EL CAMINO HACIA NOSOTROS. LA EDAD DEL HIELO, PARTE 2. LOS GLACIARES MOLDEARON LA TIERRA


ByOskarele

El naturalista Jean Charpentier, en 1834, iba caminando por un sendero rural en Suiza, se puso a conversar con un leñador sobre las extrañas rocas que había a los lados del camino.

Este le explico que procedían de Grimsel, una zona granítica que quedaba a cierta distancia. El leñador le dio esta explicación sobre el fenómeno: “El glaciar de Grimsel las transportó a ambos lados del valle, porque en el pasado el glaciar llegaba hasta la ciudad de Berna”

Pero cuando Charpentier expuso estas teorías ante sus compañeros también fue rechazado.

Un colega y amigo suyo, Louis Agassiz, si acabó abrazando la teoría de la glaciación y casi se la llegó a apropiar (más info aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Agassiz).

Agassiz había estudiado en Couvier, en Paris, y era profesor de historia natural de la Universidad de Neuchatel, en Suiza, pero en realidad fue otro amigo suyo, el botánico Karl Schimper, el que acuñó en primer lugar el término “Edad del hielo” (“Eiszeit”, en alemán) en 1837, afirmando que el hielo había cubierto en otros tiempos no solo los Alpes Suizos si no gran parte de Europa, Asia y Norteamérica.

Lo chungo fue que el bueno de Schimper le prestó sus notas a Agassiz, una acción que habría de lamentar posteriormente, cuando se le empezó a atribuir a este ultimo el merito de lo que en realidad fue un descubrimiento suyo.

Lo cierto es que Agassiz se apoderó de la idea y la intentó demostrar con todos sus medios. En su esfuerzo por entender cómo funcionaban las glaciaciones fue a todas partes, penetrando en profundas y peligrosas grietas y ascendiendo a las cumbres más escarpadas. Pero más crudo lo tuvo en realidad en los ambientes académicos, donde su teoría fue una vez y otra rechazada, especialmente en Inglaterra, donde no habían visto en su vida un glaciar y, lógicamente, no podían entender las aplastantes y trituradoras fuerzas que genera.

Fruto de sus investigaciones, en 1840 aparecen sus “Estudios sobre los glaciares” donde describe los movimientos de los glaciares, sus morrenas, su influencia en el desplazamiento y la erosión de las rocas y la formación de las estrías y las rocas amontonadas observadas en los paisajes alpinos.

Ese mismo año, junto a William Buckland, visita las montañas de Escocia y encuentran en diversos emplazamientos índices de antigua actividad glaciar y terminó presentando un informe, ese mismo año de 1840, en una reunión de la Asociación Británica para el Progreso de la Ciencia en Glasgow, en la que el gran Charles Lyell le criticó abiertamente… aunque acabaría aceptando su idea años después, tras una especie de epifanía que tuvo al descubrir que una morrena o hilera rocas, que había cerca de la casa de su familia en Escocia, solo se podía entender si se aceptaba que aquellas piedras habían sido depositadas allí por un glaciar.

Entre 1842 y 1846 publica sus “Nomenclator zoologicus”, una clasificación minuciosa con referencias de todos los nombres empleados en biología para el género y la especie. Gracias a la ayuda del rey de Prusia, Agassiz cruza el Atlántico con el doble objetivo de estudiar la historia natural y la zoología de los Estados Unidos y de dar un curso de zoología bajo la invitación de J. A. Lowell, en el Lowell Institute, en Boston (Massachusetts).

Las ventajas financieras y de investigación que se le presentan le deciden a instalarse en EEUU, donde permanecerá hasta el final de su vida. En 1847 es nombrado profesor de Zoología y Geología de la Universidad de Harvard y en 1852 acepta un puesto de anatomía comparada en Charlestown (Massachusetts), pero dimite después de dos años. No obstante, Agassiz continúa escribiendo. Publica cuatro volúmenes de “Historia natural de los Estados Unidos” (Natural History of the United States) (1857-1862) y un catálogo de artículos de su campo predilecto —Bibliographia Zoologiae et Geologiae— en cuatro volúmenes (1848-1854).

En 1861 recibe la Medalla Copley, la más alta distinción de la Royal Society… que anteriormente había renegado de él…

A la aceptación de sus teorías sobre las glaciaciones ayudó que, seis años después de su llegada, la primera expedición científica que fue a Groenlandia informó que casi la totalidad de aquel continente estaba cubierto de una gruesa capa de hielo, semejante a la teoría de Agassiz.

El único defecto de su teoría sobre las edades del hielo era que estas no tenían ninguna causa… hasta que a un conserje de una Universidad de Escocia se le ocurrió una brillante idea…

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