“Un día, hablando con un campesino, le propuse la hipótesis de que hubiese un Dios que rige cielo y tierra, conciencia del universo, pero que no por eso sea el alma de cada hombre inmortal en el sentido tradicional y concreto, y me respondió: entonces ¿para qué Dios?”
MIGUEL DE UNAMUNO. Del sentimiento trágico de la vida.

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