PLATÓN. PARTE 2. OBRA
ByOskarele
Ni están todos los que son, ni son todos los que están… se dice que tenemos todos los Diálogos de Platón, lo que no quiere decir que todos los Diálogos con su nombre que han llegado hasta nosotros sean suyos… ahora veremos porque.
Lo que sí es cierto es que Platón elige el diálogo como forma de expresión de su pensamiento; quizá como tributo a su maestro Sócrates a quién, por lo demás, convierte en interlocutor de prácticamente todos ellos; o quizá por el influjo de su época.
Su obra se puede dividir en varios períodos, según distintos criterios, siendo una de las clasificaciones más aceptadas la cronológica:
1. Diálogos de juventud (de los 28 a los 38 años) (399-389), dominados por los temas de carácter socrático, en los que se mantiene fiel a lo enseñado por Sócrates. La mayor parte de estos diálogos terminan sin llegar a ningún resultado definido… es el característico “no saber nada”. Esta es la época de los viajes a Megara, Cirene, Egipto e Italia y los diálogos serian estos:
- Apología de Sócrates (defensa de Sócrates durante su juicio)
- Critón (Sócrates en la cárcel sobre problemas cívicos y lo injusto de su condena)
- Laques (sobre la valentía)
- Lisis (sobre la amistad)
- Cármides (sobre la templanza)
- Eutifrón (sobre la Piedad)
- Ión (contra los poetas y los rapsodas)
- Protágoras (¿Es enseñable la virtud?)
2. Diálogos de transición (de los 38 a los 41 años) (389-385), en los que ya se empieza a alejar de la senda socrática, comenzando a introducir elementos de su propia cosecha, algunos de los cuales apuntan ya hacia la teoría de las Ideas. Tiene lugar en ésta época el primer viaje a Siracusa (Sicilia) a la corte de Dionisio primero y la amistad con Dión. Serán estas obras
- Gorgias (Sobre retórica y política)
- Crátilo (Sobre la significación de las palabras)
- Hipias mayor y Menor (Sobre la belleza el primero, y sobre la verdad del segundo)
- Eutidemo (Sobre las falacias de los sofistas)
- Menón (¿Es enseñable la virtud? Pues si)
- Meneceno (parodia sobre la retórica)
3. Diálogos de madurez (de los 41 a los 56 años) (386-370), en las que ya encontramos el pensamiento de Platón en toda su dimensión, donde ya la influencia de Sócrates es mínima. Es la época de Academia en Atenas y serán estas obras:
- Fedón (Sobre la inmortalidad del alma, el último día de Sócrates en prisión)
- Banquete (Sobre el amor y la belleza)
- República (Sobre política y otros asuntos: metafísicos, gnoseológicos, etc.)
- Fedro (Sobre el amor, la belleza y el destino del alma)
4. Diálogos críticos y de vejez (de los 56 a los 80 años) (370-347), en los que revisa alguna de sus ideas y se muestra algo más pesimista:
- Parménides (defensa de la teoría de las ideas frente a las críticas recibidas)
- Teeteto (Sobre el conocimiento real, fuera de los sentidos)
- Sofista (Lenguaje, retórica y conocimientos)
- Político (Sobre política y filosofía. El verdadero gobernante es el que sabe)
- Filebo (sobre la relación entre el placer y el bien)
- Timeo (sobre ciencia natural y cosmología. En él aparece por primera vez el Demiurgo)
- Critias (sobre el estado ideal agrario contrastado con el poderío marítimo imperialista. Aquí aparece el mito de la Atlántida...)
- Las Leyes (La ciudad ideal, revisión pesimista de la República)
- Carta VII (en esta carta Platón nos presenta su conocida y breve autobiografía)
Los personajes de los diálogos son generalmente personajes históricos, como Sócrates, Parménides de Elea, Gorgias o Fedón de Elis, aunque a veces también aparecen algunos de los que no se tiene ningún registro histórico aparte del testimonio platónico. Cabe destacar, además, que si bien en muchos diálogos aparecen discípulos de Sócrates, Platón no aparece nunca como personaje. Solamente es nombrado en Apología de Sócrates y en Fedón, pero nunca aparece discutiendo con su maestro ni con ningún otro.
Ya en la antigüedad se formularon sospechas en torno a la autoría de algunos de estos diálogos. Algunos atribuían el “Alcibiades II” a Jenofonte. Otros rechazan la autoría de las “Leyes” o incluso de la “República”… en la actualidad la crítica especializada afirma que, sin duda, los diálogos más importantes, como el “Fedón”, “El banquete”, “La república” o el “Timeo”, son sin duda suyos. Lo que sí es probable es que muchos de los diálogos menores no lo sean, como el citado “Alcibiades II”, el de los “Amantes” o el “Minos”.
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