2001, ODISEA EN EL ESPACIO, Stanley Kubrick, 1968

ByOskarele

Pocas películas me han perturbado y apasionado de igual manera que esta que nos ocupa. Pocas obras son tan difíciles de analizar, explicar y criticar. Pocas cosas se han hecho tan maravillosas como esta genial película del sensacional Stanley Kubrick. Pocas veces el ser humano  ha alcanzado la perfección…

Kubrick quería adaptar la obra “Childhood’s end”, otra obra del genial Arthur C. Clarke, escrita en 1953, una historia épica sobre la transformación de la humanidad y su entrada en un nuevo nivel de conciencia, pero los derechos de esta estaban vendidos. Clarke había escrito en 1948 otro relato, llamado “El centinela”, donde aparecía un extraño objeto que funcionaba como una especie de Tótem religioso y que en realidad era un termómetro de nuestra relación con los extraterrestres. La temperatura del mismo (entendiendo por temperatura nuestra capacidad para descifrar su propósito y contenido) marcaria el momento de la aparición de los alienígenas. Kubrick acogió este relato con los brazos abiertos e hizo esta maravilla de película.

Antes de seguir, un breve resumen, partiendo de la dificultad de resumir una obra tan caustica y extraña: la peli comienza “En los albores de la humanidad”, cuando un extraño monolito aparece en la Tierra, y los primates que lo rodean pronto comienzan a desarrollar destrezas manuales como fruto de su mayor inteligencia. Curiosamente la primera prueba de inteligencia se da cuando un ejemplar se da cuenta de que un hueso puede ser un arma mortífera.


De pronto estamos en el futuro (en un genial ejemplo de montaje, en el que el hueso lanzado por el primate se transforma en una nave espacial con una forma parecida). La humanidad ha conquistado el espacio y explorado la Luna. Precisamente en una excavación en suelo lunar aparece nuevamente un monolito. Cuando los científicos comienzan a investigarlo, este emite una poderosa señal. Una misión es enviada a Júpiter, donde otro monolito orbita el planeta. Pero en el camino, la computadora de la nave comenzará a operar anormalmente y a atentar contra la vida de los tripulantes de la expedición. Y el único sobreviviente de la nave deberá enfrentarse cara a cara con el monolito y con los secretos que oculta. HASTA AQUÍ PUEDO LEER…

Mucha gente no entendió la película (yo mismo tarde años en comprender el concepto ultimo de la obra), pero en realidad es bastante sencillo: esos monolitos son confecciones no humanas, realizadas por pueblos extraterrestres (que no son mostrados en ningún momento de la peli y de los que no tenemos la mas mínima información), y que aparecen en momentos claves de la evolución humana. Los monolitos serian la forma en la que nuestros amigos from outer space nos dirigen, nos orientan… pero de una forma sutil y enigmática, o, si se quiere, simbólica.



Lo desconcertante, lo perturbador, es la escasez de datos que aporta Kubrick. No dice nada de quienes son estos aliens. Absolutamente nada. Sabemos que existen porque alguien ha tenido que hacer esos monolitos, claramente manufacturados. Además, la película gira 180 grados cuando la historia pasa a centrarse en la rebelión de Hal-9000, el robot de la nave, contra la tripulación humana. Esto sucede  es precisamente cuando está comentando el propósito real del viaje a Júpiter, mientras a su vez posee información que sólo será revelada cuando lleguen a destino. ¿Acaso a HAL se le ocurrió, súbitamente, que debía poner a prueba a los humanos? No está claro, de ningún modo, el sentido del desvío de esta trama de la historia original. Quizá HAL quería ser la primera inteligencia en ponerse en contacto con los extraterrestres, al considerarse superior al hombre.

Una vez desactivado HAL, llegamos a Júpiter y al monolito orbitando. Bowman, nuestro protagonista, si es que se le puede llamar así,  sale a explorarlo, cuando comienza un extraño y  largo viaje lisérgico: se trata de la parte más polémica, incomprensible, simbólica y perturbadora de la película, el final: vamos pasando por diferentes niveles de vejez de nuestro protagonista, ambientados oníricamente en una habitación de gusto barroco. Posiblemente la inteligencia extraterrestre lo haya llevado por un viaje hacia su interior, hacia el inconsciente... Y envejece velozmente hasta encontrarse en su lecho de muerte en unos instantes, con el monolito a sus pies, para luego transformarse en un feto que contempla a la Tierra desde el espacio. Para mí esto representa un nuevo estadio en la evolución humana, que ha llegado a una comunión con la gente extraterrestre, creando una nueva raza humana mejorada. O no…


Kubrick nos ofrece una space-opera alucinante, psicodélica, onírica y con la información justa. Una autentica experiencia visual, con escasísimos diálogos (que además son bastante absurdos y surrealistas, como la secuencia del Dr. Floyd hablando con su hija por video teléfono), con una maravillosa banda sonora, larga y tediosa a veces, pero preciosa y concisa en otras ocasiones. Posiblemente la mejor película de ciencia ficción de la historia, tanto por lo que dice como por lo que calla.


La película llega a nosotros por los sentidos no por la razón. Contacta con nuestra psique más profunda, lo que explica que fuera un éxito a pesar de que, prácticamente nadie la entendió (o la entiende). Es prácticamente una experiencia religiosa, chamanica, trascendental… es más que una película. Es un evento.

Dudo que Kubrick supiera realmente el nivel de trascendencia y de preciosidad que estaba alcanzando… aunque igual si lo sabía y por eso empleo cinco añazos de su vida en esta obra.

No importa cuántas veces la haya visto. Cada vez que la veo, produce en mi sensaciones y reflexiones diferentes. Por eso, si dentro de unos años vuelvo a escribir una reseña sobre esta obra, posiblemente escribiría algo totalmente diferente. O no…

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