LA ATLÁNTIDA. PARTE 32. LA ATLANTIDA Y LOS NAZIS: LA AHNENERBE, HERMAN WIRTH Y LA ATLANTIDA NORDICA



Perpetrado por Oskarele

Como ya hemos visto, los líderes nazis,  sumamente interesados en el ocultismo, sentían una especial debilidad por la leyenda de la Atlántida, probablemente porque la mayor parte de los ocultistas afines bebieron de las teorías de Blavatsky y sus teósofos. Uno de los que más estudió esta movida fue el holandés Herman Wirth, nacido en 1885 en Utrecht (y fallecido casi cien años depuse, en 1881).

Wirth era filólogo, pero estaba muy interesado en los orígenes de las lenguas y los símbolos, planteando que tenían su punto de partida, al igual que las religiones, en grupos humanos anteriores a lo reconocido por la ciencia oficial.

Consideraba, por ejemplo, que el alfabeto rúnico tiene su origen en signos que designaban el movimiento de los astros, creados en una supuesta civilización ártica desaparecida hace miles de años (él la llamaría “Arktogaia”, pero parece ser una referencia indirecta de Atlantis, Thule o Hiperborea, o un poco de las tres…), por los arios primigenios, que surgieron hace dos millones de años.



Tenían una religión que unía monoteísmo espiritual y dualismo cosmológico. Dios era el principio trascendente oculto del Universo -el Padre- y cambia mediante el Hijo, que cambia a menudo moviéndose entre la luz y la oscuridad. Los arios se veían como los sustitutos de este hijo de Dios.

Consideraba que de aquel mítico continente solo quedaban tres restos: Islandia, las Azores y las Islas Canarias.

Esta primigenia civilización nórdica había llevado consigo su escritura a África y a Asia sirviendo de base para que otras culturas empleasen la escritura cuneiforme, los jeroglíficos, el alfabeto… por eso era necesario encontrar y estudiar los posibles restos que dejaron los supervivientes.

Además, Wirth decía tener la capacidad de leer las mentes y poseer dotes clarividentes

El 11 de julio de 1935, Heinrich Himmler, jefe de las SS, y uno de los lideres nazis más relacionados con el ocultismo, creó una organización que se llamaría “Ahnenerbe Forschungs und Lehrgemeinschaft” (Sociedad para la Investigación y Enseñanza de la Herencia Ancestral), un perturbador proyecto que tenía como objetivo recuperar, estudiar y difundir el pasado germano en todas sus vertientes, abarcando disciplinas como la lingüística, la artesanía, la música o la arqueología. Especial dedicación tuvieron con la búsqueda de antiguos objetos sagrados y reliquias, tocados o construidos por entes superiores, posiblemente atlantes o habitantes de la Hiperborea, que habían transmitido parte de su ancestral poder mediante esos objetos (como la lanza de Longinus, el Santo Grial o la Mesa de Salomón)



El primer director de la Ahnenerbe fue precisamente Herman Wirth, cargo que dejaría en 1937, por discrepancias con Alfred Rosemberg, además de un cierto distanciamiento con el régimen (reivindicaba la naturaleza matriarcal y pacífica de los antiguos arios), que le llevó a exiliarse junto con otros místicos alemanes, enfrentados al nacional socialismo.

En septiembre de 1936, durante una multitudinaria reunión del partido, el propio Hitler en persona arremetió contra él, diciendo: “Nosotros no tenemos nada que ver con esos elementos que entienden el nacionalismo en términos de habladurías y sagas, que, en consecuencia lo confunden demasiado fácilmente con vagas frases nórdicas y que ahora están iniciando su investigación basándose en motivos de una mítica cultura atlante…

Sería liberado por los yanquis y continuaría investigando hasta su muerte.

La primera expedición arqueológica de las muchas que organizaría la Ahnenerbe la dirigió el propio Wirth, que en 1936, partió hacia Suecia, concretamente a las colinas de granito de Bohuslän, donde había gran cantidad de símbolos rupestres de la Edad del Bronce, en los que esperaba encontrar la conexión con aquella mítica tierra a medio camino entre la Atlántida y Thule.


Esta iría seguida por las campañas de recogida de folklore finlandés en Carelia por el antropólogo amateur Yrjö von Grönhagen, también en busca de pruebas de aquella escritura atlante primitiva.

En su búsqueda parece ser que también se interesó por las islas Canarias, pues Wirth creía que las eran picos meridionales del continente desaparecido y que los primitivos canarios (los Guanches) podían ser los últimos descendientes de una raza ancestral.

Efectivamente la Ahnenerbe estuvo en varias ocasiones investigando las Canarias: lo intentaron en la época de Wirth, pero el estallido de la Guerra Civil española hizo que lo postergaran hasta 1939, una vez acabado el conflicto. Francisco García Alonso, profesor de historia de la Universidad de Barcelona, propone que Franco apoyó esta búsqueda de los nazis (que además buscaron otras cosas en España, investigando el Santuario de Montserrat en Cataluña o la Mesa de Salomón en Toledo), poniendo a su servicio al renombrado arqueólogo Julio Martínez Santa Olalla (germanófilo y defensor de los orígenes arios de los Iberos). Por desgracia no sabemos si encontraron algo de importancia o no, porque con el estallido de la Segunda Guerra Mundial todo se complicó, afortunadamente…

P. D. En octubre de 1940, cuando Himmler realizó su célebre visita a España, Santa Olalla fue asignado a su séquito y le acompañó a El Escorial, el alcázar de Toledo, al Museo del Prado y al Museo Arqueológico Nacional… esto nos puede permitir hacernos una idea de la calaña de este Santa Olalla…

Más información aquí: http://www.fortunecity.es/sopa/luciernagas/498/Articulo1.htm, aquí: http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/1584732/Franco-collaborated-with-Nazis-to-prove-Canary-Islands-were-home-to-Aryan-race.html, aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Herman_Wirth y aquí: http://heatherpringle.wordpress.com/2010/02/23/herman-wirth-and-the-origins-of-writing y aquí: http://www.od43.com/10x_SS-Ahnenerbe_Germanien.html

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