EL LIBRO DE HENOC. PARTE 1/4. INTRODUCCIÓN


Perpetrado por Oskarele

 “Henoc, a la edad de sesenta y cinco años engendró a Matusalén, y después de haber engendrado a Matusalén, siguió los caminos de Dios (Elohim) trescientos años, y engendró hijos e hijas. Henoc vivió en total trescientos sesenta y cinco años, y siguió los caminos de Dios (Elohim). Después no fue visto más, porque Dios (Elohim) se lo llevó”… Génesis 5, 21-24.

Según el Génesis bíblico, Henoc, a veces transcrito como Enoc, Enoch o Henoch, fue hijo de Jared, descendiente de Set (hijo de Adán), así como padre de Matusalén, abuelo de Lamec y bisabuelo de Noé, el héroe del diluvio bíblico.

Pero no da mucha más información sobre él, algo especialmente curioso si tenemos en cuenta que existe un texto, conocido como “El libro de Henoc”, en el que se cuenta su ascensión al cielo (en primera persona), además de una serie de profecías y visiones sumamente interesantes y con mucha influencia en la escatología cristiana posterior. A esta obra vamos a dedicar esta serie de artículos.

EL LIBRO

Pa empezar decir que existen diferentes versiones de este libro: una de ellas está dentro de la Biblia de la iglesia Copta (I Henoc), pero que no es aceptada como canónica por las demás iglesias cristianas. Las únicas versiones completas están en copto, pero son conocidas varias partes en griego, siríaco, armenio, árabe y latín. Además han sido encontrados varios fragmentos en arameo y uno en hebreo, en Qumrán.

Hoy en día, básicamente, se considera que hay dos versiones: la primera, identificada como IHenoc y llamada como “Libro Etíope de Henoc”, es la traducción para el griego de un original en hebraico o arameo. La otra, llamada IIHenoc, es una traducción al eslavo eclesiástico de un original griego cuyo título completo era “El Libro de los Secretos de Henoc”.

La versión etíope contenía varios pasajes omitidos en el texto griego, lo que hizo pensar que se trataba de la más antigua. Aunque existen diferencias entre ambos, no son demasiado importantes y parecen deberse más bien a errores de traducción.

Así que para nuestro estudio emplearemos la versión etíope, IHenoc.


Por otro lado, hay que dejar claro que en realidad se trata de una recopilación de siete libros, siete partes que parecen proceder de diferentes periodos, composiciones o, incluso, autores; aunque, parece ser, se escribió entre los siglos III a. C. y I d. C. (cuatro siglos…)

Estas partes son:

Libro del Juicio o Introducción: Capítulos 1 al 5, trata las palabras de bendición de Henoc a los justos, que vivirán cuando los impíos sean condenados. Se estima que su composición data de antes del 200 a. C. aprox.

Libro de los Vigilantes o Caída de los ángeles: Capítulos 6 a 36, se centra en el tema de la caída los Vigilantes (ángeles). Parece inspirarse en el famoso relato del  Génesis 6:1-5, en el que se cuenta que los ángeles (Los Hijos de los Dioses) tuvieron relaciones sexuales con mujeres y engendraron gigantes (nephilim), además de enseñar a los humanos las ciencias de la agricultura y la metalurgia. Por ello la Tierra será castigada con el Diluvio universal. Fue escrito antes del 160 a. C. según se cree.

Libro de las parábolas: Capítulos 37 a 71, de carácter mesiánico, profetiza la venida del Hijo del Hombre (Jesús de Nazaret??), la caída de los reyes y poderosos y el día del Elegido. Es la única parte que no se ha encontrado en los manuscritos de Qumrán. Escrito después del 63 a. C. a finales del siglo I a. C.  En este caso la fecha es muy importante ya que el texto parece describir la venida de un mesías muy parecido a la figura de Jesucristo, pero claro, si es posterior a su muerte, no había predicción alguna.

Libro del cambio de las luminarias celestiales: Capítulos 72 a 82, expone en detalle el calendario solar hebreo, en concordancia con el Libro de los Jubileos. Fue escrito entre el 250 y el 190 a. C. Se trata de un asombroso relato en el que se describen viajes espaciales y estudios astronómicos.

Libro de los sueños: Capítulos 83 a 90, refiere dos visiones apocalípticas obtenidas por Henoc en sueños; la primera simplemente anuncia que la Tierra será destruida y la segunda es una historia de la humanidad y de Israel hasta el fin de los tiempos, en la que los actores son representados como animales simbólicos. Escrito entre los años 161 y 125 a. C.

Libro de la exhortación y de la maldición: Capítulos 91 a 105, curiosísimo, en el que se relata la historia de la Tierra y la humanidad simbólicamente, en diez “semanas”, interpretando el pasado y proyectándose escatológicamente al futuro. Escrito después del año 135 a. C., probablemente entre el 110 y el 60 a. C.

