Perpetrado por Oskarele
“En un futuro próximo, el hombre podrá transmitir simultáneamente por radio, para el mundo entero, los hechos visibles y sonoros grabados por una radio-cámara”. Vertov. 1925…
Denis Abramovich Kaufman.
Así se llamaba en realidad Dziga Vertov, el vanguardista y revolucionario director de cine, nacido en Polonia en 1896 y fallecido en Moscú, en 1954.
Pertenecía a una familia de origen judío más o menos pudiente, lo que le permitió estudiar música en el conservatorio de Bialystok, su ciudad natal, hasta que su familia, huyendo del avance del ejército alemán durante la I Guerra Mundial, se trasladó a Moscú en 1915.
Instalados en San Petersburgo, nuestro protagonista inició la carrera de medicina, a la vez que comenzaba a escribir, desde poesía a relatos de ciencia ficción. En esta época universitaria es cuando debió entrar en contacto con las corrientes vanguardistas tan de moda en la época, interesándose especialmente por el “Futurismo”, una corriente artística fundada en Italia por Filippo Tommaso Marinetti, que redactó en 1909 el famoso “Manifiesto del futurismo” y en 1912 su versión literaria, “ Manifiesto técnico de la literatura futurista”.
Para que os hagáis una idea de que iba este rollo con esta frase de Marinetti os sobra: “...un automóvil rugiente, que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia.”
Por esa misma época es cuando decide cambiar su nombre por el seudónimo “Dziga Vertov”, que significa algo así como "gira, peonza" en ucraniano.
En 1918, tras el estallido de la revolución y en plena guerra civil, Dziga Vertov comienza su carrera cinematográfica tras ser contratado por el Comité del Cine de Moscú para hacerse cargo de la edición, como redactor-jefe, del Cine-Semana (Kino-nedelya, 1918-19), el primer noticiario cinematográfico soviético, cuyo primer número data de junio de 1918. Entre sus compañeros estaban Lev Kuleshov, que por aquellos años estaba llevando a cabo sus famosos experimentos de montaje, y Edouard Tissé, futuro cámara de Eisenstein.
El realizador soviético trabajará durante tres años en la edición de noticiarios, al tiempo que dirige sus primeros documentales, como “Godovshchina revolyutsii” (El aniversario de la Revolución), de 1919, una recopilación de secuencias de noticiarios, o “Boy pod Tsaritsynym” (La batalla de Tsartitsyn), de 1920.
Por aquella época funda el famoso grupo de los Kinoks (1919) junto a la montadora Elisaveta Svilova (su futura esposa) y el cámara Mikhail Kaufman (su hermano), que sería el punto de partida de la teoría del Cine-Ojo (Kinoglaz).
Ese año, 1919, en el manifiesto “Por un cine no interpretado”, propone varias de las ideas esenciales de su proyecto de cine (“El cine-ojo. Cine-yo-veo (veo a través de la cámara), Cine-yo-escribo (escribo sobre la película), Cine-yo-organizo (monto un film)”), que se verán confirmados por otro famosísimo de 1923 (aquí lo tenéis: http://catedras.fsoc.uba.ar/decarli/textos/Vertov.htm), con las siguientes características principales:
1. Conseguir una objetividad total e integral en la captación de las imágenes. Piensa que la cámara ve mejor que el ojo humano, pues está libre de prejuicios y de sentimientos. Por eso es necesario:
2. Captar las imágenes sin una preparación previa. Para lo que tienes que partir del:
3. Rechazo al guión, a la puesta en escena, a los decorados, a los actores profesionales y desarrollar el:
4. Uso del montaje para unificar los fragmentos extraídos de la realidad.
El Cine-Ojo de Vertov es más una actitud filosófica que una proposición técnica, que busca a través del lente del cinematógrafo, captar las acciones de la vida, utilizando los métodos más sencillos para el rodaje, violando si es preciso, todas las leyes y hábitos que requieren la construcción de un film.
“Montar y arrancar a la cámara lo que tiene de más característico, organizar los fragmentos filmados, arrancados de la vida, en un orden rítmico visual cargado de sentido”, según el propio Vertov, "fragmentos de energía real que, mediante el arte del montaje, se van acumulando hasta formar un todo global", permitiendo "ver y mostrar el mundo desde el punto de vista de la revolución proletaria mundial".
Surge así su famoso Cine-Ojo, aunque antes hará dos películas documentales convencionales mas: “Agitpoezd VCIK” (El tren Lenin), de 1921 y “Istorija grazdanskoj vojny” (Historia de la guerra civil), de 1922, en las que ya desarrolla las posibilidades del montaje, ensamblando fragmentos de película sin tener en cuenta su continuidad formal, temporal ni lógica, buscando sobre todo un efecto poético que pudiera impactar a los espectadores.
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