ByOskarele
Glastonbury está situado en el condado de Somerset, en el sur de Inglaterra, y es, sin duda alguna, un paraje mágico. Es curioso como apunta hacia el cielo una de las ruinas más famosas del reino británico, la torre de la antigua iglesia de la abadía. La ciudad y el paisaje están repletos de leyendas paganas, mitos celtas y tradiciones cristianas. Glastonbury es el centro mítico de Inglaterra.
Los hombres del paleolítico adoraban aquí, sobre lo que ya era considerado suelo sagrado, a una diosa cósmica, una figura de madre fértil y temible que encarna la esencia de la feminidad y de la reproducción: Anima, como la llamo el psicoanalista Carl Gustav Jung. Más tarde, los celtas dieron a estas colinas el nombre de Yns Avallach (la isla de las manzanas, ya que antes era un pequeño archipiélago plantado en una marisma), o también Avalon…
Entre los restos de los asentamientos de la edad de hierro, los arqueólogos han encontrado botes con los que los habitantes alcanzaban sus moradas en un terreno rodeado por agua. El pueblo celta, para el que Avalon era el ultramundo (el lugar del conocimiento y el saber, fuente del alma y de la inmortalidad), fundaría en este lugar una academia de druidas: aquí se revelaban a los elegidos los secretos y de aquí proceden los santos y seres fabulosos, espíritus y magos como Merlín y el Hada Morgana (la hermana del legendario Rey Arturo).
Cuenta una de las innumerables leyendas de la zona que José de Arimatea, después de bajar el cadáver de Jesús de la cruz y sepultarlo en una cueva, se vino aquí, a Avalon. Nada más llegar al nebuloso reino insular, hinco en la tierra su cayado y de inmediato echo raíces, convirtiéndose en un zarzal que floreció durante siglos, por Navidad, entre las ruinas de la vieja abadía. Hay quien dice que se trajo consigo el cáliz del que bebió Jesús en la ultima cena con sus apóstoles, y en el que, parece ser, el santo varón recogió la sangre del nazareno.
El de Arimatea coloco el santo grial al pie de la Tor de Glastonbury (en lengua celta, Twr Avallach, torre de Avalon), una colina de 200 metros de altitud, y finalmente lo enterró, tras lo cual broto la llamada “blood spring” o fuente de sangre, que se puede ver en la actualidad.
Para los celtas la Tor Avallach era la entrada al ultramundo. Hasta en nuestros días podemos recorrer el camino de los peregrinos que asciende en espiral alrededor de la colina hasta la torre en ruinas. Se dice que lo hicieron hace 2.500 años, en plena época celta. Este camino planetario, supuestamente, representa la serpiente planetaria y posee una armonía y fuerza intrínsecas que las personas sensibles, dicen, perciben hasta el punto de caer en un estado parecido al trance. Ciertos zahories pretenden haber constatado en sus estudios el efecto de enormes fuerzas telúricas.
José de Arimatea puso la primera piedra de la primera iglesia cristiana de la isla (siempre supuestamente), la Vetusta Ecclesia. Muchos habitantes de la actual Glastonbury siguen estando convencidos de que en su tiempo estuvo como comerciante de estaño, junto con su sobrino adolescente, Jesús el nazareno, en sus años perdidos, para aprender en la academia de druidas la sabiduría de los celtas. Pero eso, como todo, pertenece al plano de la leyenda.
Y en ese mismo plano esta la historia de Arturo, el rey, cuya realidad histórica no se ha demostrado. Se cuenta que se reunió aquí con sus caballeros de la Tabla Redonda, alrededor del grial desenterrado (El historiador galés Godofredo de Monmouth fue el primero en hacer esta identificación en 1133)
Posterior a aquella mítica primera iglesia es la abadía benedictina que fue destruida en el año 1.184 por un incendio. En el 1.191 los monjes desahuciados se pusieron a buscar, por orden de Enrique II, la tumba de Arturo. Pronto aparecieron (milagrosamente??) los esqueletos de un hombre muy alto y una mujer con cabello rubio (la leyenda artúrica cuenta que Ginebra fue sepultada, en castigo por su adulterio, a los pies de Arturo). Se dice que no fue difícil identificar la tumba del rey Arturo gracias a una cruz de plomo con la siguiente inscripción latina “Hic iacet sepultus inclytus rex arturius in insula avalonia” (aquí yace el famoso rey Arturo enterrado en la isla de Avalon).
Parece ser que también descubrieron la tumba de José de Arimatea. Ambos lugares se convirtieron pronto en una gran atracción para los peregrinos y generaron los fondos necesarios para reconstruir la abadía (que bien vino encontrar los huesos…). Esta nueva construcción resistió guerras y ataques, pero no pudo contra el dominio de Enrique VIII, quien se auto nombro jefe de la Iglesia Anglicana, decretando en 1538 la disolución de todo el patrimonio de la iglesia romana en el país y saqueando Glastonbury.
Se quemaron los libros, los edificios caídos fueron usados como cantera para los habitantes de la zona para hacerse sus propias casas. Hoy en día, un sencillo letrero en el parque de la abadía señala la supuesta tumba de Arturo, en el mismo lugar donde antaño se encontraba el altar de la Iglesia.
En la actualidad, Glastonbury es un centro de peregrinaje y turismo religioso. Elementos de misticismo y paganismo coexisten con la mitología cristiana. Al igual que muchos pueblos de tamaño parecido, el centro no es actualmente tan próspero como lo era. Sin embargo, Glastonbury tiene un número considerable de comercios con productos "alternativos" de interés u origen pagano o mágico.
que bello lugar y sobre todo que interesante muy bonito sobre todo su historia muy interesante me gusta quisiera visitarlo no hay $ jajajajja me gusto mucho
ResponderEliminarCon el favor de mi creador,en año y medio, si el me lo permite. Siempre he querido visitar, los sitios en donde se han escrito, mitos, leyendas e historias, donde se perciben energias positivas, de acuerdo a los sentimientos de cada persona. Me han gustado las historias del Rey Arturo y del Maestro Mago Merlin......
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