HISTORIA DE LA HERMANDAD MASÓNICA (PARTE 27) LAS REVOLUCIONES ESPAÑOLAS. PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. PRIMO DE RIVERA Y EL CAMINO HACIA LA REPUBLICA


ByOskarele

Tras morir Canalejas se suceden los gobiernos del Conde de Romanones y Eduardo Dato. España decide permanecer neutral en la Primera Guerra Mundial. Los partidos dinásticos no terminan de conectar con la sociedad civil y el PSOE, los republicanos, los nacionalistas catalanes y los nacionalista vascos con el PNV, representan mejor las aspiraciones populares.

El año 1917 es el de las revueltas: el ejército se une en torno a las Juntas Militares de Defensa en sus enfrentamientos internos; republicanos y socialistas se alían para ofrecer una alternativa al sistema político, al igual que los nacionalistas catalanes y vascos, y son suspendidas las garantías constitucionales; la huelga revolucionaria de agosto-septiembre provoca graves enfrentamientos entre sindicatos y fuerzas del orden.

Se irán sucediendo diferentes gobiernos, unos conservadores, otros liberales, hasta que, en 1923, con el apoyo del ejército, de la burguesía y del rey Alfonso XIII, el general Primo de Rivera se hizo con el poder, siendo esto contestado solo por los sindicatos obreros, los republicanos y los masones, cuyas protestas fueron inmediatamente acalladas con la censura y la represión.

Se creó un Directorio Militar con nueve generales y un almirante, cuya finalidad en sus propias palabras era "poner España en orden" para devolverla después a manos civiles. Se suspendió la Constitución, se disolvieron los ayuntamientos y se prohibieron los partidos políticos .  Y la masonería entro en barrena.

Se trataba de un movimiento similar a los que se estaban dando en otros países europeos: El fascismo se implanta en Italia en 1925, se funda en Alemania el Partido nazi, Rusia queda sometida a la dictadura de Stalin y los regímenes totalitarios alcanzan a Portugal y Polonia. Y poco después Hitler accedería al poder en Alemania.

En un primer momento, Primo de Rivera, no ataca a los masones, pero sería precisamente Mussolini quien le instiga sobre las presuntas maldades de la Orden, durante la visita de los reyes de España a la Italia Fascista. Desde entonces se inicio una persecución moderada, siendo encarcelados numerosos masones, incluso algún Gran Maestre del GOE

Se reprimió el sindicalismo de la CNT y el Partido Comunista de España recién creado, aunque la dictadura toleró a UGT y al PSOE, siempre reticentes, para poder mantener cierto contacto con los dirigentes obreros. La burguesía catalana también comenzó prestándole su apoyo. La legislación social limitó el trabajo de la mujer, construyó viviendas obreras e instituyó un modelo de formación profesional.

Inició igualmente una política de amplias inversiones públicas para mejorar las comunicaciones (carreteras y ferrocarril), regadíos y energía hidráulica. Con estos logros alcanzo una relativa popularidad que pronto se volvió en su contra: La burguesía catalana vio frustrados sus intentos descentralizadores, las condiciones de trabajo seguían siendo pésimas y la represión sobre los obreros fue distanciando a la UGT y el PSOE del proyecto del dictador.

La economía se mostró incapaz de asumir la crisis mundial de 1929. En enero de 1930, Primo de Rivera dimite. La monarquía, cómplice de la dictadura, será el objeto en cuestión a partir de la unión de toda la oposición en agosto de 1930 en el llamado Pacto de San Sebastián. Desde este momento se inicia una rápida expansión de la masonería, ya liberada del yugo de la dictadura riveriana.

Los gobiernos de Dámaso Berenguer llamado la dictablanda, y de Juan Bautista Aznar-Cabañas no harán otra cosa que alargar la decadencia. Tras las elecciones municipales de 1931, el 14 de abril se proclama la Segunda República, dando así fin a la restauración borbónica, periodo en el que la masonería tendrá una edad de oro sin precedentes en este país.

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