Perpetrado por Oskarele
“El pánico es más contagioso que la peste y se comunica en un instante”. Nikolái Vasílievich Gógol (1809-1852)
El ser humano está acostumbrado a vivir en sociedad. Lo que no quiere decir que lo esté para vivir en multitud. Cuando los seres humanos nos organizamos en multitudes, se pierda parte de la conciencia de individuo para formar parte de un todo grupal.
Un rebaño.
Efectivamente existen estudios que demuestran que ante algunos estímulos, como alegría, jubilo, ira o pánico, las multitudes humanas se compartan como un solo individuo.
El pánico, por ejemplo, es una de las emociones que parece ser mas contagiosa: en circunstancias normales, cuando una multitud está encerrada en un lugar con una sola puerta, se organizan, más o menos, para salir ordenada y tranquilamente, tomando decisiones individuales que ayudan a cumplir el objetivo, que es salir.
Pero añadan el factor “terror” a ese hipotético escenario.
Imagínense que de pronto un perturbado saca un arma y comienza a disparar aleatoriamente, así, porque si.
A partir de entonces el ser humano deja de tomar decisiones racionales e individuales, y se deja arrastrar, generalmente, que conste, por la multitud, haciendo casi siempre lo que hagan las personas de al lado.
Así, el pánico contagiado hace que se amontonen ante la única salida, provocando avalanchas y embotellamientos.
Pues algo similar pasa, por ejemplo, en otras emociones contagiosas, como por ejemplo el odio irracional y dogmatico (una manifestación religiosa, un mitin político, un partido de futbol) o la ira.
De algún modo aflora en nosotros el sentimiento ancestral de pertenencia a la manada.
Y nos dejamos llevar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario