ByOskarele
UNO: Casi todos los seres vivos son chiquitillos y pasan fácilmente inadvertidos.
Esto no tiene porque ser malo para ellos, todo lo contrario, pero dificulta enormemente nuestras ansias de conocimiento. Aunque, bien pensado, tampoco es malo para nosotros: igual no dormirías tan tranquilo si supieses que tu almohada es el hogar de una par millones de ácaros microscópicos que durante la noche se comen tu piel muerta.
Claro, que estos, al menos, son tus ácaros vecinos. De toda la vida. Imagina la cantidad de ácaros por conocer que te esperan en las almohadas de los hoteles.
Y esto sin hablar de las bacterias, de las que ya hablamos en un artículo anterior. Solo te digo que si sales a un parque, coges un puñado de tierra del suelo y cuentas las bacterias que hay (sic) encontraras más de 10 millones de ellas. Aparte de varios millones más de hongos microscópicos, protozoos y otros bichejos varios. Seguro que hay alguna especie desconocida.
DOS: No miramos en los lugares adecuados.
Cuenta los anales que un botánico francés, de cuyo nombre no quiero acordarme, se paso unos cuantos días dándose vuelticicas por una selva de Borneo, descubriendo unas 1.000 especies nuevas de plantas floridas, mas de las que hay en toda España. Pero no es porque tuviese una habilidad especial, es, simplemente porque ningún botánico había pasado por allí. Las selvas tropicales ocupan solo un 6% de la superficie de este planeta, pero albergan más de la mitad de su vida animal.
TRES: No hay suficientes especialistas.
El número de seres que hay que buscar, encontrar, examinar y registrar sobrepasa con creces la cantidad de personas dedicadas a ello.
Un ejemplo: ¿Sabéis lo que son los Rotíferos Bdeloideos? Para el que no lo sepa, se trata de unos animales microscópicos que pueden sobrevivir a casi cualquier cosa. Cuando la cosa se pone chunga se enrollan, desconectan su metabolismo y esperan a que pase la crisis. En ese estado puedes hacer con ellos casi cualquier cosa: echarles agua hirviendo o llevarlos casi al cero absoluto. Lo que sea, al ratico se despiertan y pa’lante.
Existen unas 500 especies de estos Rotíferos, pero no sabemos cuántas mas puede haber, más que nada porque casi todo lo que sabemos de ellos es gracias a un aficionado, el londinense David Bryce, que los estudió en su tiempo libre.
CUATRO: El mundo es mu grande. Mucho.
Cuando coges un avión y haces 1.000 kilómetros en una hora tienes la sensación de que el mundo en realidad no es tan grande. Pero a nivel de suelo, al nivel en el que trabajan los científicos, es enorme. Y no te digo nada a nivel microscópico.
Además, la vida existe en todos los lugares donde puede existir. Y porque no hay más en la Tierra, que si no, también habría vida.
Investigarla en profundidad exigiría levantar cada piedra del suelo.
Por eso, ante la posibilidad de localizarlo todo, es posible que nos sintamos frustrados y desanimados, pero también se puede ver de otra forma: vivimos en un planeta que tiene la capacidad de sorprendernos constantemente.
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