ANAXÍMENES, COMO EL AIRE



Anaxímenes (en el idioma griego: Αναξιμένης) (585 a.c. - 524 a.c.) fue un filósofo griego nacido en Mileto. Según Teofrasto, estudio junto con Tales de Mileto y Anaximandro, en la llamada Escuela de Mileto. Fue, pues, discípulo y posteriormente compañero del genial Anaximandro, un par de décadas mayor que él.

Casi todo lo que sabemos de Anaxímenes es gracias al excéntrico Diógenes Laercio, historiador griego del siglo III, famoso por un tochazo llamado “Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres”, que se conserva prácticamente completo. Se trata de un documento de enorme valor acerca de la filosofía de la época clásica, conteniendo biografías, doctrinas sumarias y fragmentos de la filosofía griega. Claro que su meticulosidad le llevó a incluir informaciones inciertas, poco contrastadas o simples chismes, que sin embargo resultan reveladores en muchos casos para la datación de versiones e interpretaciones de los antiguos.

Diógenes le atribuye un libro titulado “Sobre la naturaleza”, y dice que “fue escrito en dialecto jónico, y en un estilo sencillo y sin superfluidades”. También menciona que no todos en la antigüedad estaban de acuerdo con que fuese de Mileto. Parece ser que Apolodoro creía que había nacido en Olimpia. También menciona que algunos autores lo creen discípulo de Parmenides.

Como sus compañeros de la escuela de Mileto, pensaba que todo tiene un principio (arje), una causa, una especie de materia prima que forma el sustrato material de todo lo que existe. Anaxímenes (a diferencia de Tales que pensaba que era el agua) creía todo provenía del aire, del que, mediante rarefacción y condensación se formaban las otras sustancias. En la rarefacción el aire se convierte en fuego, y mediante la condensación el aire se convierte en el viento, en las nubes, en la tierra y en las piedras.

Pensaba, además, poca acertadamente, que la Tierra era plana (es más, creía que todos los planetas eran planos), y que se formo por la condensación del aire (en esto lo mismo tenia parte de razón el griego). Planteaba que todos los astros del firmamento eran fuego (aire rarificado) y que giraban alrededor de la Tierra.

Parte de su razonamiento de que el aire es el principio de todo proviene de la antigua creencia griega (claramente reflejada en la cosmovisión homérica) de que el alma es simplemente un soplo de aire, aparte de ser principio de la vida y del movimiento. De alguna forma esto le llevo a pensar que el aire era la materia prima de la que estaba hecho el universo. En realidad andaba enormemente equivocado: el aire, la tierra, el fuego, el agua, esos cuatro elementos de toa la vida, están compuestos en realidad por lo mismo, como sabemos hoy en día: átomos de diferentes elementos, a la vez, todos procedentes del hidrogeno (lo que nos lleva a proponer al Hidrogeno como materia prima del universo…)

No andaba en cuestiones meteorológicas mal encaminado: pensaba que el rayo, el relámpago y el trueno se forman cuando el viento corta una nube, que la lluvia se forma cuando las nubes se condensan y el granizo se forma cuando la lluvia se solidifica. Y finalmente Anaxímenes pensaba de que la nieve se forma cuando al granizo se le agrega un poco de viento.

Anaxímenes pensaba también que la luna brillaba a causa de los reflejos del Sol. En eso se adelantó a los pensamientos modernos. Además Anaxímenes sostenía que los eclipses solares y lunares son consecuencias de que otros astros tapen a la Luna y/o el Sol.

No he tenido acceso a muchos escritos de este señor, pero hay una frase que posiblemente es la más popular y la más polémica de su obra. Es la siguiente: “Así como nuestra alma, que es aire, nos mantiene unidos, de la misma manera el aire envuelve al cosmos".

Somos aire ordenado... digo yo

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