CHARVAKA, EL PRIMER FILOSOFO ATEO DE LA HISTORIA

ByOskarele

¿Cuál creéis que fue el primer ateo o la primera escuela atea de la historia? Muchos igual pensáis que hasta la época de la ilustración y la modernidad (siglo XVIII-XIX) no surgen pensamientos abiertamente aconfesionales… pero no es así: en la antigua India existían ateos, además tuvieron relativo éxito en su época. Vamos con ello:

En el siglo VII a.c. vivió un señor llamado Chárvaka, indio de nacimiento. Fue un filósofo materialista que fundó una importante escuela de filosofía, abiertamente ateísta y empírica llamada lokaiata o chárvaka, que tuvo seguidores por lo menos hasta 1578.

El término “Chárvaka” se emplea tanto para nombrar al autor como para nombrar a sus seguidores y a la doctrina. Significa “dulce lengua” a causa del carácter placentero de su pensamiento. Hay también quien plantea que significa “comer, beber y estar alegre”.

Como concepto general podemos proponerlo como equivalente de “materialismo” o “materialista”, por estar el sistema filosófico claramente orientado en esa dirección.

Escribió el texto en sánscrito "Brijaspati Sutra" donde se critica las doctrinas hinduistas (la existencia del alma, el karma, la reencarnación…). Como hemos dicho, también se le llama al sistema “Lokayatamata” (punto de vista del pueblo), es decir, la doctrina sustentada por una Lokayatika (que sería la persona que profesa una opinión común o materialista).

Este sistema fue incansablemente denunciado por otras escuelas de la filosofía india. Mantiene que  la percepción es la única fuente de conocimiento objetivo, por lo que el razonamiento es rechazado a no ser que se limite meramente a describir. En muchos aspectos su doctrina sobre el conocimiento emplea los mismos argumentos que usaban los escépticos griegos contra el razonamiento.

Rechazan toda afirmación acerca de la existencia de realidades metafísicas. Así, por ejemplo, en su cosmología aceptan los cuatro elementos principales, pero rechazan el quinto, el éter, al considerar su existencia no comprobable por los sentidos. Por supuesto, y coherentemente con esta doctrina, niegan la existencia del alma, pues consideran que lo es llamado así es en realidad una manifestación física del cuerpo.

Lógicamente también rechazan toda entidad divina y todos los rituales religiosos, y por lo tanto el conjunto de los Vedas.

Tienen un curioso sistema ético: proclaman que el único ideal admisible es la evitación del dolor y la búsqueda del placer, ya que la vida terrena es la única que tendremos.

Los charvakas criticaban la actitud tradicional contra la mujer. En el Naishadhíia (17, 42), un personaje llamado Chárvaka dice: «Desconfía de los hombres que restringen a las mujeres debido a la envidia [o los celos]. Tanto los hombres como las mujeres tienen pasión, pero las restricciones sólo se aplican a las mujeres».

Lógicamente, por su postura radical y por nadar contracorriente, su obra fue prohibida y, finalmente, desaparecida en algún momento del siglo XIII. Han sobrevivido cosas a través de textos jaimistas, budistas e hinduistas. Pero es mencionado en cantidad de obras anteriores, sobre todo criticas.

El nombre “Chárvaka” se puede encontrar en el mito hindú del Majábharata: en este, Chárvaka era un monstruo rakshasa amigo del malvado príncipe Duriodhana. Este monstruo Chárvaka sería uno de los pocos descendientes de los chárvakas, que ya en la época de Krisna (avatar de Visnú, el dios de la preservación y uno de los principales del panteón hindú) se consideraba una doctrina antigua.

En varios textos hindúes —como el Brijati (comentario del Sabar Bhashia) y el Sarva darsana sangraha (de Madhavacharia) — se dice que el sabio Brijaspati, el gurú de los dioses védicos, fundó y predicó el pensamiento lokaiata. Pero es más probable que el Brijaspati ateo fuera un personaje distinto del mítico sabio.

El texto más conocido atribuido a Brijaspati es el séptimo verso (de once) del Sarvadarsana Sangraha (un texto teísta), y enuncia un principio muy fácil de refutar para sus oponentes teístas:

"Mientras vivas, sé feliz,
Endéudate y toma ghī (mantequilla clarificada).
Después de que el cuerpo se convierte en cenizas,
¿Desde dónde va a volver?"

Estos versos critican los beneficios financieros que consiguen los sacerdotes en las funciones religiosas. No se puede saber si estas son palabras de Brijaspati. Pero el sentido sí concuerda con el estilo de pensamiento chárvaka. Los charvakas tomaron la idea de que la buena vida, simbolizada por el ghi, era la ruta de realización personal. Los críticos de la doctrina chárvaka veían que este énfasis en artha (dinero) y kama (placer), sin dharma (religión) y sin la meta final del moksha (liberación) era un extremo de hedonismo egoísta.

Cuando esas ideas llegaron a Europa en el siglo XVII y XVIII, supusieron un contraejemplo nada despreciable contra el argumento de que todos los seres humanos sienten la absoluta necesidad psicológica de creer en un dios.