ZECHARIA SITCHIN, EL 12° PLANETA, PARTE 35. EL CONOCIMIENTO SEXUAL CONDENÓ AL SER HUMANO…
ByOskarele
Parece ser que la creación de esta mano de obra esclava, mediante la modificación genética del homo Erectus (siempre según Sitchin, que conste) no sentó demasiado bien a los currantes Anunnaki de Sumer, que tenían que seguir pencando, mientras que sus compatriotas Anunnaki de África se habían liberado de buena parte de su carga laboral. Un desconcertante texto al que estudiosos llaman "El Mito de la Piqueta" es, de hecho, la crónica de estos acontecimientos, mediante los cuales los quejosos Anunnaki de Sumer, al mando de Enlil, obtuvieron su parte de la "Gente de Cabeza Negra" (así llamaban estos extraterrestres a los humanos, que bonicos…)
Enlil, el encargado de la zona de Sumer, para contentar los ánimos de los currantes Anunnaki a su cargo, tomo una medida extrema: cortó los contactos entre el exterior y la Tierra, generando el caos. Y consiguió su objetivo: “Los Anunnaki subieron hacia él, levantaron las manos recibiéndolo, aplacaron el corazón de Enlil con oraciones. Cabezas Negras le pedían. A las personas de Cabeza Negra, les hicieron coger la piqueta.”
El Génesis transmite una información similar, si lo vemos desde la óptica de Sitchin, claro: “Y la Deidad Yahveh plantó un huerto en Edén, en el este... y tomó al Adán y lo puso en el Jardín del Edén para que lo trabajara y lo cuidara.” Y más tarde dice: “hizo crecer del suelo todo árbol que es agradable a la vista y bueno para comer; Y el Árbol de la Vida estaba en el huerto y el Árbol del Conocimiento del bien y del mal (…) Y la Deidad Yahveh mandó al Adán, diciendo: «De cualquier árbol del huerto comerás; pero del Árbol del Conocimiento del bien y del mal no comerás de él; pues a partir del día en que comas sin duda morirás»”
Como todos sabemos, el ser humano no hizo demasiado caso a aquella advertencia, dando paso a lo que se denomina en argot bíblico “La caída del hombre”, por culpa de la intervención de una malvada serpiente que engaño a la buena de Eva:
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” (Génesis, 3, 1-7)
¿De qué va en realidad esto? A pesar de la prohibición, los primeros humanos, persuadidos por la bicha, comieron del Árbol del Conocimiento… y sin embargo, no murieron, sino que, de pronto, estaban en pelotas… y esto es algo que la Biblia considera importante, pues antes, en el Génesis 2:25 se dice: “Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.”
Al grano: Sitchin plantea que esto trata realmente de la adquisición del conocimiento de la sexualidad por estos primeros humanos: “Y ellos oyeron el sonido de la Deidad Yahveh caminando en el huerto con la brisa del día, y el Adán y su compañera se escondieron de la Deidad Yahveh entre los árboles del huerto. Y la Deidad Yahveh llamó al Adán y dijo: « ¿Dónde estás?». Y él respondió: «Tu sonido oí en el huerto y tuve miedo, pues estoy desnudo; y me escondí». Y Él dijo: « ¿Quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que te mandé que no comieras?».”
Adán no dudó en echarle el marrón a su compañera, que, a su vez, culpó a la serpiente, como todos sabemos. Pero no sirvió de nada. Dios, mosqueado, maldijo a la bicha y a los dos humanos y, sorprendentemente, “Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”… tanto rollo para acabar vistiéndolos. Y termina diciendo “He aquí que el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.”
Sitchin considera que los Anunnaki tenían al ser humano en un status similar al de un animal domestico, y que, por lo tanto, iban desnudos. Pero, por alguna razón, su status cambio, al adquirir algo que sus creadores no querían que tuviese. Una pista la obtenemos de las maldiciones que Dios hecha contra Eva: “Multiplicaré enormemente tus sufrimientos por tu embarazo. Sufriendo tendrás los hijos, pero para tu compañero será tu deseo»... Y el Adán llamó a su mujer «Eva», pues ella fue la madre de todos los vivientes.”… Eureka, diría Sitchin…
Mientras la primera pareja de humanos bíblica no tenía “conocimiento”, vivían en el jardín del Edén sin tener descendencia. Pero, cuando lo obtienen, al comer del árbol, Eva consigue la capacidad para quedarse embarazada y tener hijos. En definitiva, el ser humano adquirió, mediante el conocimiento, la capacidad para procrear.
Pero ¿Por qué no podían procrear los humanos creados por los Anunnaki, si es que la versión bíblica se refiere de lejos a la historia de la creación sumeria? Pues muy sencillo, según Sitchin: eran híbridos, un cruce entre dos especies, como las mulas, y estos, generalmente, son estériles. Los extraterrestres producían todas las “mulas humanas” que necesitaban mediante clonación, ya que no podían procrear.
¿Fue eso lo que el dios cuyo epíteto era «La Serpiente» hizo con la Humanidad? Ya hemos dicho que el dios Enki suele ser representado como una serpiente, y, desde esa perspectiva, todo cobra sentido: él fue el que propuso crear al ser humano como currante en sus minas africanas, y su hermano, envidioso, reclamó algunos de esos humanos para su zona del Edén (Sumer). A lo largo de la historia iremos viendo como Enki se convierte en el protector y defensor de la humanidad, mientras que Enlil trata mal a los humanos, llegando incluso a odiarlos. Por eso no es de extrañar que Enlil evitase que pudiesen procrear solos y multiplicarse. Y por eso ahora entendemos que Enki incitase al conocimiento prohibido que obtuvieron y que les permitió reproducirse solos.
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La primer consecuencia , despues de obtener conocimiento, fue sentir verguenza y tener que ocultar los organos sexuales. Pero al descubrirse denudos por primera vez sintieron deseos uno del otro y esto aminoro al vestirse.
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