He de reconocer que desde hace años sentía una especial animadversión hacia este hombre, en parte provocada por el prejuicio, pero también motivada por diversos “errores” (por no llamarlos mentiras) que ha tenido este hombre, sobre todo en su famosa serie de documentales “Planeta encantado” (especialmente en el capítulo sobre la Luna, en el que tiene la poca vergüenza de aportar unas imágenes, que describe explícitamente como reales, pero que, ni de coña, lo son).
Pero siempre había tenido interés por leer su famosa saga de Caballo de Troya, más que nada por el tema de Jesucristo, aunque también me interesaban sus conexiones con el fenómeno OVNI y con los viajes en el tiempo. Y un día me puse manos a la obra…
Sigo pensando que este señor como investigador deja bastante que desear. O por lo menos como divulgador científico. Pero como novelista el tipo es excepcional. Caballo de Troya es una obra maestra de la novela histórica o pseudo-historica.
La novela narra los avatares del propio Benítez, que en primera persona cuenta como se puso en contacto con él un mayor del ejército americano que quiere entregarle una documentación valiosísima de un proyecto secreto: en los años setenta los yanquis consiguieron la tecnología suficiente para viajar en el tiempo. Y decidieron realizar un viaje a la época de Cristo, concretamente a la última semana de vida del profeta. Toda esta experiencia la dejo plasmada el mayor en unos diarios, que son los documentos que recibe finalmente Benítez, y que publica tal y como el mayor los escribió.
En los diarios el mayor cuenta su viaje temporal al año 30, y cuenta, con un gusto por el detalle y por el realismo exquisito, como era la Palestina de la época. El mayor tiene como objetivo conocer en primera persona a Jesucristo y a sus seguidores, además de intentar estar en todos los momentos posibles cerca de los acontecimientos históricos trascendentales de aquella semana de pasión. Así está presente en el sermón del monte de los Olivos, en la detención de Cristo, en la tortura, en el vía crucis y en la crucifixión, y, finalmente en la resurrección. Pero además presencia un par de hechos insólitos e inéditos, que no voy a desvelar por si alguien no lo ha leído, que tienen que ver con el tema OVNI…
En resumidas cuentas: una novela genial (no superadas por las secuelas, aunque solo he leído dos mas), con una apabullante densidad de material histórico y descriptivo, que muestra un Cristo muy diferente a la versión oficial de Roma y los evangelios. Totalmente recomendable como novela… aunque durante años, Benítez mantuvo que los diarios eran reales, no una invención suya, incluso hoy en día no acaba de dejar claro lo que es realmente… Este Benítez es así
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