ZECHARIA SITCHIN, EL 12° PLANETA, PARTE 33. CREANDO ANIMALES HUMANOS, 1/2

ByOskarele

Así que, según Sitchin, el ser humano fue creado para sustituir en el duro trabajo minero que hasta aquel entonces estaban realizando los dioses menores, los Anunnaki, en el Apsu, territorio africano de ENKI… ¿En qué se parece esto a la historia que nos cuenta la tradición judeo cristiana de la que hemos bebido? ¿Cómo casa esto con la evolución planteada por Darwin y otros? Según Sitchin no hay el más mínimo conflicto. Vamos a verlo:

Los textos sumerios afirman que, cuando llegaron los Nefilim a la Tierra, aún no se habían extendido por ésta las artes del cultivo de cereales y frutales, así como la del cuidado del ganado. Del mismo modo, el relato bíblico sitúa la creación del Hombre en el sexto “día” o fase del proceso evolutivo. El Libro del Génesis afirma también que, en un estadio evolutivo anterior: “Ninguna planta de campo abierto había aún sobre la Tierra, ninguna hierba que es plantada había germinado todavía... Y el Hombre no estaba todavía allí para trabajar el suelo.”

Se creó un “trabajador primitivo”, un MU AMELU (MU es hombre en sumerio). La divinidad bíblica creó al hombre, plantó un jardín y lo puso a currar en él: “Y el Señor Dios tomó al «Hombre» y lo puso en el Jardín del Edén para que lo labrase y cuidase.”.

Curiosamente, en el antiguo testamento hebreo, cuando la deidad habla de crear al hombre, habla de sí mismo en plural: emplea el término “Elohim” (literalmente “dioses”») para denotar a “Dios” (esto en un libro que hace clara apología del monoteísmo) y dice el texto: “Y Elohim dijo: «Hagamos al Hombre a nuestra imagen, como semejanza nuestra»”. Esto se repite algo más tarde,
Adán y Eva comieron del fruto del Árbol del Conocimiento dice la Biblia: “He aquí que el Hombre ha venido a ser como uno de NOSOTROS, en cuanto a conocer el bien y el mal”.

Esto para Sitchin es una clara reminiscencia de los antiguos relatos sumerios de los Anunnaki y los Nefilim.

A su imagen y semejanza, dicen los textos bíblicos… El uso de ambos términos en el texto se hizo para no dejar duda de que el Hombre era similar a (los) Dios(es) tanto en lo físico como en lo emocional, en lo externo y en lo interno. Y es cierto que en todas las representaciones antiguas, la semejanza física es evidente. Pero ¿De qué manera una nueva criatura pudo ser, física, mental y emocionalmente, una réplica virtual de los Nefilim?

Realmente, ¿cómo fue creado el Hombre?

De toda la vida el mundo occidental había pensado que habíamos sido creados para someter la Tierra y ejercer el dominio sobre las demás criaturas, como dice la Biblia. Hasta que, en 1859, un tal Darwin, del que estamos hablando en nuestra sección BREVE HISTORIA DE CASI TODO, planteó la selección natural como consecuencia de la lucha de todas las especies por sobrevivir. Además, Darwin, ya dejaba entrever que éramos fruto de la evolución de especies anteriores.

Por otro lado, los descubrimientos de los científicos iban retrotrayendo la edad de nuestro planeta en muchos años atrás respecto a los 5.500 del calendario hebreo.

Sitchin plantea que la evolución puede explicar el curso general de los acontecimientos que han hecho que la vida y las formas de vida se desarrollen en la Tierra, desde la más simple criatura unicelular hasta el Hombre. Pero la evolución no puede dar cuenta de la aparición del Homo sapiens, que tuvo lugar de la noche a la mañana, en los términos de millones de años que la evolución requiere, y sin ninguna evidencia de estadios previos que pudieran indicar un cambio gradual desde el Homo Erectus.

Toma ya.

El homínido del género Homo es un producto de la evolución, según Sitchin, pero el Homo sapiens es el producto de un acontecimiento repentino, revolucionario. Apareció inexplicablemente hace unos 300.000 años… y fue creado por los antiguos dioses…”El Adán” de la Biblia no era el género Homo, sino el ser que es nuestro antepasado, el primer Homo sapiens. Lo que los Nefilim crearon es el Hombre moderno, tal como lo conocemos.

En el relato del motín de los Anunnaki que contábamos antes, los dioses van a pedir ayuda a ENKI para poder hacer un “trabajador primitivo”, un Adamu. ENKI responde que la criatura ya existía y que solo había que “Sujetad sobre ella la imagen de los dioses”. Los dioses tomaron una criatura existente (un Homo) y la manipularon a “su imagen y semejanza”.

Imagínense, por un momento, la impresionante escena de una manada de Homo Erectus fascinados ante la aparición de unas navecicas espaciales subiendo y bajando del cielo...

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