ZECHARIA SITCHIN, EL 12° PLANETA, PARTE 11. DONDE HABITAN LOS DIOSES

ByOskarele

Para que la idea de que la Tierra es, sea o haya sido visitada por seres inteligentes de algún otro lugar sea válida es necesario explicar o por lo menos comprender que esos seres han de proceder de otro objeto cósmico en el que han llegado a establecer una civilización mas avanzada tecnológicamente que la nuestra. De toda la vida, los candidatos más firmes han sido nuestros vecinos Marte y Venus, pero la ciencia ha ido demostrando que estos planetas no albergan vida, por lo menos inteligente.

Hay que buscar en otro sitio a los dioses sumerios...

Algunos han planteado la posibilidad de que nuestros visitantes vengan de otra estrella o galaxia. Claro que esto lleva a otro problema: la distancia, enorme, medida en años luz, hace que el viaje sea larguísimo, por lo que es posible que se haya tratado de naves extraviadas o de viajes sin retorno...

Pero no es esto lo que pensaban los sumerios: mientras los hermanos ENLIL y ENKI venían a la Tierra y se asentaban en ella, su padre, ANU, permanecía en la "Morada Celeste" como su soberano (incluso hay tablillas en las que incluyen listas de todos los grandes soberanos anteriores a ANU), acompañado de una extensa corte de fieles y súbditos.

Además, los dioses sumerios del cielo y de la Tierra, no solamente habían venido de aquella morada celeste sino que, además, podían volver cuando quisiesen: ISHTAR fue varias veces a ver a ANU, su abuelo. En Nippur el dios ENLIL tenía un "enlace cielo-tierra" con el que se conectaba directamente con su padre. Sin tener en cuenta todas las referencias que hemos hecho en otros capítulos de humanos que fueron al cielo (Gilgamesh, Adapa, El bíblico rey de Tiro...).

Así según Sitchin, como siempre, el viaje de ida y vuelta desde la Tierra hasta la Morada Celeste era posible, y para nuestro autor esto es así porque aquel lugar se encontraba en las cercanías del sistema solar.

Exactamente, dentro de nuestro sistema.

Existe una representación de la Puerta de Anu en la Morada Celeste (ver foto) que viene a confirmar el conocimiento en la antigüedad de un sistema celeste como el de nuestro Sol y sus planetas. La puerta está flanqueada por dos Águilas -indicando con ello que sus servicios son necesarios para llegar a la Morada Celeste. El Globo Alado -el emblema de la suprema divinidad- corona la puerta. Está flanqueado por los símbolos celestes del número siete y el creciente, representando -creemos- a Anu flanqueado por Enlil y Enki. ¿Dónde está la Morada Celeste? El antiguo artista responde aun con otra representación, la de una gran deidad que extiende sus rayos a once cuerpos celestes más pequeños que le circundan. Es la representación de un Sol, orbitado por once planetas.


No es ésta una representación aislada, tal como sé puede ver en otros sellos cilíndricos, como éste del Museo de Oriente Próximo de la Antigüedad, en Berlín, en el que se puede apreciar de nuevo a una deidad que extiende sus rayos a once astros.

Para Sitchin estas obras representan claramente nuestro sistema solar: el Sol en el centro, rodeado de 11 planetas: la Tierra, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, además de la Luna, que se contaba como otro planeta. Tendríamos en total 10 planetas y el sol... nos falta uno según la creencia de los sumerios.

Lo llamaremos, provisionalmente, el Duodécimo Planeta.

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