Por último hay un apéndice, con los capítulos 106, 107 y 108, que parecen ser una parte del Libro de Noé, que se ha perdido pero presente en los Manuscritos del Mar Muerto. Predice los crímenes de la humanidad y el advenimiento de tiempos mesiánicos con el triunfo de los justos.


Como ya hemos dicho el libro no es homogéneo ni lineal en su contenido, pues fue escrito en diversas épocas y por diversos autores. Pero, grosso modo, podemos decir que es una mezcla entre libro profético, cosmogónico y escatológico. Nos muestra un universo iluminado por el Sol, la Luna y las Estrellas, que recorren el mundo en carros movidos por el viento, ascendiendo y poniéndose en doce puertas abiertas en los confines de la Tierra, que, sin duda corresponden a los doce signos del zodiaco (como muestra estupendamente “El libro de las luminarias celestiales”, los capítulos 72 al 82 del libro)

Además, el movimiento del Sol y de la Luna son los que rigen la sucesión del día y la noche, de las estaciones, de los meses y los años. Todas estas cosas les serán mostradas en su primer viaje a los cielos y serán las que tendrá que enseñar a su regreso, pues serán de tremenda utilidad para los hombres (para las cosechas, las lluvias…), así como la escritura y la oración al Señor.

Por otro lado, siguiendo con la idea bíblica del Génesis, el mundo fue hecho por Dios para el hombre, y el hombre fue hecho para Dios, para que alabe y bendiga a su creador hasta el fin de los tiempos. Pero Dios, en un principio, nos hizo inmortales… aunque, a raíz de “la caída”, fuimos condenados a perecer. Curiosamente aquí se muestra ambiguo: los motivos de la caída se achacan por un lado a la movida de Adán y Eva, pero por otro lado, se dice que se debe a que Azazel, un ángel caído, enseñó a los hombres malas artes, así como “los secretos eternos que se realizan en los cielos” (cap. IX, 1Henoc).

Pero además también se produce una caída en los ángeles del señor. Y parece ser que por dos motivos: porque tuvieron sexo con las Hijas de los Hombres, dando a luz a aquellos gigantes “Nefilim” de los que habla el Génesis 6, por un lado,  y porque enseñaron las artes y las ciencias a los hombres, lo que no queda demasiado claro. Por eso fueron castigados y maldecidos por el Señor.

Y es precisamente por esto por lo que los Ángeles Justos le revelaron a Henoc los secretos del Cielo y de la Tierra, del pasado y del futuro. El objetivo era poner a la humanidad en el camino recto.

Sea como sea, desde entonces los hombres estaban divididos en dos grupos, los justos y los pecadores, entre los que existe un conflicto eterno. Los pecadores son los que no hicieron caso a “Él” y decidieron aliarse con los ángeles caídos, los que se rebelaron contra su líder. Por eso “no subirán al cielo y no alcanzaran la Tierra”. En cambio los justos, los elegidos, los que siempre alabaron al Señor, se levantaran de entre los muertos llenos de gloria: “y tales serán vuestros vestidos, vestidos de gloria de parte del Señor de los Espíritus y vuestros vestidos no envejecerán” (cap. LXII, 1Henoc), y vivirán allí, en medio de los ángeles, y junto al mesías, el Hijo del Hombre.

Y al final de los tiempos habrá un gran apocalipsis, en el que todos perecerán.

El día del Juicio Final todos, justos y pecadores, resucitaran, en cuerpo y alma, ya sea para su felicidad o para su tormento, pues serán juzgados y recibirán su merecido. Los pecadores descenderán a un infierno chunguisimo, donde les espera el tormento eterno, y cuya entrada esta en el valle de Hinnon. Satán mismo, a la cabeza de los ángeles del castigo, ejecutará la sentencia de la condenación y se encargará de proveer los tormentos infinitos.

Y la Tierra será le herencia de los justos, que quedaran libres de pecado, impureza y corrupción y el Señor mismo, en persona, descenderá desde una alta montaña para visitar una tierra ahora bendita.

Mas info y fuentes por aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Henoc, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_Enoc; aquí tenéis el libro completo: http://www.gratisweb.com/apocrifos/Henoc.htm; aquí: http://usuarios.multimania.es/LafabiWords/mesian-1.htm, aquí: http://ec.aciprensa.com/wiki/Henoc.

BIBLIOGRAFIA EMPLEADA:

SITCHIN, ZECHARIA. El 12º planeta. 1976
VON DÄNIKEN, ERICH. El mensaje de los dioses. 1975.
VALE AMESTI, FERMÍN. El retorno de Henoch o la masoneria primigenia. 1993.
VVAA. Apocrifos del Antiguo Testamento.1984.

1 comentario:

  1. OJO, CUIDADDO ESTE ES UN TROYANO!!!!!!!!!: http://www.gratisweb.com/apocrifos/Henoc.htm;

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