PAGANINI. ANÉCDOTAS, LEYENDAS Y DIABLURAS

ByCineclásicajazz Pizcadelodemás

Nícolo Paganini (1782-1840), arriba en un retrato de Ingres, además de haber hecho un trato con el diablo, tal como pensaban sus contemporáneos por su forma de tocar el violín, parece que tenía cocodrilos en los bolsillos, y eso de Pagar ni ni pensarlo. Para muestra un botón:

Una noche, después de haber finalizado uno de sus conciertos, se encontró abrumado por un grupo de admiradores que no estaban modulando bien su efusividad y resultaban un verdadero incordio. De esta manera, rodeado por las circunstancias, se decidió a realizar un sacrificio y tomar un coche de caballos que lo llevara a su hotel. EL cochero, cuando llegaron al punto de destino, le dijo al violinista con la mayor naturalidad que el trayecto costaba 5 florines. -¿Cinco florines? -contesto un tanto sorprendido el tacaño músico- . !Pero si este trayecto suele costar sólo uno!
El cochero que tenía más kilómetros que el baúl de la Piquer, había reconocido a su pasajero y con el mayor de los aplomos le respondió - Señor, usted gana cuarenta mil florines por noche por tocar unas cuantas notas sobre una sola cuerda. Bien puede pagarme lo que le pido.
Paganini que era maestro en cuestiones de agilidad, respondió al momento: - Cierto, y por lo tanto, cuando usted me conduzca al hotel en su coche sobre una sola rueda, le pagaré lo que me pide. Mientras tanto tendrá que conformarse con un solo florín. Y esto fue lo que le entregó y se marchó a su hotel.

En realidad este sambenito de avaro que realmente tenía no debe de ser real, pues en cierta ocasión, extendió un cheque a nombre de Berlioz, a quien acababa de conocer, por valor de veinte mil francos, a fin de ayudarle a salir de su penuria económica.

Más allá de la anécdota, parece que el asunto de tocar sobre una sola cuerda, viene de una leyenda que corría sobre él en la que se afirmaba que encontrándose encarcelado por haber matado a su amante, interpretaba en prisión intrincadas y bellas composiciones con tan solo una cuerda de su violín Guarnieri, por habérsele roto las otras tres. En los conciertos solía hacer estos juegos malabares con una sola cuerda, para asombro de su público.

A pesar de la fortuna amasada, Paganini fue siempre fiel a su forma de vestir, apareciendo siempre en público con pantalones negros y abrigos largos y deshilachados. Si a eso sumamos su apariencia física, que según sus contemporáneos además de descuidado, es descrito como un ser cadavérico, de ojos negros y piel cerúlea, pelo largo y negro, nariz prominente y más bien estatura media, empezaremos a entender, unido a sus habilidades musicales, la razón de que se le relacionara con el diablo. Con el tiempo su piel se tomaría un tono gris plateado, debido al tratamiento con mercurio que recibió para la sífilis que le provocó la perdida de algunos dientes y muchas molestias estomacales. La verdad es que en el retrato de Ingres (pintor que merece todo el credito) que encabeza el artículo no se le ve tan atrabiliario como se cuenta y como se suele ver en casi todas las representaciones que circulan por la red.

Su habilidad para con el violín, tiene que ver más con el tamaño de sus manos y su tremenda flexibilidad que con otras cosas. Se contaba que con cinco años su madre tuvo un sueño en el que el diablo le comunicaba que su hijo sería un gran violinista. Desde entonces su padre le obliga a practicar diez horas diarias. Hay otra leyenda que contaba que en cierta ocasión Paganini había matado a un músico rival y siendo condenado por ello a presidio, en la soledad de la celda había vendido su alma al diablo para conseguir ese talento que le acompaño ya de por vida.
De su flexibilidad decir, tal como reseñaba su medico el Dr. Bennati: “... su mano tiene una gran elasticidad, al igual que su hombro y su codo...” y observaba que cuando tocaba su codo era capaz de cruzar por encima del otro codo. Su flexibilidad le permitía que la uña del dedo pulgar llegara a tocar el dorso de su mano, unas habilidades que le permitían tocar tres octavas con poco esfuerzo. Se especula sobre un síndrome de Marfan o el de Ehlers-Danlos, para justificar estas capacidades.

Paganini llevaba una vida un tanto pendenciera y alocada y tenía una afición compulsiva por el juego que le llevó en más de una ocasión a jugarse su propio violín. Decir que además del referido Guarnieri, llegó a tener dos Amati y cinco Stradivarius. A pesar de ese aspecto que hemos reseñado antes, tenía un gran éxito con las mujeres y cuenta con idilios con hermanas de Napoleón y con alguna que otra primadonna.

La fama de ser poseído por el maligno le persiguió hasta la muerte. El obispo de Niza se negó a darle sepultura eclesiastica al haberse negado Paganini a recibir la extremaunción en los días previos a su muerte al estar convencido de que aun no había llegado su hora. Su cuerpo estuvo embalsamado durante dos meses y después durante el espacio de un año fue depositado en el sótano de la casa de su hijo, siendo finalmente enterrado en el Lazareto de Villefranche y tras varios cambios más terminó en el cementerio de Parma donde descansa hoy.

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