ByOskarele
Una de las cosas que siempre agradeceré al compañero Okoto, nuestro particular DJ de cada noche en PLQHQ, es que un día me prestase un libro de este señor, insistiéndome de una manera que rozaba lo pesado en que me lo leyese, a pesar de que él conoce mi escepticismo sistemático por estos temas.
Siempre se lo agradeceré.
He de confesar que Sitchin no me convenció y sigue sin convencerme. Pero me he leído todos sus libros y son la hostia. Al margen de la credibilidad o no de una teoría tan arriesgada como la que plantea este autor, hay que reconocer que es curiosísima su propuesta, y, sobre todo, digna de ser compartida, ya que no es demasiado conocido para el público en general.
Así que vamos a realizar un pormenorizado estudio de su obra, libro a libro, parte a parte, con la intención de que no los tengáis ni que leer para entender la grandeza de su creación.
Pero antes un esbozo biográfico de este genial investigador.
Zecharia Sitchin nació en Baku, Azerbaijan, en el año de nuestro señor de 1922, aunque se crió en el Protectorado Británico de Palestina, donde adquirió desde pequeños conocimientos sobre el hebreo antiguo y el moderno, además de otras lenguas semíticas y europeas, centrándose especialmente en el sumerio. Curiosamente no estudia filología sino historia económica en la “Londons School of economics and political science”.
Trabajaría durante años como periodista y editor en Israel, antes de asentarse en Nueva York, donde reside en la actualidad.
Es el creador de una saga literaria llamada “Las Crónicas de la Tierra”, compuesta por los siguientes libros:
1976 El 12° planeta (The 12th Planet)
1980 Escalera al cielo (The Stairway to Heaven)
1985 La guerra entre los dioses y los hombres (The Wars of Gods and Men)
1990 Los reinos perdidos (The Lost Realms)
1993 Al principio de los tiempos (When Time Began)
1996 El código cósmico (The Cosmic Code)
2007 El final de los tiempos (The End of Days: Armageddon and Prophecies of the Return)
Aparte ha escrito otras obras relacionadas con estos temas, pero que no pertenecen a esa colección, como son “El génesis Revisado” (Genesis Revisited: Is Modern Science Catching Up With Ancient Knowledge?, 1991), “Encuentros divinos” ( Divine Encounters: A Guide to Visions, Angels and Other Emissaries, 1995), “El libro perdido de Enki” (The Lost Book of Enki: Memoirs and Prophecies of an Extraterrestrial god, Bear & Company, 2002) y el más reciente “Hubo gigantes en la Tierra” (The were giants upon the Earth, 2010)
“Todo comenzó cuando era estudiante, en el colegio, preguntándome el porqué de la palabra “Nefilim”, que significa “aquellos que bajaron” (del cielo a la tierra) que fue traducido, en el capítulo 6 del Génesis, como gigantes. Me llevó 30 años de búsqueda encontrar la respuesta, ellos eran los Anunnaki sumerios, cuando la entendí y tamicé escribí El 12º planeta (el cual me llevó 5 años). El alcance de mi búsqueda se expandió, mi propio entendimiento de los textos antiguos y las ilustraciones se incrementó. Viajé a prácticamente todos los lugares del antiguo mundo (excepto Irak) y el Nuevo Mundo, vi monumentos, esculturas y símbolos por mí mismo. Conseguí conocimientos en astronomía, genética, etc., y comencé a comparar todos los datos que ya tenía con los descubrimientos actuales. Ya no me volví a preguntar las cosas que me preguntaba en el colegio...”
(Extraído de una entrevista al autor, que podéis leer completa aquí: http://www.exopoliticsspain.es/articulos/Art-07.htm)
Sitchin dedicó años a la traducción e interpretación de miles de tablillas cuneiformes sumerias y acadias, inscripciones hititas, jeroglíficos egipcios y otros documentos de la zona para esbozar su teoría, relacionándolo todo a la vez con el Antiguo Testamento. Aborda la historia de la humanidad y de nuestro planeta de una forma como nadie hasta ahora lo había hecho, ni en la ciencia oficial, por supuesto, ni los investigadores alternativos.
Supuestamente, Sitchin, en su análisis de todos esos documentos, encontró pruebas suficientes para demostrar, según él, su teoría, que, grosso modo, viene a ser la siguiente: existe un planeta llamado Nibiru, que orbita al sol, pero que tarda tres milenios en hacer una pasada completa, habitado por unos seres que nos han visitado a lo largo de la historia. No solo eso, si no que ellos mismos nos crearon.
Un buen día nos abandonaron, quedando en nuestra memoria colectiva el recuerdo de aquellos señores que bajaron del cielo.
Los sumerios los llamaron Anunnaki.
Nosotros los llamamos “dioses”.
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