UN TAL CHAPLIN, PARTE 8. EL GRAN DIRECTOR.

Perpetrado por Oskarele

“La voy a proyectar ante el público, aunque tenga que comprarme o mandarme construir un teatro para ello, y aunque el único espectador de la sala sea yo”

Tras el estreno de “Tiempos Modernos”, Chaplin se va de viaje, junto a la Goddard y su madre, por el Extremo Oriente, asistiendo al estreno en Japón, y, posteriormente, en la India, donde se reúne de nuevo con Gandhi, y China, donde se niega a montarse en uno de esos carros llevados por hombres. De vuelta a Los Ángeles decide mudarse a un lugar extraño y apartado de California, Pebbe Beach, junto a Carmel, cerca de San Francisco. No recibe a nadie, y mucho menos a periodistas. Allí se pasará cinco meses encerrado, lo que hace pensar en una retirada de las pantallas. Se le da por artísticamente muerto por parte de sus enemigos.

En realidad estaba teniendo una dura batalla consigo mismo: su mundo de artista va a cambiar radicalmente. Cuando se estrenó “Tiempos modernos”, asistió de incognito a proyecciones de la película en cines populares, y descubrió que los jóvenes y los niños no comprendían porque no hablaban. El cine sonoro había vencido. Así que su próxima película será hablada.

Barajó varios proyectos, entre ellos los eternos Hamlet y Napoleón. Pero la realidad del mundo, que se acercaba hacia una nueva gran guerra, le hace tomar una decisión que marcará su carrera: hará una película sobre dictadores, especialmente contra Hitler, que nació el mismo que año que él y usaba el mismo bigote.

Así, durante 1938, trabaja en secreto en este proyecto, comenzando el argumento el 1 de enero de 1939 y terminándolo en tres meses. En junio comienza a preparar el rodaje y a practicar con Paulette Godard, que será, de nuevo, la actriz principal. El 5 de septiembre de 1939 comienza el rodaje, junto al día siguiente al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Terminará seis meses después, aunque la peli no estará lista hasta octubre de 1940. Había costado dos millones de pavos (sacados del bolsillo de Chaplin).

El título definitivo será “The Great Dictator” (El Gran Dictador)



Desde el momento en que quedó claro que el próximo proyecto de Chaplin iba a ser una violenta sátira con Mussolini y Hitler, se desatan contra él toda clase de campañas, presiones e incluso amenazas. Los sectores más conservadores, que ya lo odiaban hace tiempo, se muestra más hostiles que nunca, bien por simpatías hacia los dictadores o bien porque no querían que los USA interviniesen en la guerra que asolaba Europa.
Alemania, lógicamente, protesta. Sus cónsules y embajadores en Estados Unidos amenazan con que la realización del film podría llevarles a prohibir el estreno de todas las películas americanas en Alemania y en todos los países conquistados y afines. La industria se alarma y piden a Chaplin que abandone la obra, campaña liderada por los medios de Randolph Hearst. “La voy a proyectar ante el público, aunque tenga que comprarme o mandarme construir un teatro para ello, y aunque el único espectador de la sala sea yo”, dijo.

Finalmente se estrenó en Nueva York el 15 de octubre de 1940.





En la peli Chaplin interpreta dos papeles: el de Charlot y el de Hitler (aquí llamado Adenoid Hynkel), y por primera vez hablará en la pantalla. Tras el estreno dijo: “mi dictador tiene cierto parecido con Hitler. Es una coincidencia que use un bigote como el mío, pero yo lo usé primero”, y también “yo solo lucho contra la persecución de los pequeños y los débiles. He representado en mi film a ese hombrecito que ha sido pisoteado durante 25 años, y que puede ser un individuo o puede ser una minoría compuesta por numerosos hombrecillos. Parte del tiempo soy el hombre pequeño, y parte, el dictador

La peli se centra en Tomania, un país imaginario que pierde la guerra en 1918. Y narra la historia de un humilde peluquero judío, que ignora que una persona con gran parecido se ha erigido en dictador del país, haciendo creer a todo el mundo que la cosa ira mejor si expulsan a los judíos. Un día los sicarios del dictador pintan en la fachada de la barbería la palabra “judío”, y cuando el barbero la borra, se produce una pelea, en la que es ayudado por una joven harapienta, interpretada por Paulette Godard.





