan de ellos o que les están observando. Muchos sienten gran dificultad para orinar/defecar cuando se les piden muestras para un análisis. En los casos más graves, los afectados pueden tener serios problemas para ir de viaje o de vacaciones o para acudir a reuniones o a actos públicos.

Las causas parecen proceder de algún tipo de condicionamiento: una mala experiencia puntual, a menudo durante la pubertad, suele provocar la primera reacción parurética, la cual deja una impresión tan determinante que, a partir de aquel momento, ya no puede ir a un servicio de manera relajada. Este tipo de experiencia puede tener diferentes causas: puede ser debida a un complejo de inferioridad, a una situación de estrés o a un problema familiar. A continuación el subconsciente relaciona las circunstancias de la primera reacción parurética con la tensión de los esfínteres, lo que hace generalmente que el trastorno sea atribuido a la presencia de otras personas, a pesar de que el origen puede ser muy diferente.

Hay personas que elaboran un auténtico mapa mental de los váteres de confianza, y sólo se aventuran a deambular o trabajar por los lugares próximos a estos excusados. Otros individuos, incapaces de usar un retrete que no sea el suyo propio, seleccionan los lugares (siempre cercanos) hasta los que pueden desplazarse sin temor a que les llegue a oprimir la necesidad de orinar y defecar y otros, en casos más extremos, utilizan kits de cateterización y bolsas de orina que les permiten no tener que acudir a ningún váter.

Hay quien usa técnicas simples pero efectivas, como tirar de la cadena mientras orina o defeca (apagando los ruidos de diverso matiz y origen que el protagonista puede producir en la evacuación) y no faltan quienes recurren a un “pee buddy” (un compañero de meada, con perdón) contrafóbico. Quién sabe si la costumbre ampliamente extendida en la población femenina de nuestro medio de ir a los servicios en cuadrilla no es más que una estrategia para afrontar una paruresis más generalizada de lo que suponemos.

Curiosamente existe hasta una organización internacional de afectados, la International Paruresis Association, con sede en Baltimore. Esta es su web, por si alguien lo necesita: http://www.paruresis.org/

Como dicen en mi pueblo, “Te quiero mas que a un sitio pa cagar…”

Mas info y fuentes aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Paruresis, aquí: http://weblogpv.blogspot.com/2006/10/psiquiatra-inslita-paruresis.html y aquí un completo estudio: http://www.ome-aen.org/2003_12_27_insoliteces.html.

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