ByOskarele
En “El enigma sagrado”, la genial obra de Henry Lincoln y compañía, de la que hemos hablado por aquí más de una vez, es el material canónico básico en el que se basa la leyenda, falsa, del Priorato de Sion, que ha sido mantenida, con muy poco sentido crítico, por muchos investigadores del tema de RLC. Como imagino que no todos vosotros los habréis leído, os voy a ofrecer un ligero resumen de sus ideas principales:
Aquí se narra, groso modo, la siguiente historia acerca de esta extraña y supuesta sociedad secreta: Jesús y María Magdalena estaban casados y tuvieron hijos. Tras la muerte de Jesús en la cruz, su esposa y su prole no encontraron mejor lugar para exiliarse que el sur de Francia.
Años después, los descendientes de los vástagos de Cristo formaron una dinastía de reyes francos, los legendarios merovingios, que gobernaron en parte de las actuales Francia, Alemania, Bélgica y los Países Bajos, entre los siglos V y VIII.
Sin embargo, fueron traicionados por una nueva dinastía, que les usurpó el trono: los Carolingios, gracias a la ayuda de la iglesia de Roma, que conocía el secreto de los merovingios y temía que esto se hiciese público, pues caerían sus elaboradas y definitivas doctrinas. El acontecimiento clave fue el asesinato en el año 679 de Dagoberto II, último rey merovingio, se supone…
Y digo que se supone porque su hijo chico, Sigeberto, sobrevivió, permaneciendo escondido en la región del Languedoc, en el sur de Francia, concretamente, y aquí es donde aparece por primera vez, en Rennes-le Château. Allí fue protegido, igual que lo serian sus descendientes, por los que conocían el secreto de la dinastía sagrada de Cristo, un grupo que, finalmente, pasaría a llamarse “La orden de Sión” y que fue fundado, según esta obra, claro, en el siglo XI, para proteger al linaje de Jesús, en Jerusalén y por Godofredo de Bouillon, uno de los líderes de la primera cruzada y presunto descendiente de Sigeberto.
Esta “Orden de Sión” estaría detrás de la creación de los famosos Caballeros Templarios, la orden de monjes guerreros que dominaron Tierra Santa y parte de Europa durante casi dos siglos tras su fundación en 1118. Aunque, hay que mencionar que en 1188, se produjo una escisión entre las dos órdenes, que, desde entonces, siguieron caminos separados.
El Priorato de Sión, nombre con el que pasó a llamarse tras la escisión la orden, sobrevivió a la disolución de los Templarios en 1307, y, supuestamente, continuo existiendo a lo largo de los siglos hasta la actualidad, presidida por una serie de Grandes Maestres entre los que se incluyen algunos de los nombres más brillantes de la historia de la humanidad, mezclados con otros con personalidades y vidas bastante oscuras. Así, por ejemplo, Newton, Da Vinci, Boticelli, Robert Boyle, Victor Hugo, Debussy o Jean Cocteau, fueron grandes maestres del priorato.
Y supuestamente, durante todos estos años, el priorato ha sido el motor oculto de muchos movimiento esotéricos europeos, como, por ejemplo, los rosacruces, o ha estado relacionado con otros personajes importantes de forma tangencial, como Juana de Arco o Michel de Nostradamus.
Finalmente, se supone, según se deja entrever en “El enigma sagrado”, en la época en la que escribió el libro el objetivo era la restauración de ese linaje sagrado descendiente de los merovingios al frente de Francia y de una Europa unida…
Se puede resumir esta idea planteada por Lincoln y Cía. Como la “hipótesis merovingia”.
MAÑANA MAS...
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