Un tiempo después el barbero es capturado por ayudar a un amigo judío. Mientras el dictador ataca al país de al lado (Osterlich), con la ayuda del fiel dictador Napoloni,  es confundido con el barbero por sus propios guardias, siendo ingresado en un campo de concentración, al perder la memoria. Al mismo tiempo, el barbero es confundido con el dictador y le piden que anuncie el éxito de la invasión del país fronterizo… pero el discurso que lanza no es el esperado, sino una de las declaraciones de paz y amor a la humanidad más bellas jamás pronunciadas, y que representa un hermoso final para la película (aunque trágico, pues el futuro del pobre barbero judío, aunque no se ve, queda bastante claro…)

Aplaudido por la multitud, habla para sí: “¿Me escuchas Hannah? Donde quiera que estés, ¡mira hacia a lo alto, Hannah!”. Hannah, en su casa, arrasada de nuevo por los invasores, dirige la mirada al cielo con esperanza, y sobre ese rostro se cierra la pantalla.





“Hay quien dice que los dictadores no son personajes cómicos y que su maldad es demasiado seria como para provocar risa. Pero están equivocados, ya que, en sí mismo, el poder absoluto es ridículo y con el paso de los años su figura y su poder dan risa. Con mi película no pretendo burlarme de su maldad, de los campos de concentración y de las matanzas, sino del mismo dictador”

La película seria nominada a varios Oscars: mejor película, actor, guion original, música (estos tres últimos del propio Chaplin) y actor secundario (Jack Oakie, quien encarnó a Benzino Napoloni, realizando una genial parodia del italiano Benito Mussolini). No ganó ninguno. Ese año, la mejor película, según la Academia, fue “Rebecca”, de Alfred Hitchcock.

A pesar de que tuvo un enormemente exitoso estreno, se desencadenaron todas las fuerzas de sus enemigos: la prensa “Hearst” le atacó como comunista. La critica consideró la película larga, pesada, desigual…  se prohibió en numerosos países, como Alemania, Italia o España (donde no se estrenó hasta 1976, después de palmar el tipo aquel, y donde, además, se prohibió el nombre mismo de “Chaplin”), pero también en muchos estados de la Unión, en Argentina (donde se organizó una línea de buques que cruzan el Rio de la Plata, desde Buenos Aires a Montevideo, para poder verla)… y en donde se estrenó fue mutilada, cortándose, principalmente, las escenas del campo de concentración y el baño de barro, cuando los horrores de la realidad habían de superar después toda fantasía. Incluso se corta la escena del baile, por considerarla injuriosa para la vida privada del dictador Napoloni.






Pero aun así, es un enorme éxito mundial, y cobrará aun más vida cuando en 1941 los Estados Unidos entren en guerra tras el ataque a Pearl Harbour. Para ser justos hay que decir que también recibió críticas positivas. La revista “Life”, por ejemplo, publicó: “el actor más querido del mundo ha realizado un filme que ridiculiza a la figura más odiada del mundo”.

A pesar de luchar ahora en la misma causa que Chaplin, los Estados Unidos se la tienen jurada al director… que iba a entrar en los años más arriesgados y jodidos de su vida.







Os dejo aquí el discurso final que da el barbero en la película. Sobran palabras para describirlo:

"Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, no quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible. Judíos y gentiles blancos o negros. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos, la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros. Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, a millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá. Soldados, no os rindáis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como a carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina. Vosotros no sois máquinas, no sois ganado, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo los que no aman odian, los que no aman y los inhumanos. Soldados, no luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. En el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." En Vosotros, vosotros el pueblo tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, vosotros el pueblo tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa de convertirla en una maravillosa aventura. En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres trabajo, y de a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Con la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron al poder. Pero mintieron; no han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, donde el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad. Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos."



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http://www.facebook.com/group.php?gid=126815644036357

 Más info y fuentes aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Chaplin, aquí: http://www.charliechaplin.com  (pagina web oficial), aquí: http://personal2.iddeo.es/lonesome/index.htm, aquí: http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/figuraschaplin.htm, aquí: http://es.wikiquote.org/wiki/Charles_Chaplin, aquí: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/chaplin/peliculas.htm, aquí: http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article56.html, aquí: http://www.imdb.com/name/nm0000122/ (IMDB) y aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Filmograf%C3%ADa_de_Charles_Chaplin.

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