LE FAUX MYSTÈRE (PARTE 24) EL PROCESO CONTRA SAUNIÈRE


ByOskarele

Monseñor de Beausejour, conocedor de la muerte de Gélis, enemistado con Saunière y Boudet por sus trapicheos con su antecesor Monseñor Billard, decidió iniciar una cruzada personal contra Saunière, intentando entender como se había producido su enorme enriquecimiento. Así decidió mandarle una carta exigiéndole que justificase sus ingresos, supuestamente debidos a donaciones de feligreses anónimos. El abad hizo caso y le mando una lista, pero resulta que todos los supuestos donantes habían fallecido tiempo atrás. Esto hizo que el nuevo obispo se enfadase enormemente con Saunière.

Por este motivo (por haber mentido con la lista de supuestos donantes para justificar su fortuna) nuestro cura tuvo que dejar Rennes-Le-Chateau al ser trasladado forzosamente a una comunidad perdida de la región de Corbieres, llamada Coustouges. Debía tomar posesión de su nueva parroquia el 22 de enero de 1909, siendo avisado con solo una semana de anterioridad. En su diario anoto: “Las medidas excepcionalmente rigurosas que, sin ningún tipo de aviso, me han sido impuestas a principios de año me han atormentado, afectado e irritado de tal manera…”

Saunière se planteo dimitir, pero finalmente acataría la orden y se marcho a Coustouges. Se encontró una comunidad aun más pobre que RLC, ya que era una zona más árida y miserable, además de una población bastante hostil hacia el nuevo párroco. Esto precipitara los acontecimientos, ya que toma la decisión de dimitir.

El 28 de enero, tras solo seis días, escribe a su obispo una carta:
“Monseñor, ante la decisión que ha tomado su Ilustrísima en lo referente a mi traslado, me queda una opción que, además, Su Ilustrísima misma le sugirió a los representantes de la comunidad al hablarles de mi: “Que se jubile”. Por todo ello, ruego tenga Su Ilustrísima a bien aceptar mi dimisión y me borre a partir del primero de febrero del cuerpo de sacerdotes de su diócesis que ejercen el sagrado ministerio”.

Desde ese momento Saunière en enzarza en una confrontación con las autoridad eclesiásticas que lo sumirá en una profunda depresión y que ayudara al deterioro de su salud, tanto física como mental. Solo cuenta con el apoyo del consejo municipal de RLC, que hace saber al obispo su desacuerdo con el traslado del abad. Pero esto no sirve de nada: se nombra un sucesor para la iglesia de RLC, el abad Marty. Saunière sigue siendo sacerdote, pero no ejerce… aunque en realidad seguirá dando misas en su pequeña capilla de la Villa Betania, para enfado del nuevo párroco y del obispo.

Desde ese momento el nuevo cura se ahorra la hora de camino desde Esperaza, un pueblo cercano a RLC, para celebrar la misa en una iglesia vacía. Claro que el obispo Beausejour, cada vez mas convertido en una némesis para Sauniere, no está dispuesto a tolerar semejante desaire y se propone con más fuerza lograr la cabeza del abad.

Así, tras repasar las cuentas de nuestro protagonista decide acusarlo formalmente de simonía, es decir, de traficar con bienes de la iglesia, en este caso, de traficar con misas…

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