LOS LIBROS PLUMBEOS DEL SACROMONTE, PARTE 1
ByOskarele
A finales del siglo XVI, se encontraron en Granada unos libros de plomo cuyo contenido ligaba los orígenes del cristianismo en España al pueblo árabe. Se trataba, supuestamente, de una falsificación elaborada por moriscos nobles en un momento en que se debatía su expulsión de la ciudad.
En 1588, durante las obras de demolición de una torre de la antigua mezquita nazarí de Granada (la Torre Turpiana), para ampliar las naves de la Catedral, se encontró una caja metálica con un pergamino en su interior, una imagen de la virgen (con vestimentas “egipcianas”) un pañuelo que enjugó las "lágrimas de la Virgen" y unos huesos. El pergamino, escrito en castellano, latín y árabe, anunciaba que los restos óseos pertenecían a San Cecilio, mártir cristiano de origen árabe, que había llegado a la ciudad junto a Santiago, a quien la virgen le había pedido que escondiese allí unos libros.
Como es lógico, esto provoco un gran fervor en Granada, y a este ayudo que las reliquias, supuestamente, comenzaron a provocar hechos increíbles y curaciones milagrosas. Pero ya, desde el primer momento, hubo quien considero que se trataba de una falsificación.
Unos años después, entre 1594 y 1599, en unas cuevas del Sacromonte (en aquellos tiempos llamado Monte Valparaíso), aparecieron unos enigmáticos libros de plomo (veintidós para ser exactos) circulares de unos diez centímetros de diámetro. Esto parecía certificar que el hallazgo de 1588 era autentico, pues el pergamino aquel revelaba la existencia de estos Libros Plumbeos, como pasaron a llamarse.
En la primera lamina encontrada, una vez descifrada, puedo saberse que contenía datos sobre el martirio de San Tesiphon (o Mesitón) y San Hiscio, discípulos de Santiago. Los hechos que narraba estaban fechados en "el segundo año de Nerón, primer día del mes de marzo". Dos meses después, una niña, Catalina de Cuevas, encontró otro documento, El tratado sobre la esencia de Dios. Las crónicas de la época afirman que los hallazgos iban acompañados de resplandores, fenómenos luminosos y prodigios.
El contenido era absolutamente inaudito: pretendían ser una especie de quinto Evangelio, que dios habría revelado a la Virgen María en árabe (sic) y que ella había transmitido en esa misma lengua a los discípulos que habían venido con Santiago a la península. Estaban escritos con una grafia extraña, tratando de emular el árabe clásico, lo que hizo sospechar de su autenticidad, o, por lo menos, de su antigüedad.
Los moriscos elaboraron unos textos sincréticos, donde presentaban un Cristianismo islamizado o un Islam cristianizado, evitando los temas cristianos más difíciles de admitir para los musulmanes y viceversa. Así, no se habla del culto a las imágenes, Cristo aparece como espíritu divino, no como parte de la Trinidad, y el Mesías esperado, Cristo, tiene unas características semejantes a las del profeta Mahoma. Otro punto importante del sincretismo de esta falsificación es que defiende el carácter de inmaculada de la virgen María, aspecto por el que Iglesia española tenía mucho afán.
Por otro lado, pocos años antes del hallazgo del pergamino, en 1575, se habían descubierto las catacumbas en Roma, dando lugar a un culto a reliquias y a mártires enorme. En toda España empiezan a buscarse (y a encontrarse mártires), pero Granada no había encontrado restos de ninguno todavía, por lo que la presentación de los antiguos árabes peninsulares como mártires cristianos no podía ser más acertada.
Se decía que Santiago predico en España junto con seis discípulos (Cecilio, Tesiphon, Torcuato, Segundo, Hiscio y Eufrasio). Cuando llegaron aquí no encontraron ni a íberos, ni a celtas, sino a árabes, "gentes de las más excelentes de sus criaturas en el linaje de Adán". Es más, Santiago logró conquistar el corazón de Aben Almogueira, reyezuelo local que, tras su conversión, pasaría al santoral con el nombre de San Indalecio. De los 22 documentos, seis narraban la historia de Santiago en nuestro país. Los Hechos del Apóstol Santiago y sus milagros eran coincidentes con algunas leyendas medievales en circulación sobre su presencia.
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