LOS CIRCULOS DE LAS COSECHAS primeraparte DEMAGIA Y REALIDAD DEVERDADES Y MENTIRAS

bymoser

Magia y Realidad; términos opuestos, aparentemente incongeniables; aquello q sigue un patrón preestablecido, q atiende a la razón, la realidad; la magia por su parte, aparentemente aleatoria, excepcional, será cómodo asociarla al club de la mentira, de lo inconcreto; “faltan datos”. Preferimos evitar lo excepcional; una suerte de ignorancia placida; una invisible venda q nos evite el horror vacui; preferimos la estupidez al vacio.

¿Q es la realidad?

Un lugar donde sentirnos seguros, más pequeño cuanto menor sea nuestro campo de visión; pues en realidad, la realidad, está llena de incongruencias. Daniel Goldman es uno de esos psicólogos de nueva era; creo fue él quien acuño el termino del punto ciego en relación a la percepción; el globo ocular en su interior está casi completamente recubierto por los receptores foto sensibles; casi, pues existe una zona q carece de estos receptores, el lugar por donde penetra el nervio óptico; el punto ciego anatómico; algo así ocurre con el retrovisor en los coches; una pequeña área sin visión en cada ojo q en la práctica queda compensada al ser nuestra visión binocular, es decir, por contar con dos perspectivas.

El bueno de Daniel toma el termino con objeto de hacernos ver q nuestra percepción y entendimiento se vale de sus propios puntos ciegos; estos, moldeables, extensibles y proliferables hasta la demencia según necesidad; con objeto de evitarnos convivir con aquello q no entendemos, q nos haría dudar, q nos desagrada hasta el punto de necesitar ignorar; eso de enterrar en el subconsciente conflictos emocionales q no somos capaces de resolver o al menos aceptar, como esos traumas a temprana edad.

Todo es magia, todo al menos igualmente incomprensible; hay cosas q se avienen a la normalidad; ocurren con demasiada frecuencia como para ser ignorados y respetan nuestro código de valores; y fenómenos infrecuentes o q no se atienen a nuestro código de valores y q preferimos obviar; “miénteme, dime q me quieres” o directamente; “…ha dejado la medicación y se ha liado con un cubano. Se ha vuelto loca”

Horror al vacío y puntos ciegos para hacerme entender cómo es posible q uno de los fenómenos más enigmáticos y notables, bellos y desconcertantes de los últimos 50 años, aun presente, ha sido volteado al olvido.

Descomunales figuras geométricas en complejidad creciente vienen apareciendo durante la noche en los campos de cereal de medio mundo, en especial del suroeste británico desde al menos los años 70.

Figuras q deben ser trazadas en apenas unos segundos, minutos no más, por medio de una técnica perfectamente distinguible pero q aun hoy, mas allá de lo q puedan haber oído, nadie ha podido reproducir para conocimiento popular.

No tengo necesidad de entender todo lo q ocurre; no es un gran problema; sin q esto sea óbice para querer saber cómo y por qué ocurre.

No sé si esos círculos de las cosechas son obra de extra o intraterrestes o incluso de terrestres a secas; tampoco nada de la intención; aparecen en la intimidad pero son enormes y a la vista de cualquiera; cada año, cada año en oleadas, una vez el cereal esta crecido, una vez comienza la primavera.

Para algunos, definitivamente, el mayor enigma de nuestro tiempo.

Sin embargo, con el transcurrir de los años, de la primera plana de información general su difusión se ha visto reducida a aquellas publicaciones signadas como de pseudociencia; pseudorespetables, de temática poco creíble sino fraudulenta, irreales; bajo un manto de contrainformacion, de intoxicación o desinterés han quedado confinados  allá donde no  molestan; allá donde no alcanzamos a ver.

Se ha dejado anegar nuestro criterio por el calar de aquellas informaciones q los secundaban como una torpe impostura  “obra de jubilados bromistas”; arrugados granjeros estaca en mano q se responsabilizaban del engaño y para los q si reservaron portadas los grandes medios de lo sensato; con la suficiente tierra encima creemos q esta todo enterrado; curiosidades del pasado.

Lo cierto es q el fenómeno continua, y resulta hoy,  tan enigmático como lo era hace 30 años; los nuevos círculos se suceden cada año y con ellos la evidencia de su excepcionalidad, q hoy ya pocos se atreven a contravenir; se opta por la vía de la omisión, cuando no, de buena o de mala fe, se da pábulo al fraude del fraude, reportándose  círculos claramente falsos y haciéndolos pasar por información general del fenómeno; es cierto q un par de granjeros, y después seguro muchos más, granjeros o no, han venido haciendo sus particulares aportaciones al folklore gales del cereal; cierto es q algunas de las formas aparecidas en los campos no son más q reclamos publicitarios; pero estos, de los q podemos aclarar su origen o, al menos, el modo de ejecución, no son más q una minoría, imitaciones, por lo general fácilmente distinguibles, y que palidecen ante la grandilocuente magnificencia del acabado y la complejidad de los auténticos; cientos, enormes, de motivos geométricos, matemáticos y filosóficos, perfectos en su ejecución, sin rastro de pisadas o estacas; como figurados por una corriente de viento inteligente; poseedores, de una singularidad sutil y contundente, inexplicada e irreproducible, el doblado de sus tallos, q no llegan a romperse, q parece haber sido calentado como a microondas en un punto concreto, a partir del cual se plisan para formar los reales y mágicos círculos del cereal. 


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