EL THEREMIN Y SU PADRE RUSO

ByOskarele

En el verano de 1896 y en la bella ciudad de San Petersburgo, vino al mundo Lev Sergeyevich Termen, famoso inventor y científico ruso, conocido especialmente por un famoso instrumento musical, el Theremin, uno de los primeros electrónicos. ¿Que pasa? ¿Qué no sabéis lo que es un theremin? No os preocupéis, que tampoco es tan conocido.


Desde joven mostro interés por el mundo de la electricidad y el mundo de la música. Le apasionaba el violoncelo, pero quería eliminar ciertas barreras, como la necesidad de frotar un arco contra las cuerdas o desplazar los dedos por el mástil. Un día, reparando una radio, concibió la idea de crear un instrumento musical electrónico. No sólo un instrumento acústico o amplificado por vía electrónica, sino un instrumento que produjera música puramente electrónica. De sus experimentos surge un inusual y raro instrumento, el eterófono o theremin (también conocido como thereminvox).

En 1918, construyó el primer prototipo: una caja de madera montada sobre cuatro patas, con un par de antenas que salen a su exterior. Dentro de la caja, las antenas estaban conectadas a unos osciladores de muy alta frecuencia formados con tubos de vacío. Frente a la caja los interruptores del control. Jugando con el movimiento de las manos cerca de las antenas, desprendía un sonido fantasmal, el timbre de otro mundo. Las señales producidas eran demasiado agudas y molestas de escuchar, pero cuando esas señales se combinan con la armonía de las manos y la posición del músico, resultaba hasta placentero, aunque siempre extraño.



Orgulloso de su invento, se dedico a presentarlo por diferentes facultades rusas y a variadas e importantes personalidades (entre ellas a Lenin), teniendo cierta repercusión en Rusia. En 1924 logra la patente. Tuvo encuentros con otros personajes como Einstein, el cineasta Eisenstein o el ingeniero Robert Moog.

Realizo una gira de conciertos por Europa presentando su invento, tocando sinfonías que había compuesto el mismo. En diciembre de 1927, llegó a Nueva York y aprovechando su éxito estableció un laboratorio y un estudio de música, convirtiéndose en un personaje célebre,  momento que aprovechó para afrancesar su nombre a Leon Thérémin, que daría finalmente nombre al instrumento. Como era de esperar obtuvo la patente en Estados Unidos y al año siguiente la RCA comenzó la fabricación y comercialización del “thereminvox” bajo licencia.

No tuvo demasiado éxito inicialmente, por la dificultad de su empleo o por la depresión económica del momento. Hasta que conoció a Clara Rockmore, una cantante y musica de origen lituano, que se convirtió en la máxima figura de esta nueva técnica, desarrollando juntos una especie de performance.



Luego, en 1938, fue secuestrado por la KGB y llevado de vuelta a Rusia. Obligado a abandonar su música, pasó un año en prisión, y más tarde fue obligado a desarrollar dispositivos de escucha de la policía secreta soviética. Mientras tanto, la RCA eliminó todas las existencias del Theremins a fin de proporcionar materia prima a los esfuerzos de la guerra de EE.UU…

Durante los años cuarenta y cincuenta fue muy empleado en las películas de serie B de Hollywood, gracias a su efecto surrealista y perturbador. Además fue empleado en otras películas de mayor calidad, como “Ultimatum a la tierra” (The Day the Earth Stood Still, 1951, de Robert Wise), en la que el compositor Bernard Herrmann utiliza dos theremines en la paleta orquestal. El uso de ambos servía para dar un aire futurista y para enfatizar la amenaza procedente del espacio exterior, que se manifestaba en su más amplia resonancia en el hierático personaje del gigantesco robot Gort.



El compositor Miklós Rózsa también hizo uso frecuente de este primitivo sintetizador para expresar la inestabilidad emocional de sus protagonistas en filmes de cine negro en la década de 1940. Así en “Recuerda” (Spellbound) de Alfred Hitchcock, el sonido del theremin aparecía cuando los pensamientos obsesivos se adueñaban de la voluntad de John Ballantine (Gregory Peck). Asimismo, en “Días sin huella” (The Lost weekend) de Billy Wilder, los momentos de embriaguez del alcohólico Don Birnam (Ray Milland) eran subrayados por este instrumento, que adquiere toda su potencialidad sonora y dramática en la escena del delírium tremens.

En 1991, a la edad de 95 años, Termen regresó a los EE.UU, donde se reunió con Clara Rockmore para protagonizar una última gira de conciertos. Regreso a Rusia donde murió en 1993, dejando al mundo su inmortal instrumento. El periodista ruso Yuri Linnik compuso un palíndromo en su honor: Termen ne mret, que significa Termen no morirá.

Aqui os dejo unos cuantos videos mas sobre este genial instrumento:







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