FRANK SINATRA Y LOS UNIFORMES



ByCineclásicajazz Pizcadelodemás

No han sido pocas las estrellas de cine que participaron activamente en la Segunda Guerra Mundial, incluso alguna de ella llegó a conseguir ascender en el escalafón hasta grados relevantes, siendo el caso más notorio el de James Stewart que llegó a lucir los galones de General y que participó activamente en operaciones aéreas sobre territorio alemán. Sin embargo otros sólo lucieron el uniforme en la pantalla. Uno de estos últimos es Frank Sinatra, que si bien lució bien la vestimenta militar en esa inmensa película que es "De aquí a la eternidad" y que le valió un Oscar y el relanzamiento definitivo de su carrera, no estuvo muy por la labor de ponerse manos a la obra y de oír el llamamiento que el Tío Sam hacía a todos los americanitos de bien, para enrolarse en el ejercito.

Frank Sinatra tenía otros planes, así que logró librarse del llamamiento a filas de una forma que al menos llamaba mucho la atención. Así, un informe médico le declaró no apto para el servicio al reseñarse en el mismo que sufría una cierta inestabilidad mental. Entre todos los factores que provocaban dicha inestabilidad, figuraba uno realmente curioso, y era el de padecer una fobia neurótica a las multitudes. Evidentemente las masas que se arremolinaban en torno suyo en los conciertos multitudinarios que daba ya por entonces, no parecían desencadenar esa fobia tan acusada, más bien pudiera decirse que eran bien recibidas por el cantante-actor como prueba de su éxito profesional. En su momento corrieron rumores que decían que "la voz" había pagado 40.000 dólares a los médicos para obtener un informe que le fuera favorable a la hora de eludir la milicia. La verdad es que, si realmente recibieron ese "donativo" al menos podrían haberle echado un poco más de imaginación y haber argumentado alguna otra cosa que no quedara tan evidentemente forzada y un tanto falsa a los ojos de todos. Las cosas…. y es que al parecer no sólo por aquí cuecen habas.

Cuando los soldados americanos iban al frente, las familias de estos tenían la tradición de colocar un lazo amarillo alrededor del árbol más sano y fuerte que estuviera a la puerta de su casa, como símbolo de que lo tenían siempre presente y del deseo de que volviera sano y salvo, así durante la guerra hubo alguna que otra calle que estaba llena de lazos, uno por cada hijo que estaba en el frente. Cuando llegaba la noticia de una perdida el amarillo se cambiaba por un lazo negro. Ese lazo amarillo fue el primero de otros muchos lazos de otros colores que sirvieron y sirven como símbolo de muchas causas y que de vez en cuando lucimos en nuesta solapa. Evidentemente, de estos amarillos, la familia de Frank no tuvo que colocar ninguno, pero el cantó la canción que hace mención a esta tradición sin lugar a dudas mejor que nadie. Abajo os dejo un enlace con esa canción.


La publicación original aquí, en la pagina de nuestro compañero: http://www.facebook.com/group.php?gid=126815644036357

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