EL CINE EN RUSIA. PARTE 11. PROTAZANOV Y “AELITA, LA REINA DE MARTE”


Perpetrado por Oskarele

Es curioso, para acabar con este repaso de la cinematografía rusa durante el periodo soviético, el caso de Yakov Protazanov, y su maravillosa película “Aelita”, de 1924, la primera película de ciencia ficción realizada en este país, así como una de las más importantes de la historia del cine fantástico. Una autentica obra maestra, rara, pero genial.


El tal Protazanov (1881-1945), fue junto a Ermoliev, Drankov o Janzhonzov uno de los pioneros del cine ruso pre-soviético. Así, dirigió entre 1911 y 1918 más de 80 títulos (de las que, lamentablemente, solo se conservan siete), muchos de ellos protagonizados por el mencionado anteriormente, Ivan Mosjukin, destacando obras como “Otets Sergiy” (Padre Sergio), de 1918 o “Pikovaya Dama” (La reina de espadas), de 1916.

La revolución sorprende por tanto a un Protazanov ya consagrado como realizador, uno de los valores más firmes del cine ruso, tanto por la calidad de sus adaptaciones literarias como su preocupación social.  Tras “El padre Sergio” y su magnífica carga crítica dirige “Tayna korolevy” (El secreto de una reina), de 1919.

Y después vino el exilio voluntario de su productor Ermoliev, al que se unió la compañía, Protazanov incluido. Estaría unos años en Paris (relacionándose con la comunidad vanguardista francesa, especialmente con René Clair, con el que hizo alguna película), pero regresa a Rusia en 1924… para rodar su primera película soviética… “Aelita”.

Basada en una novela escrita en 1922 por el conde Alexei Tolstoi –pariente lejano de Leo Tolstoi-, “Aelita” (conocida aquí como “Aelita, la reina de Marte”) se convertirá de inmediato en la producción soviética más importante y costosa de la década de los 20.

Se nota la estancia en París de su director por las numerosas referencias tomadas de las corrientes vanguardistas  del momento, futurismo y constructivismo, de las que son buen ejemplo los diseños de vestuario creados por Alexandra Exter, figura clave del Art Decó. El diseño del planeta Marte es absolutamente espectacular (no se parece a nada visto posteriormente en la ciencia ficción) y nada más que por eso merece la pena ver la peli.


El guion es algo confuso y lioso (más que nada porque la peli original no tenia intertitulos…).

Cuenta, grosso modo, la historia de un científico con problemas de pareja que construye una nave espacial en la que viaja junto a unos colegas a Marte (el interior de la nave es pa verlo…), encontrándose con una sociedad gobernada por un grupo de ancianos, donde la llamada reina, Aelita, no tiene real poder para gobernar. Los trabajadores son puestos en almacenes subterráneos fríos siempre que haya tareas para realizar, mientras que la información, los recursos y el acceso a la tecnología están controlados fuertemente. Pero el viaje no fue porque si: la reina Aelita ve con un telescopio al científico en la Tierra y se enamora de él… lanzando un mensaje de ayuda para que los socorriesen. Ayudarán a Aelita a derrocar al tirano gobierno, provocando una revuelta socialista, pero claro ella también quiere ostentar el poder absolutamente… al final todo resulta ser un…

Básicamente en space opera muda y surrealista… pero genial.




“Aelita” fue un proyecto del gobierno, así que no le sorprenderá a los espectadores que el arribo de la humanidad a Marte trae la revolución para los trabajadores marcianos oprimidos, o que la reina trata de usar la revolución para alzarse con el poder. Desafortunadamente, la historia se funde en un desorden alucinatorio justo cuando el conflicto debería ir en aumento… aunque tal vez agradecidos por el inesperado final feliz.

Fue un fracaso.



Así que volvió al realismo en sus siguientes películas. Destaca “Sorok pervikh”, (El 41) de 1927,  uno de los melodramas más estremecedores de la historia del cine, que eleva su condición para pasar a ser fuente de polémicas políticas y sociales de todo tipo. El título hace referencia a los cuarenta oficiales «blancos» que ha matado una soldado «roja», encarnada por Ada Voitsik. Una jugarreta del destino en forma de tormenta hace que naufrague en un islote del Mar de Aral sin más compañía que un oficial del ejército enemigo. El amor surge y embriaga a los amantes mientras permanecen aislados del mundo exterior, pero, cuando están a punto de ser rescatados, las diferencias políticas reaparecen, y el amado oficial se convierte en la víctima número cuarenta y uno de la soldado... una maravilla.

Protazanov abandonó el cine mudo en 1930, con ”Prazdnik sviatogo Iorgena”( La fiesta de San Jorge ). El musical “Marionettes” (1934) fue su primera película sonora. Su última obra destacable fue una adaptación de “Bespridannitsa”, obra de Aleksandr Ostrovski, en 1937.

Fallecería en 1945.

Mas info y fuentes aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Y%C3%A1kov_Protaz%C3%A1nov, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Aelita, aquí: http://www.imdb.com/name/nm0698839/, aquí: http://www.cine-clasico.com/foros/viewtopic.php?f=49&t=17776 y aquí: http://www.patiodebutacas.org/foro/showthread.php?t=1327.

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