La muerte de esta autentico padre de la industria cinematográfica, Thomas H. Ince, del que ya hablamos en el artículo anterior, es sumamente curiosa e interesante (ahora veréis porque), tanto que se merece su propia entrega. Vamos a ver que pasó…
El 15 de noviembre de 1924 (sábado, pa ser exactos) en San Pedro (California) el magnate William Randolph Hearst (el tipo aquel en el que se baso Orson Welles para “Ciudadano Kane”) y su yate “Oneida”, salieron rumbo a San Diego, con la intención de celebrar el 42 cumpleaños de Thomas H. Ince (irónicamente…). Como si fuese esto una novela de Agatha Christie, es necesario conocer a los invitados para entender mejor el misterio.
Eran los siguientes: Charlie Chaplin, la periodista Louella Parsons, el gerente de producción de Hearst Dr. Daniel Carson Goodman, el escritor Elinor Glyn y las actrices de cine Marion Davies, Aileen Pringle, Jacqueline Logan, Seena Owen, Margaret Livingston y Julanne Johnston.
Pero no estaba Ince.
Por movidas del negocio se retrasó y viajó en tren a San Diego, llegando a tiempo para la fiesta que se iba a celebrar el domingo por la noche. Se ve que en la fiesta se pasó con las copas y se puso malico de indigestión. Así que, el lunes por la mañana, temprano, una embarcación lo transportó desde el yate a la costa acompañado por el Dr. Goodman, que era médico pero que no practicaba. Desde allí cogieron un tren a Los Ángeles, pero el estado de Ince fue empeorando, hasta que tuvieron que bajar del tren en Del Mar y se hospedaron en un hotel, siendo atendido por un tal Dr. T. A. Parker y su enfermera, Jessie Howard. A estos le dijo que había pillado una buena en el barco. Después de aparentemente mejorar un poco, al día siguiente se lo llevaron pa su casa en Hollywood, donde esa misma noche murió, supuestamente de un ataque al corazón, según determinó su médico personal, el Dr. Ida Glasgow.
Su cuerpo fue cremado y pronto su viuda partió para Europa…
Hasta aquí bien.
Pero resulta que el miércoles por la mañana, el diario Los Ángeles Times, contó otra historia, con este titular: “Productor de películas disparado en el yate de Hearst” (Movie Producer Shot on Hearst Yacht!)… pero curiosamente, en la edición de la tarde ya no aparecía esa noticia.
Las primeras historias en los periódicos de Hearst sobre la muerte de Ince afirmaban que el productor había enfermado durante su visita a la hacienda de Hearst en San Simeon, y se había ido a casa en ambulancia, muriendo en el seno de su familia. El rumor en Hollywood de inmediato se puso a trabajar: varias historias empezaron a comentarse.
Entre ellas una fascinante que planteaba que el propio Hearst le había disparado por error… Según esta idea Hearst sospechaba que Marion Davies (su pareja, en la FOTO DE ARRIBA) y Chaplin fueron amantes en secreto. Con la idea de tenerlos controlados, invitó a Chaplin al yate. Y supuestamente allí se los encontró abrazándose y fue por su arma. Los gritos de la Davies despertaron a Ince, que se apresuró a ir hacia donde se encontraban, produciéndose una reyerta y un disparo, que accidentalmente acabó dándole a Ince.
Una segunda versión planteaba que en realidad a quien pilló Hearst fue a Ince con la Davies en la cocina, la noche del domingo. Otra versión planteaba que fue puro azar que se encontrasen allí, pues Ince fue a la cocina en busca de un antiácido y allí se encontró con la dama. Hearst pensó que la había pillado con Chaplin y disparó. Y una cuarta versión plantea que hubo una pelea en la cubierta entre personajes no identificados, saliendo disparada una bala al azar, que atravesó la pared de madera y le dio a Ince que estaba en su habitación…
Curiosamente, el secretario de Chaplin, Toraichi Kono, añade leña al fuego, al afirmar que había visto a Ince cuando tocó tierra. Le dijo a su esposa que en su cabeza tenía una gran hemorragia, como de un impacto de bala…
Los rumores se extendieron de tal modo que un mes después la Oficina del Fiscal del Distrito de San Diego se vio obligado a tomar medidas: entrevistaron al Dr. Goodman, que explico la versión oficial. La investigación se cerró.
Sin embargo, los rumores y las sospechas siguieron merodeando en torno a los invitados de ese fin de semana nefasto. Y la verdad es que sus declaraciones no ayudaron: Chaplin negó incluso estar allí, insistiendo en que él, Hearst y Davies visitaron a Ince enfermo más tarde esa semana. También dijo que Ince murió dos semanas después de su visita. Pero, en realidad, Ince había muerto cuarenta y ocho horas después de salir del Oneida, donde, efectivamente, estuvo con Chaplin…
Marion Davies tampoco aclaró nada. Al contrario. Nunca reconoció que Chaplin, Parsons o Goodman estuviesen a bordo del yate ese fin de semana. Insistió en que Nell Ince (la mujer del muerto) llamó la tarde del lunes desde la United Studios para informarla de la muerte de Ince. (por cierto, la palabra «Rosebud» famosa por la peli de Orson Welles, hilo conductor de toda la narración, es el apodo con el que Hearst llamaba a cierta parte íntima de la Marion esta…)
Abigail Kinsolving, la secretaria de Marion Davies, que no estaba casada, agregó en la misma época más elementos de confusión cuando dijo que ese fin de semana Ince la había violado a bordo del yate. Meses después dio a luz un bebé y murió poco después en un misterioso accidente de automóvil cerca del rancho de Hearst. El cuerpo fue hallado por dos guardaespaldas de Hearst junto con una nota de suicidio de apariencia sospechosa y la niña fue enviada a un orfanato con el apoyo económico de Marion Davies.
Cuando pasó todo esto, Louella Parsons era una simple columnista de uno de los rotativos de Hearst. Pero, curiosamente, después de esto, obtuvo un contrato de por vida. Por otro lado, Hearst proporcionó, según se comenta, un fondo económico interesante a la viuda Nell Ince, que se marchó a Europa y nunca más regresó. Hay quien dice que se negó. Pero lo cierto es que ella ordenó la cremación del cuerpo antes de que pudiese realizarse una autopsia.
D.W. Griffith dijo lo siguiente de estos hechos: "Todo lo que tienes que hacer para que Hearst quede blanco como un fantasma es mencionar el nombre de Ince. Hay mucho mal allí, pero Hearst es demasiado grande."
Sea como sea, lo cierto es que esta extraña muerte hizo que se olvidase su logradísima reputación como cineasta pionero, además de truncar una carrera que hubiese sido exitosísima. Su estudio no pudo sobrevivir a su muerte: En 1925 Cecil B. Demille lo adquirió y lo bautizó Estudios DeMille Studios.
En 2001 Peter Bogdanovich dirigió la película El maullido del gato cuya historia se basa en tales rumores. Bogdanovich afirmaba que había oído la versión del director Orson Welles que, a su vez, la escuchó del escritor Herman J. Mankiewicz. La novela publicada por Ed. Scribner en 1996 titulada “Murder at San Simeon” escrita por Patty Hearst y Cordelia Frances Biddle también se basa en el hecho.
Mas info y fuentes aquí: http://en.wikipedia.org/wi
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