LA ATLÁNTIDA. PARTE 22. EL MISTERIOSO “OERA LINDA”


Perpetrado por Oskarele

En 1867, un tipo llamado Cornelis Over de Linden (1811-1874), un maestro carpintero de navíos en los astilleros holandeses de Helder, le entregó al bibliotecario de la Biblioteca Provincial de Leeuwarden, de Frisia, llamado Eelco Verwjis, un extraño manuscrito para que lo copiara.

Aquel texto, escrito en frisio, un idioma hablado en los Países Bajos, había pertenecido a su familia durante generaciones. Cuando se tradujo, su sorprendente contenido produjo sensación en los círculos académicos, aunque rápidamente se apresuraron los más ortodoxos en decir que era un fraude (probablemente lo era).

Se trata del “Oera Linda”, y la versión traducida al holandés apareció en 1871, la cual fue seguida por la traducción al idioma inglés de William Sandbach en el año 1876. Aquí os dejo esta traducción, por si alguien la quiere leer


Antes de seguir, plantear que es más que probable que la Blavatsky tuviese acceso y conociese esta obra, pues contiene muchos de los puntos que desarrolló en su “Doctrina secreta”, como veremos a continuación.

El texto está escrito en una combinación gramaticalmente terrible de dialectos frisón antiguo y frisón moderno, aunque sus propietarios afirmaban que se remonta al año 1256 y se afirma que es una copia de otro más antiguo. Si se comprueba su veracidad, la información contenida se remontaría hasta los años 2194 a. C. y 803. Reescribiría largamente la prehistoria europea… y la historia en general.

Viene a plantear, grosso modo, lo siguiente: Una enorme masa de tierra semicircular, que rodeaba por el norte y por el este las Islas Británicas, era contemporánea de la Atlántida, pero la sobrevivió en miles de años.

Su nombre era “Atland” (Atlandia), lo que nos hace recordar aquella mítica tierra propuesta por Olaus Rudbeck en 1679, y aunque por su latitud lo pueda parecer, no era un continente helado, sino tropical y de sobra habitable.

Dice que en el 2193 a. C. la Tierra sufrió alguna calamidad cósmica (quizá un asteroide que pasó demasiado cerca) que hizo que cambiase la inclinación del eje, lo que produjo cambios climáticos severos… lo que provocó la desaparición y hundimiento de la Atlandia.

Pero los “atlandeses” fueron hábiles constructores y navegantes. Habían hecho mapas complejos y navegaban hasta el Mediterráneo, estableciendo colonias en Escandinavia, Europa del Norte y del Sur, África y Grecia. El libro que nos trata seria el relato escrito por uno de estos pueblos colonizados, los frisones, que narraron la historia de sus antepasados. En 1256, Hiddo Over de Linda, de Frisia, supuestamente, recopiló todo el material en la versión definitiva… que es la que años después heredó Cornelius Over de Linden.


Curiosamente, era un pueblo matriarcal, gobernado por una orden de sacerdotisas célibes, dedicadas a la diosa Frya, la primera “madre-tierra”, aunque también rendían culto a su padre, el dios Wr-Alda.

Entre otras cosas afirma el libro que la democracia tuvo su origen en la llamada Ley de Atlandia, que los incas descienden de un almirante frisón llamado Inka, que el Mahabarata indio fue compilado por colonos frisones, que el dios nórdico Odín era en realidad una deificación de un aventurero frisón llamado Wodin, que la leyenda del vellocino de oro se deriva de una costumbre de esta gente de usar vellocinos de oveja para buscar oro, que Minos, el rey de Creta, era un pirata frisón llamado Minno, que Neptuno era en realidad “Neef-Teunis”, un aventurero frisón que llevó su pueblo hasta Fenicia en el 2000 a. C., que los fenicios aprendieron el alfabeto de los atlandeses, al igual que los números… y que la antigua Bretaña era una colonia penitenciaria…

La veracidad del relato (claramente discutible por su temática) fue puesta en duda desde el mismo momento en el que salió a la luz, siendo uno de los principales argumentos que contiene una mezcla bochornosa de palabras en frisón antiguo y moderno. Pero además hay gran cantidad de anacronismos y sinsentidos, así como errores de datación bochornosos.


Pero esto no impidió que se convirtiese desde el momento de su aparición en fuente de inspiración de grupos ocultistas y pseudo-historiadores.

Y posteriormente los nazis lo tomaron como una fuente importante de referencia, tanto por el hecho de afirmar que el norte de Europa y los pueblos que allí vivían fueron en realidad el origen de las civilizaciones, como por el hecho de mostrar un claro y vergonzoso antisemitismo. En el libro se habla de cómo los frisones (los filisteos) se encuentran a los Golen, al este de áfrica, sacerdotes de Sidón a quienes apodaron como Triuweden, que quiere decir “los que no poseen la verdad”. Estos Golen acostumbraban a robar niños y usaban a sus mujeres para procrear con los frisones. Practicaban rituales sangrientos y tomaban alucinógenos, como los magos (druidas) de los Godos y los shamanes de los Inkas, llamados los Hijos del Sol. Se habrán infiltrado en los grupos sacerdotal de los “Gódos”, pasando a ser esos “Druidas” que sacrificaban seres humanos. “Han estropeado el culto puro de los verdaderos y más antiguos Druidas, que eran guerreros y magos blancos de Hiperbórea…”

El  filólogo Herman Wirth (1885-1981), afiliado al partido Nazi desde 1925, y parte integrante de la Ahnenerbe y de su “Instituto para el estudio de la escritura y los símbolos”, aparte de ser el primer investigador en defender que la religión primitiva del pueblo arionórdico conoció un Cristo y un "Kristianismo" "sui generis", publicó en 1933 una versión traducida al alemán del libro, al que consideró una especie de Biblia Nordica, con el título “Die Ura Linda Chronik”.

Heinrich Himmler se quedaría pillado con esta obra, y por su asociación con el ocultismo nazi, del que fue un claro defensor, el Oera Linda es también conocido como la “Biblia de Himmler”.

En la actualidad se sigue intentando encontrar quien fue el autor, quedando de sobra comparado que es un fraude histórico (además, con una posible intención política similar a la de los famosos “Protocolos de los sabios de Sión”).

Se plantean como autores a Cornelis Over de Linden y a Eelco Verwijs, aunque parece más probable que fuese obra del predicador protestante François Haverschmidt (1835-1894), poeta que escribía bajo el seudónimo Piet Paaltjens, además de ser conocido de Verwijs.

El autor Robert Scrutton escribió dos libros donde pretende demostrar su autenticidad y la existencia de una “otra Atlántida”, que sería la Atlantd mencionada en el libro:  “La otra Atlántida”, de 1977 (la podéis descargar aquí) y “Secrets of Lost Atland” de 1979.

Mas info y fuentes aquí, aquí, aquí, aquí y aquí

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