LA ABSURDA HISTORIA DEL ARBOL Y LA FLOR
Un relato de El Pajarito
Era un hermoso prado tapizado de hierbas, en él, crecia un solitario árbol sobre las suaves colinas, desde ahí dominaba su alrededor.
Todas las mañanas se entretenia contando las gotas de rocío, que cual diamantes, el sol del amanecer hacía brillar, jugando con sus hojas al viento o alguna casual mariposa que se posara en sus ramas, trayendo historias de otros lejanos lugares.
Una mañana de "esa" primavera estaba contando, como siempre las gotas de rocío, cuando algo lo distrajo, asombrado noto que algo pequeñito y fragil brotaba del suelo muy cerca suyo y pensó;
_ que tonto arbolito crecer tan cerca mio ! … _mas no era un arbolito_.
Sin prestarle mucha importancia siguió con su rutina, solamente lo observaba de vez en vez y comenzo a sentir ansiedad, viendo que esa planta era de esas que suelen dar flores. Entonces sintio miedo, por él y por ella, él lo viejo que era, antiguo, desabrido, gastado, y ella por lo fragil, joven é inocente que parecía, tambien empezo a sentir angustia, por temor a que alguien la dañara.
Estiro sus raices hasta rodear las de ella, creyendo asi protegerla, luego se dio cuenta que así, ella no podria nutrirse por sus medios, entonces con rabia por él mismo las fue retirando.
En la siguiente tormenta, la lluvia caía con violencia, las rafagas de viento parecian arrancar el suelo, entonces estiro sus ramas para cubrirla y asi protegerla, pero… pasada la tormenta se percató que estaba impidiendo el paso del sol y la flor no crecía, entonces con mas rabia por el mismo, por lo tonto que era, dejo que sus ramas se quebráran y dejáran pasar al sol.
La planta lucía hermosas flores, cuando el árbol vió qué algunos animales rondaban jugando, y se acercaban peligrosamente a la flor, con furia cubrió su tronco y ramas con agudas espinas, y con ayuda del viento se agito violentamente hasta que los animales espantados huyeron del lugar…pero el espanto tambien llego a él, cuando consideró que ella podia ser dañada por sus espinas, y ciertamente con urgencia las desprendió.
Y comenzó a sentir celos de las mariposas y picaflores que se posaban en ella, -asi que él- el árbol desprendió su hojas para alejarlos, pero no lo conseguía, pues seguian rodeando la flor, entonces renovando su savia se obligo a florecer, y dió grandes y perfumadas flores, atrayendo de ese modo a las mariposas y picaflores, más luego tambien con rabia vio que la flor quedaba sola…y se preguntó para que hacia lo que estaba haciendo, si perdió sus hojas, perdió sus ramas, perdió sus espinas, sus raíces y sus flores, pero no queria perder a la pequeña flor que crecía a su lado, resignado, volvió a ser el árbol que siempre fué, y comenzó a sentirse feliz, por el solo hecho de permitirle libremente a la flor que creciera, que creciera en paz, sin custodia, sin presiones, sin limitaciones, porque siempre iba a estar a su lado…
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